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Si 15 mil personas le dan vida a este pueblo del norte provincial, once jugadores de fútbol provocan emoción a flor de piel. Esto es Hipólito Yrigoyen, un pueblo perdido, para muchos, en algún rincón del país, aunque con un corazón enorme y capaz de hacer la camiseta más grande que se haya visto de Lionel Andrés Messi de 15 metros de largo por 15 metros de ancho de la mano de la familia Castillo y su taller: Silvia Confecciones.
Lo que parecía ser una siesta cualquiera, por el silencio total en esta ciudad que rozó los 40 grados, a partir del pitazo final que clasificó a la Argentina a la final del mundo, miles de personas se amontonaron en segundos en la plaza Independencia, el sitio elegido por el pueblo para festejar.
Los hinchas cantaron el himno nacional mientras se izó esta enorme y bella bandera albiceleste y cantó al ritmo de La Mosca con el clásico "muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar...". Es que la gloria está a 90 minutos de distancia, aunque Doha, Qatar, quedé a 14 mil kilómetros.
LOS FESTEJOS EN HIPÓLITO YRIGOYEN