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Mientras el país atraviesa la segunda ola de la pandemia por coronavirus y en medio de las restricciones que aún siguen vigentes, ayer la cifra de víctimas fatales se elevó a 80.411, quince mil más que un mes atrás.
Arnaldo Dubin, terapista e investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, mencionó un dato alarmante: dos de cada tres personas que ingresan a la terapia intensiva no salen con vida.
El promedio diario de fallecimientos a causa del virus no parece descender a pesar de las medidas de restricción y el confinamiento dictados por el Gobierno y el porcentaje de ocupación total de camas en las unidades de terapia intensiva era ayer de 78,2% en la nación y de 75,7% en el AMBA. Los pacientes que permanecen internados en las distintas UTI del país son al momento 7.668.
"El sistema sanitario está agotado. Ya sea por la cantidad de camas ocupadas que hay, las terapias desbordadas o el desgaste del personal médico, de terapistas, enfermeros, enfermeras y esto influye directamente en la atención de los pacientes", explicó Dubin.
El médico, que trabaja hace más de 40 años en el área de terapia intensiva, comentó que en un estudio en el que está trabajando y que van a presentar muy pronto en la revista científica británica The Lancet, se determinó que las causas de la mortalidad en terapia "se deben a la gravedad de la enfermedad, a las características del paciente, al tipo de tratamiento, a la intubación afuera de la terapia y al mes del año en el que entra el paciente".
Estos dos últimos puntos, según explicó Dubin, se determinaron ahora en medio de la pandemia.
"Los pacientes que ingresaron a terapia en octubre del año pasado no fueron atendidos como los que entraron en abril, a pesar de que en octubre había más conocimiento de cómo tratar la enfermedad. Ya para octubre el personal estaba fatigado. Por eso es que no dejo de sorprenderme todos los días cuando llego al hospital por la cantidad de pacientes, la gravedad de los casos y el trabajo descomunal que se está haciendo".
Para el terapista, si bien la segunda ola se transita en Argentina como en otros países del mundo, y a pesar de las restricciones, "sigue siendo alto el número de contagios diarios". "Sigo viendo cómo se opone resistencia desde muchos sectores que no cumplen con las restricciones y no hablo solo de la presencialidad en la escuela", añadió.