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"La primera etapa involucra 8 kilómetros con un plazo de siete meses de ejecución y con el compromiso y el anuncio de Gustavo Arrieta, presidente de Vialidad Nacional, que mientras dure esa primera etapa se resolverá el segundo tramo que es la llegada a Tonono. Con lo cual ya queda garantizada la pavimentación de la ruta nacional 86 entre Tartagal y Tonono".
Con firmeza y total convicción, hace siete meses atrás, parado en medio de lo que debería ser la cinta asfáltica cuya construcción quedaba garantizada en el término de precisamente 7 meses, el ministro de Infraestructura de la Provincia, Sergio Camacho, anunciaba el inicio de la obra que mejoraría -en realidad haría posible- la comunicación con esa región del Chaco salteño.
La pavimentación parte de poco más allá de la intersección con la nacional 34 en Tartagal , atraviesa el barrio Roberto Romero y abarca una veintena de comunidades criollas y aborígenes que se ubican al costado de esa ruta nacional.
Como en toda obra que se precie de tal, los funcionarios colocaron un gran cartel, se tomaron fotos delante del mismo, hicieron el anuncio, pero eso fue todo. Pasados 7 meses el estado de ese camino fundamental también para la producción local, ya que en ese tramo se ubican grandes establecimientos productores agrícolas y ganaderos, es desastroso.
Tanto en los meses de sequía como cuando llegan las grandes lluvias, aunque en estos últimos aún para los grandes camiones o vehículos doble tracción, es riesgoso transitar.
A las pocas semanas "del inicio de los trabajos" la Secretaría de Medios de la Provincia anunciaba lo siguiente: "Avanza la pavimentación de la RN 86 Tartagal-Tonono: Sáenz supervisó la obra", tras lo cual especificaba la información que los 34, 40 kilómetros "que se están ejecutando llevará desarrollo a las comunidades originarias de la zona y a la producción del departamento San Martín. Además se realizará la instalación de líneas de media y baja tensión, perforación de pozos de agua y un acueducto". Fin de la historia, ya que los trabajos nunca comenzaron.
Un poco de historia
La ruta nacional 86 es una carretera argentina que comienza en la provincia de Formosa. En su recorrido de 521 km, paralelo al río Pilcomayo (límite con Paraguay), une la ciudad de Clorinda y el paraje Puerto Irigoyen. El tramo entre Clorinda y el empalme con la ruta provincial 22 se encuentra asfaltado. Hacia el noroeste -hasta Tartagal, en la provincia de Salta-, el camino es de tierra.
Ya en octubre del año 2013 el Ministerio de Infraestructura de la Nación adjudicaba la construcción del tramo Tartagal - Tonono de la ruta nacional 86, con un presupuesto de 72 millones de pesos, a la empresa Incovi para pavimentar ese tramo de 35 kilómetros, desde Tartagal hacia el este. La obra estaba comprendida en el plan de pavimentación y mejoramiento de esa ruta nacional.
Dos años más tarde -julio de 2015- Vialidad nacional y la empresa Incovi firmaban el contrato de preadjudicación de la obra.
Pero en 2019 el gobierno de Mauricio Macri suspendió esa obra priorizando otras carreteras argentinas ubicadas más en la zona central de nuestro país dejando al norte -nuevamente - en esa condición de marginado para las políticas de integración y desarrollo en lo que a vías de comunicación se refiere.
El anuncio del ministro Camacho fue realizado el año pasado, hacen siete meses, antes de la elección de la campaña para elegir legisladores provinciales. Quien en sus redes sociales suele recordar asiduamente la última de las promesas no cumplidas es la Dra. Graciela Lena, ex directiva de la empresa de producción agrícola y ganadera y de quien también depende la Fundación El Fortín, que ayuda a las comunidades más postergadas de la ruta 86, tanto criollas como aborígenes.
Como tantos productores y originarios son ellos los que realmente padecen la pésima condición de esa ruta que debería pavimentarse para mejorar la condición de vida de tantos salteños originarios, pero también para propiciar el desarrollo productivo del norte de la provincia. Tal como lo anunciaban los flayers, fotos y videos que se difundían antes de la última campaña política.