inicia sesión o regístrate.
Con las poco alentadoras noticias de que la canasta escolar tiene este año aumentos más que considerables respecto de 2021 como los útiles con un incremento promedio del 63,39% y las zapatillas y los guardapolvos con un alza del 54,21%, según un relevamiento de Consumidores Libres difundido el 11 de este mes, las ferias de Perico se fortalecieron como destino de compra de temporada. Son cientos los salteños que deciden viajar a esa ciudad jujeña con la lista de útiles en la mano y comprar al por menor e incluso algunos buscan asociarse con otros padres y tutores por aula para beneficiarse de una compra por mayor.
Allá se encuentran habilitadas cinco ferias municipales: la mayorista, la minorista, la del remate, la de ropa americana y la Saladita.
Además, ya se palpita la inauguración en marzo próximo del Polo Comercial y Cultural, un proyecto del Programa Nacional Argentina Hace, dependiente del Ministerio de Obras Públicas de Nación, que quedará en el corazón del barrio Santa Rosa (donde ya está instalada La Saladita). Allí se sumarán a vender sus productos 41 familias de artesanos.
Por el momento los lunes, miércoles y viernes cuando coincide la apertura del Mercado Frutihortícola con las demás ferias el movimiento es incesante, aunque mengua un poco los martes, jueves y sábados en que trabajan solo comercios y puestos.
Así, los periqueños atraen al consumidor con diversos rubros: verduras, frutas, ferretería, electrónicos y electrodomésticos, bazar, mercadería no perecedera, calzados, ropa, forrajería, regalería, juguetes, rodados, librería y papelería y marroquinería, entre otros.
La minorista está en funcionamiento hace 23 años y la integran 450 puestos.
Bajo ese gran galpón Sandra Tacacho (40) abrió un puesto de ropa deportiva hace ocho años. Consultada acerca de los intereses de los clientes que se acercan a su negocio, los condensa en un par de palabras: “buenos precios”. Aunque también las facilidades que da para el pago de los productos resultan atractivas a los ojos de los clientes. No son mayoría los puestos que en Perico tienen condiciones de ofrecer pago con tarjetas de crédito y débito e incluso crédito personal: plan DNI y plan recibo de sueldo.
“Aparentemente nuestros precios son más baratos, porque es lo que nos comentan quienes vienen desde Salta, el resto de Jujuy y otras partes”, señala Tacacho.
Entre las mochilas escolares de su puesto hay réplicas de marcas internacionales como Adidas y Nike y originales de la argentina Footy, la italiana Diadora, la brasileña Penalty y la estadounidense Wilson. Por ejemplo, las que traen luces y lentejuelas y encandilan a los infantes valen entre $3500 y $4000. Mientras que las juveniles están entre $4000 y $4500. Los conjuntos deportivos de acetato se ubican entre $2000 y $2500, y los de algodón en $4500. Las zapatillas deportivas oscilan entre los $6000 y hasta $17000 en marcas como Urbana, Narrow o Dromo. Las Topper, Fila, Olímpico, Adidas y Nike originales parten desde $16000.
Los clientes pueden elegir entre cientos de opciones de marcas, calidades y precios. Jan Touzeau
Tacacho comenta que la gente recién se está adaptando a la suba en los precios consecuencia de la depreciación del peso en relación con el dólar. Aún así un escolar puede vestirse para hacer actividad física por alrededor de $9000 (zapatillas Capa a $5500, el conjunto a $3000 y una remera a $600).
El Tribuno se encontró a la salteña Marisa Marín (45) recorriendo la minorista con sus dos hijos Victoria (9) y Amadeo (10). Ella vive en el sur del país, pero estaba visitando a sus familiares en Salta Capital y desde hace varios años compra los útiles y accesorios escolares en Perico, salvo el año pandémico. “Llegué acá por recomendaciones y hay mejores precios que en Salta, los hemos comparado. Creo que es un ahorro de entre 30 y 40%. Lo que más conviene son las mochilas, las cartucheras, las carpetas y los repuestos de hojas. También las medias y las remeras para gimnasia. Hay que buscar en la mayorista y la minorista”, aconseja.
Otras normas de descuentos
Unos 500 locales comerciales conforman La Saladita.
Entre ellos Graciela Vargas (46) tiene desde hace ocho años su comercio, denominado La Dragona, sobre la calle 20 de Junio 132 frente a la escuela profesional. Ella comenta que los clientes suelen frecuentar su comercio cada diciembre. Van con las listas de útiles en la mano porque las instituciones escolares públicas y privadas suelen proveerlas para que las familias puedan comprar con tiempo en la creencia de que los comerciantes les aplicarán aumentos a los útiles, papelería, libros e indumentaria y calzados escolares en febrero del año siguiente, previo al inicio del próximo calendario académico. Aunque las noticias en los medios de comunicación relevan los incrementos interanuales con grandes evidencias de los movimientos de precios, Vargas advierte que estos razonamientos no rigen en Perico. “Diciembre es desventajoso aquí, porque en enero y más aún febrero se ponen a funcionar las librerías a full y entonces la competencia hace que los precios bajen. En diciembre los productos acumulan las subas de todo el año y en febrero se los baja para que se muevan las ventas. Se busca que la gente, en plena temporada, tenga más opciones”, explica.
Los padres van con la lista de útiles en mano y miran precios por mayor y menor. Jan Touzeau
Graciela añade que el comerciante de Perico está dispuesto a igualarse con otros que ofrecen mercadería análoga porque ve la ganancia en el volumen de ventas. “Nos interesa la ganancia, pero no le aplicamos al producto mucho porcentaje que tenga que pagar el cliente, porque nos importa la cantidad”, indica. Agrega que van familias del Noroeste, aunque norteños residentes en el sur del país, de vacaciones en Salta, Tucumán y Jujuy para visitar a sus familias núcleo, se desplazan a Perico porque el salto en los precios es gigante respecto de provincias como Santa Cruz, Río Negro y Tierra del Fuego. “Ellos agarran el canastito y no miran los precios, tienen una mayor capacidad monetaria que otros. A la gente no le queda opción, porque la gente debe mandar a sus hijos a estudiar igual. Aunque les duela pagar, todos hacen su esfuerzo”, concluye.
La pandemia modernizó a los comerciantes
Gabriela Cabana (34) hace seis años puso Chamaco sobre la calle 20 de Junio local 93. Comenta que en su negocio consideran por mayor una compra de seis productos del mismo modelo de útiles y de tres unidades o más de juguetes. Añade que en su mayoría los padres van con sus hijos, que a pesar de su corta edad ya son muy discriminativos con sus gustos y eligen los diseños que desean, entre estos ganan los dibujos de moda en series y películas.
Cabana admite además que los aumentos van desde el 20 hasta el 50% respecto del año pasado y eso provoca que los clientes que están fidelizados al paseo de compras tengan una primera impresión no grata. Sin embargo, pronto lo asimilan porque no solamente es el comportamiento de ese rubro, sino que la suba es generalizada a otros sectores.
Por su parte Mabel Segovia, del local 71, aporta que un sello distintivo que les dejó la pandemia fue el comercio on line. A puertas cerradas, muchos de ellos organizaron a los clientes en grupos de whatsapp, donde hasta el día de hoy los tienen al tanto de las novedades. También se habituaron a crear contenidos para redes sociales como Facebook e Instagram.
“Lo que tenemos en la feria de Perico es que manejamos muy buenos precios y por eso viene gente de todos lados. Hacemos por mayor y menor. Es una feria concurrida y segura. A veces la gente se queja de la atención en vivo, por eso sería bueno que los patrones les den instrucciones a sus empleados para que atiendan mejor, opina Mabel, que atiende personalmente a quienes ingresan a su comercio, en el que se destacan mochilas y bolsos de viaje, originales y de imitación. Ella, por ejemplo, toma precio mayorista a partir de tres artículos, iguales o diferentes entre sí.
Candela Céspedes (34) hace seis años trabaja en Baratísimo Bazar, local 45, donde los toma todo
Romania de 850 ml valen $1570 por mayor y los mate listo, muy populares entre los adolescentes, salen $180 por mayor. Ellos estiman que bajo esa categoría entra la compra de tres artículos con la combinación que desee el cliente. Aunque hacen temporada escolar con viandas y termos, dice que sus mayores compradores son las familias que renuevan el hogar o parejas que empiezan a equipar la casa.
Los padres llevan a los hijos para que elijan los motivos de carpetas y mochilas. Jan Touzeau
También en La Saladita la empleada Sofía Guanca (19), de Sheva Woman, alienta a los transeúntes a entrar en el negocio promocionando los guardapolvos Arciel a $800 y los ponchos a $400, por docena en diversos o iguales talles, y las camisas escolares a $1000 por docena. Guanca dice que durante la temporada escolar es habitual que lleguen dos madres en representación de la comisión entera a buscar delantales a precio por mayor y llevan tres docenas. También que las colas ganen cuadras y cuadras, lo que se ha acrecentado por el cumplimiento de la distancia social entre cliente y cliente que rige en pospandemia. Su actitud de venta es en persona igualmente activa que en la virtualidad, ya que pasa catálogos por whatsapp y detalla con fotos y precios la mercadería que ingresa a través de Facebook. Esto les ha incrementado los envíos a todo el país, señala.
Los descuentos por mayor son más que interesantes. Jan Touzeau
Cerca de allí Luis Dávila (30) cuenta que hace seis años instaló Casa Rucci en el local 38. Él afirma que la mayor salida en esta temporada la tienen los conjuntos deportivos. De acetato y de la marca Emanuel por Adidas, talles del 6 al 16, valen $980 por mayor y de una marca nacional en algodón y también por mayor $1250. Mientras que las pecheras de marca Arciel, talles del 6 al 16, cuestan $550 y $1000 las mochilas por mayor. “Estamos en una situación pospandemia. Antes el precio mayorista arrancaba en $5000, luego lo bajamos a $3000 y ahora lo consideramos a partir de la segunda unidad”, detalla. “El internet nos ayudó a trabajar, aunque como había desconfianza por las estafas al principio hacíamos videollamadas”, destaca.
Los precios de los útiles
Rocío Sergovia (23), empleada de Casa Briana, frente a la puerta de la Feria Frutihortícola, comentó que son mus buscados los respuestos y cuadernos, y que los clientes modificaron su conducta de inclinarse por las primeras marcas. Detalló que los cuadernos ABC Rivadavia de 100 hojas rayados o cuadriculados cuestan $430, el Laprida $360 y el Gloria $375.
Los repuestos escolares de 480 hojas rayadas y cuadriculadas Laprida están a $860 y el Éxito a $1010 igual que el Rivadavia. Las carpetas N.º 3 valen entre $470 y $520. El cuaderno Nº 3 tapa dura forrado de 100 hojas rayadas Éxito $590, el block El Nene Nº 5 de diez colores $250 y el blanco $230. Llevando por cantidad estos precios se reducen.
Los viáticos
Jorge Silisque (32) coordinador de las ferias municipales de la ciudad de Perico, señaló que el accionar de mecheros y punguistas fue frenado por una guardia urbana municipal que está recorriendo los predios constantemente. Ellos se suman al personal privado de los comerciantes. Así, los visitantes pueden pasear y sentirse seguros. Silisque señaló que en las ferias reciben “todo tipo de público, de todas las edades, pero viene mucha gente del norte y del sur del país”. Además, dijo que el gran atractivo sigue siendo el mercado Frutihortícola municipal, que “es el abastecedor de toda la provincia y formador de precios”.
Las opciones son muchas, por lo que hay que tomarse un día completo para recorrer bien. Jan Touzeau
El salteño David Quispe (32) fue en auto con dos amigos por primera vez para ver la conveniencia de los artículos de bazar e indumentaria. “Depende del sector que visitamos los precios eran iguales o más baratos que en Salta. La minorista tiene precios un poco menores. En Salta las camisas están entre $2000 y $5000, mientras que acá salen entre $1700 a $ 2000. En La Saladita había de $1000 y $1200. En cuanto al bazar una taza de cerámica sale $500 la unidad en Salta y acá tres a $500. Sí convienen la ropa interior y las medias”, detalló.
Agregó que pusieron $1200 cada uno para la nafta y que demoraron una hora y media en llegar a destino en auto. Además, un almuerzo en un restaurante frente a la plaza del pueblo les salió $2480 (tres platos de matambre a la pizza con acompañamiento de papas fritas y una gaseosa de primera marca de litro y medio).
Si se va en ómnibus $1400 cobra la ida y vuelta La Veloz del Norte, $1440 Balut y $1800 Flecha Bus, mientras que $2000 sale ir en un remise compartido.