¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
17 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El escándalo en el Parlamento Europeo

Miércoles, 28 de diciembre de 2022 00:00
El escándalo en el Parlamento Europeo El escándalo en el Parlamento Europeo
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cuando todavía resuenan los ecos del campeonato mundial de fútbol, Qatar se convirtió en protagonista de un mayúsculo escándalo de corrupción transnacional que sentó en el banquillo de los acusados nada menos que a un grupo de diputados del Parlamento Europeo acusados de recibir dádivas para silenciar las violaciones a los derechos humanos en el pequeño emirato petrolero.

Las derivaciones del caso involucraron después también a Marruecos y amenazan ahora con develar una trama de transacciones aún mucho más amplia, investigada actualmente por el juez belga Michael Claise, un magistrado de alto perfil que en el pasado resolvió causas de enorme impacto internacional, entre ellas la condena a una multa de 300 millones de dólares al banco HSBC por su tolerancia a las prácticas de lavado de dinero.

El tema tomó estado público a partir de la espectacular detención de la eurodiputada griega Eva Kaili, una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, quien fue inmediatamente separada de su cargo. En el domicilio de Kaili fueron encontrados 150.000 euros en efectivo. Su padre fue capturado a la salida de un lujoso hotel de Bruselas mientras transportaba una valija con otros 600.000 euros. Kaili, diputada por el Partido Socialista griego (PASOK), tiene una destacada trayectoria como presentadora de noticias en la cadena de televisión más importante de su país. En Salónica, su ciudad natal, trabó relación con el multimillonario ruso - griego Iván Savvidis, amigo del presidente Vladimir Putin. Conocida como amante de la buena vida, en 2014 pasó a integrar el cuerpo legislativo continental.

De entrada, Kaili negó toda vinculación con el dinero secuestrado en el allanamiento judicial y atribuyó su propiedad a su pareja, Francesco Giorgi, un "play boy" italiano de 35 años, con quien tiene una hija de cuatro años, también apresado. Giorgi es un licenciado en Ciencias Políticas que se desempeña como asistente del eurodiputado italiano Andrea Cozzolino, consejero del Consejo de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y funcionario de Fight Impunity (Lucha contra la Impunidad), una organización no gubernamental consagrada a la defensa de los derechos humanos.

Giorgi, a su vez, delimitó su participación personal en el asunto a la tenencia y el transporte del dinero y centró la responsabilidad en el ex eurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, fundador y presidente de Lucha contra la Impunidad, a quien había asesorado durante su mandato legislativo. Panzeri un antiguo dirigente de izquierda, ocupó esa banca en el Parlamento Europeo entre 2005 y 2019 y desde 2009 presidió la Comisión de Relaciones Exteriores del organismo. En su domicilio se encontraron otros 600.000 euros en efectivo. Las escuchas telefónicas judiciales permitieron detectar que la trama de los sobornos excedía a Qatar. La esposa e hija de Panzeri viajaban asiduamente a Marruecos y empleaban sendas tarjetas de crédito pagadas por una oficina gubernamental de ese país africano.

Panzeri tuvo siempre sólidas vinculaciones con un sector del sindicalismo de Milán. Estas conexiones explican tal vez que la investigación incluyera rápidamente a su compatriota Luca Visentini, secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la central sindical más importante del mundo, quien admitió haber recibido 50.000 euros de Lucha contra la Impunidad para financiar la campaña electoral que lo llevó a ocupar ese cargo desde noviembre pasado.

La CSI resolvió suspender a Visentini en sus funciones hasta el esclarecimiento del episodio. El sumario involucró también a Niccolo Figa-Talamanca, otro eurodiputado socialdemócrata italiano que es titular de No Peace Without Justice (No hay Paz sin Justicia), otra organización no gubernamental de defensa de los derechos humanos.

¿El imperialismo al revés? (SUBT)

Kaili integró una delegación encargada estrechar las relaciones entre el Parlamento Europeo y la Península Arábiga, que visitó Qatar poco antes del campeonato mundial, en medio de acusaciones de las organizaciones de derechos humanos sobre la explotación de los trabajadores contratados para la construcción de los estadios y las denuncias de los grupos feministas contra la discriminación de la mujer en el emirato. Posteriormente, en una sesión parlamentaria, la eurodiputada declaró que "Qatar es líder en derechos laborales" y que "hoy la Copa del Mundo de Qatar es una prueba, en realidad, de cómo la diplomacia deportiva puede lograr una transformación histórica en un país con reformas que han inspirado al mundo árabe". No conforme con esos elogios, advirtió que "los europeos no tienen derecho a sermonear a Qatar".

Coincidentemente, Visentini afirmó que Qatar podría considerarse una "historia de éxito", aunque aún queda "trabajo por hacer". Apenas electo, y después de entrevistarse con las autoridades locales para examinar las denuncias contra el régimen laboral vigente, consignó que "la Copa del Mundo fue sin duda una oportunidad para acelerar el cambio y estas reformas pueden constituir un buen ejemplo para extenderlo a otros países que albergan grandes eventos deportivos". Celebró también un acuerdo suscripto entre el emirato y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que posibilita la instalación de una oficina del organismo en Doha.

En los círculos políticos europeos cunde la sospecha de que este escabroso entramado obedecería a la intención del emirato de desestimar las acusaciones que obstruyen la ratificación de diversos acuerdos suscriptos con la Unión Europea que aún aguardan ratificación. Estos convenios, que incluyen la liberación de la visa para los ciudadanos qataríes que deseen viajar a Europa, establecen el derecho para Qatar Airways de realizar vuelos internos dentro de la Unión Europea, lo que abriría a la aerolínea estatal un mercado de 450 millones de personas. Los críticos añaden que como Qatar no tiene restricciones para sobrevolar territorio ruso, el acuerdo podría posibilitarles copar el mercado que une Europa con Asia.

La influencia de Qatar en la política europea crece al compás de la guerra de Ucrania. Los problemas de abastecimiento energético que azotan al Viejo Continente acrecientan la necesidad de la provisión del gas qatarí. Pero el emirato ya venía adquiriendo gravitación por sus inversiones en Europa Occidental. Gran Bretaña ha sido el lugar privilegiado, con inversiones equivalentes a 48.000 millones de dólares. En Francia lleva ya invertidos 26.000 millones de dólares, incluido el París Saint Germain. En Alemania las inversiones qataríes superan los 24.000 millones de dólares y abarcan empresas emblemáticas como Volkswagen, Deutsche Bank y Siemens. El episodio pone de relieve un cambio de tendencia histórica. Tradicionalmente, los gobiernos occidentales y las corporaciones multinacionales solían sobornar a funcionarios de países del antiguo Tercer Mundo, en especial en África, para conseguir ciertos privilegios. Ahora el fenómeno se ha invertido: gobiernos de países antes periféricos, como Qatar e incluso Marruecos, otorgan dádivas a funcionarios europeos para proteger sus regímenes políticos o beneficiar sus intereses nacionales. Las autoridades del Parlamento Europeo alertan sobre la necesidad de endurecer los mecanismos de control y regular más las actividades de los grupos de presión que operan en su seno. Mientras, el escándalo es aprovechado por las corrientes nacionalistas que cuestionan la delegación de soberanía en el órgano legislativo supranacional y preconizan su disolución.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD