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El jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur, partió ayer a la mañana en un jet sanitario hacia Nueva York (EEUU), junto a su esposa, donde acompañará al ministro de Economía, Martín Guzmán, en una agenda de reuniones con empresarios e inversores. En eses también viajó su esposa, Sandra Mattar Sabio, quien no tiene agenda oficial ni cumple un cargo dentro del Gobierno, y otras dos personas del entorno del funcionario. La máquina partió desde el aeroparque Jorge Newbery, es un Learjet 60, matrícula LV-CKA, que pertenece a la Gobernación de Tucumán; desde Jefatura de Gabinete explicaron a Infobae que "se fue en ese avión por una cuestión de tiempos".
Por razones de autonomía, la aeronave hizo escala en Santa Cruz de la Sierra, donde estuvo unas horas detenida. Pasado el mediodía, la aeronave partió de esa localidad de Bolivia y retomó viaje.
El objetivo de su viaje fue adelantado por el propio Manzur tras un acto realizado el martes en el club IMOS de Núñez, donde había explicado que -junto al titular del Palacio de Hacienda- intentarán llevarle "la visión del Gobierno nacional" a inversores globales. "Es una indicación del presidente de la Nación. Acompañar al ministro de Economía en el marco de una reunión que hoy tendrá con una serie de empresarios y inversores a nivel global. Vamos a llevar la visión del Gobierno nacional", sostuvo el gobernador tucumano en uso de licencia.
Guzmán aceptó la compañía
Guzmán aceptó que el jefe de Gabinete participe de una presentación que haría ante los fondos y bancos de Wall Street que invierten y operan en la Argentina. Esa reunión en Manhattan, convocada para hoy, tiene como única finalidad argumentar a favor de un programa económico que Cristina y Máximo no avalan. Una de las incógnitas que sobrevuelan entre los fondos de inversión que participarán del encuentro con los funcionarios del Gobierno argentino es "¿quién manda en la Argentina?". Esa es una pregunta que se repite desde hace varios meses en EEUU. Después del traspié electoral en las PASO en Balcarce 50 asumen un debilitamiento de la figura de Guzmán. Esperaban que el acuerdo con el FMI se cerrase antes de las legislativas de noviembre, pero la negociación está empantanada por la desconfianza que exhiben EEUU, Alemania y Japón. El Presupuesto nacional no establece una sola partida para pagar los vencimientos de deuda para 2022, y esa decisión institucional complica la posibilidad de un acuerdo en los próximos meses. En el encuentro con empresarios que mantuvo el martes pasado en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández les anticipó que la posibilidad de un acuerdo recién se daría en el primer trimestre de 2022.