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Mónica Mercado, directora de la escuela Osvaldo Pos, aclaró la situación por la que atraviesa la institución educativa en Orán.
"Sabemos que el año pasado hemos entregado la escuela como Centro COVID-19 para albergar a los pacientes positivos. Lamentablemente, cuando recibimos la escuela para dictar clases, nos dimos cuenta del faltante de la bomba de agua. Quiero informar que no es cierto que la escuela no tiene agua como circuló en las últimas horas", indicó la directora.
"Si bien en horas de la tarde tenemos una menor presión de agua, esto no nos genera inconvenientes alguno para continuar con el dictado de clases", dijo Mercado.
Con el aporte de la cooperadora de la escuela y la Dirección lograron adquirir mobiliario nuevo para que los niños puedan regresar a las aulas. "Así lo están cumpliendo los grados de 1´,2´,5´, 6´ y 7´, mientras que los 3´ y 4´ todavía no", manifestó la directora.
El problema que tenemos para volver a la presencialidad absoluta es la falta de mobiliario porque muchos bancos y sillas se rompieron cuando los amontonaron al fondo de la escuela al momento de armar el Centro COVID que funcionó en el establecimiento el año pasado. Cuando nos devolvieron las llaves de la escuela nos dimos con los bancos rotos y también desapareció una bomba de agua que teníamos", manifestó una de las docentes.
Mientras tanto, los padres explicaron que las mesas y sillas se arruinaron al ser trasladadas al fondo y que la bomba de agua desapareció. Con la cooperadora se compraron 50 sillas de cuero. Las mesas que se hicieron antes se le cambió la tapa.
"Se recicla todo lo que se pueda, mientras las ordenanzas van pintando los mobiliarios" expresaron.