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A través de la Resolución 385/21, del 18 de junio pasado, el Gobierno de Salta estableció las obligaciones de los actores que intervienen en la gestión de envases vacíos de fitosanitarios para garantizar su adecuada disposición final.
Desde el Gobierno de Salta se informó que la norma señala que los expendedores tienen la obligación de inscribirse en el Registro de Expendedores de productos fitosanitarios e informar a sus clientes el sistema de gestión que deben aplicar a los envases vacíos, indicando la localización de los Centros de Almacenamiento (CAT) en la provincia. Los usuarios, por su parte, deben almacenar los envases vacíos en condiciones de seguridad y entregarlos a los CAT, utilizando un Manifiesto de Transporte que será constancia de su entrega. El sistema es gratuito para los usuarios, se recalcó.
El circuito finaliza cuando los CAT derivan los envases a los operadores habilitados para cada categoría. Los envases sin el triple lavado se envían a operadores de residuos peligrosos y aquellos con triple lavado, a plantas de tratamiento de envases Tipo A.
En Salta se encuentran en funcionamiento cinco CAT -El Carril, Rosario de la Frontera, Las Lajitas, Embarcación y Metán- gestionados por la Asociación Campo Limpio, a la que están adheridas casi 100 empresas que representan alrededor del 90 % de los envases que se vuelcan al mercado.
“A fin del 2019 teníamos una provincia operando, 3 con sistema de gestión aprobado y no todas con una autoridad competente designada. Hoy, tenemos casi todas las provincias con una autoridad competente designada, 10 ya tienen el sistema de gestión aprobado y tenemos centros en 5 de esas provincias con un total de 34 centros funcionando y vamos a terminar este año con más de 50”, comentó Ignacio Stegmann, director Ejecutivo de Campo Limpio.
“En Salta -explicó- los centros están funcionando muy bien y la buena noticia es que están recolectando mucho más plástico. El año pasado recolectamos 44 mil kilos y, a esta altura del año, estamos en 135 mil, por lo cual estimamos que en el año estaremos 5 o 6 veces arriba de lo que fue el 2020”, y agregó que los productores “ayudan y empiezan a devolver los envases vacíos”.
Capacitación y campañas
Para afianzar su tarea, Campo Limpio cuenta con una plataforma web destinada a informar a los productores sobre el proceso de gestión de envases; además, incorporó cursos de capacitación online, para productores y cualquier persona que desee formarse en la temática. Estas capacitaciones virtuales y presenciales -muchas realizadas en conjunto con organizaciones públicas y privadas-, ayudan a que el sistema se conozca más y los actores involucrados se capaciten. “Tanto en la web, como en una app que lanzamos, el productor puede registrase y anunciar cuántos envases quiere devolver y, automáticamente, se le informa dónde tiene el CAT más cercano y se le asigna un turno. El día del turno devuelve los envases y se le extiende un comprobante”, explicó Stegmann sobre la mecánica de devolución de los envases vacíos.
Además de las devoluciones directas en los CAT, periódicamente, Campo Limpio implementa campañas de recepción itinerantes las que se realizan interactuando, en primer lugar, con una autoridad municipal, cooperativa o entidad ligada al sector, para coordinar la acción. Luego, durante un par de semanas previas, se comunica la mecánica de la campaña -fecha, lugar, itinerario- y se le pide a productores que se anoten y digan cuántos kilos tienen para entregar de manera de planificar la logística. El día anunciado, un camión de Campo Limpio, con personal especializado, recoge los envases y se anota a los productores que los entregaron; posteriormente, se llevan los envases a un centro de reciclado autorizado. Recientemente, en una campaña realizada en la localidad salteña de Coronel Moldes se recolectaron más de 3.000 envases.
Objetivos
Respecto de los objetivos a los que se apunta, Stegmann señaló que un modelo a seguir es el de Brasil, que recupera el 95 % de los envases. “Tienen un sistema parecido al nuestro, están en todos los Estados con centros de almacenamientos, y tienen la gran ventaja de que están implementando este sistema desde hace 20 años. Esperamos llegar a esa situación en menos de 20 años”, dijo.
Acerca de la forma de ponderar la efectividad de las acciones, el ejecutivo de Campo Limpio explicó que la ley contempla que la medición se haga a través de un sistema de trazabilidad, que implica que cuando un productor compra un fitosanitario, su CUIT queda registrado y tiene un año o una campaña para devolverlo en un CAT. Pero aclaró que, al no estar funcionando la ley, es difícil saber cuántos envases hay en cada lugar.
“Es importante que terminemos de completar el despliegue de la ley con el sistema de trazabilidad, porque eso nos va a permitir tener un control exacto”, abogó.