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“No me victimizo sino que me hago cargo de quien soy: una mujer trans”

Una charla a fondo con Camila Spears, la "trava madrina" que alegra y energiza las despedidas de solteras.  
Jueves, 24 de febrero de 2022 19:17
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Camila Spears ofrece shows en los que combina varieté, canto, baile y humor. En su repertorio incluye temas populares que tratan sobre la infidelidad y los celos en la pareja, situaciones que le ha tocado vivir de una manera u otra al común de la gente y que siempre provocan entre el público miradas cómplices y carcajadas. También muestra su costado performático al interpretar a Thalía, Beyoncé, Cristina Aguilera, Britney Spears y Jennifer López. Asimismo utiliza canciones de Pimpinela y cumbias del recuerdo para hacer humor.
Su cuadro más exitoso entre los espectadores es el “Putón Verbenero” o flamenco travesti, con el que abre sus shows. “Es un enganchado de temas ocurrentes, que no dejan de ser un poco picantes”, lo define. Añade que los números que más le gusta compartir son aquellos basados en historias de vida, al estilo Midachi. 
Ella comenzó a capacitarse para entrar en el ambiente artístico en 2001, con 11 años. “Me metía a hacer salsa en un gimnasio por chusma, porque quería bailar y sentía que el movimiento y la música pasaban por mi cuerpo y por mi sangre”, recuerda. A los 13 empezó a estudiar teatro con Claudia Mendía y danza clásica con Candela García Schwarcz. Luego se formó en los estudios de Iván Barrientos, Marcelo Díaz y Alejandro García.
Trabajó con Rafael Monti. Actualmente aquilata cada paso dado en la consecución de sus metas. Siempre agradecida, recuerda que le han dado becas para que pudiera estudiar, “porque el arte no es de acceso público, aunque estaría bueno que sí lo fuera”. Camila en 2020 se reveló como una gran tiktoker, pero puertas adentro también se subió a una ruleta de emociones durante el año de la cuarentena.
En 2021 fue la Chica Stone, embajadora de belleza del estilista Sebastián Stone y en lo que va de 2022 cumple una apretada agenda de shows. 

¿Cómo surgió la trava madrina, ese personaje que derrocha picardía y belleza y “conjura” a sus ahijadas con un decreto que rima, al que vos llamás “el himno”?
Surge hace ocho o nueve años atrás cuando por primera vez actué en una despedida de soltera y como obviamente hay madrinas en los casamientos me apodaron la madrina de ella. Además, a mí siempre me gusta quitarles el peso a las palabras. Este adjetivo de trava que al que utilizan como algo despectivo. Yo se le quito y lo uso como algo lindo: la trava madrina que lleva humor, la trava madrina que lleva buena onda y la trava madrina que muestra esta otra faceta de las mujeres trans que también laburamos poniendo el pecho al país, que somos parte de este sistema, de esta sociedad. Mi eslogan de que soy la trava madrina surge de que llevo esta cuestión de visibilizar bien.

¿Qué reacciones suscita tu presencia entre el público?
El público me recibe específicamente con toda la buena onda. Al principio obviamente está la cuestión de que “todo lo que uno no conoce le da miedo”, entonces voy más que nada dirigiéndome primero al público masculino, lo voy “amansando” de una forma u otra con mi humor, mis chistes, mi forma de ser arriba del escenario, van entrando en este juego y cuando termino el show se les pasó rápido porque estaban divertidos, entretenidos y se murieron de la risa. De las mujeres también recibo admiración. Muchas de ellas me dicen: “qué bonita sos, qué lindo tu maquillaje, tu peinado, el vestuario”. 

Me imagino que el repertorio debe de generar empatía entre el público femenino, que en una despedida de soltera “larga” sus aciertos y desaciertos en el amor...

Sí, esa cualidad de compinche con la mujer, porque mis monólogos mayormente hablan sobre las cosas que pasamos las mujeres como los celos, los desamores, las infidelidades. Les damos un poco con un caño a los hombres, pero a través del humor y todo resulta menos agresivo.

¿Cómo se desenvuelve el show y cómo hacés para que la gente se prenda con las dinámicas propuestas y deje de lado la timidez?
En un principio el show arrancó muy chiquitito, con monólogos y un musical, pero luego empecé a ver diferentes animaciones que se estaban haciendo en Buenos Aires y agregué juegos como la dinámica en la que hago que las chicas compitan entre sí. Todo tiene que ver con todo, porque más allá de la competencia es un día para reunirse, pasarla bomba y festejar. Luego me expandí con un servicio de tragos, también con strippers (solo para despedidas de solteras) y cada año voy cambiando los musicales. También se ve como tendencia que hay muchas despedidas solteras mixtas, en las que festejan la pareja y los amigos de la pareja, entonces uno se va adaptando. Creo que esta es la clave, porque no solo hago despedidas, sino también casamientos, baby shower, cumpleaños para todas las edades. 
La gente disfruta de todos los cuadros, hasta de los más jugados como “El cardenal”, en el que hago la canción de Violeta Rivas y hago pasar a alguien del público y le pido que me ayude a buscar “mi cardenal” entre comillas y ahí se presta para una cuestión lúdica y musical muy graciosa que, la verdad, hay que estar ahí para verla y sentir al público vibrar, se mueren de risa.

Para vos el humor es un mecanismo para desmitificar, para alejar aquello que daña. Pero ¿de qué se puede reír ahora cuando existe la conciencia de que entre los contenidos de este género había mucha discriminación?

Mi vida ha sido un constante andar en la sociedad no victimizándome, sino haciéndome cargo de quien soy y eso me ha llevado a que si me dicen “traba”, “trabuco” “travesti” “puto” y todos esos adjetivos descalificativos que pueden llegar a decirnos los cuadraditos de cabeza a nosotras, las chicas trans, o a nuestro ambiente, reciban de la trava madrina ese mensaje específico que lo dejo muy en claro: yo soy una mujer trans. Les saco el peso a estos insultos para que no te rías vos de mí, sino yo con vos, porque para mí también puede ser gracioso. No a todo hay que tomárselo en esa cuestión de ideales. No voy a dejar obviamente pasar el que sí tenemos muchas pugnas en nuestra comunidad, mucho sufrimiento por la discriminación; pero lo que yo quiero dejar en claro siempre en un show es eso: que a todo lo que vos quieras hacer o decirme yo lo voy a hacer primero, porque aquello con lo que vos me querés venir a atacar para mí es parte de mi vida, de mi andar, de mí en el día a día y no se va a dañar ni me vas a hacer sufrir porque me insultes de esa manera.
¿Y qué sí te hace sufrir? 
Me hace sufrir mucho la desidia o la indiferencia del Estado, de las instituciones, del sistema sociolaboral para con nosotras las trans. Eso me haces sufrir mucho más que un insulto o una situación. Entonces para mí hay que poner hoy el enfoque en generar inclusión y la inclusión está en mí y por eso llevo este eslogan de la trava madrina. Para mí, inclusión es hacernos ver que todo eso a lo que le tienen miedo no tienen por qué temerle. No tienen por qué temernos, ni a los cambios que pedimos para ser incluidas, para ser parte y dejar de poner “esto no es normal o esto sí es normal”. Anormal debería ser no poder llevar un plato de comida a tu mesa o no poder vivir de un trabajo, de la vocación que cada una tiene. 

Hablemos de lo que más te llama la atención de las despedidas de solteras...
 Lo que más me llama la atención de los grupos es que siempre me reservan una anécdota diferente. Lo que más rescato es que veo en cada grupo una fraternidad, una hermandad, una amistad diferente. Cuando hablamos y charlamos en una parte del show surge cómo es la historia de los novios y siempre me llama la atención el cómo se proponen en casamiento desde regalándole una estrella, que ahora se hace eso mucho, hasta mandándolo al perrito con una nota en el collar preguntándole si se quiere casar. ¡Hay tantas anécdotas que yo la verdad es que las llevo en mi corazón! Y me hace muy feliz siempre la energía que portan algunas mujeres ¡y son muchas las mujeres! La energía de la mujer es muy importante, muy, muy fuerte, y cuando muchas mujeres se juntan imagínate ¡es una bomba atómica! Así es que me llevo muchas amigas después de cada despedida de soltera, más allá de que son “mis ahijadas putativas”.

¿Cuáles son los sueños que te gustaría cumplir en un corto plazo?
Son muchos años de trabajo, pero realmente a esta altura de mi vida siento que estoy viendo los frutos de cómo la vengo remando. Voy a cumplir 34 años el viernes y al principio fue muy difícil. “Los sueños sueños son” dicen, pero yo trato todos los días de hacerlos realidad. A veces cuando estoy haciendo mi laburo siento que me falta un poquito el aire, que me voy haciendo grande y que realmente el cuerpo está exigido un poquito a esta altura; pero trato de darlo todo emocional y físicamente. Haber llegado hasta esta instancia me parece increíble, porque me veo cuando tenía diecisiete años y por primera vez estaba sobre el escenario del Teatro del Huerto haciendo de Britney Spears y empezando a hacer mis primeros shows en la Balcarce y de ahí empezar a trabajar en los boliches y no haber parado nunca de hacer cosas arriba del escenario, porque esta es mi vocación y así la vivo, como una agradecida de la vida y con Dios por darme esta oportunidad de tener a tanta gente a mi alrededor que siempre me está apoyando. 

También el público... 
Por supuesto, porque si no existiera ese público y no hablo como alguien que se cree famosa sino como alguien que labura de esto, y es el público el que me da de comer. Entonces hablo del público que está todo el tiempo queriendo llevar el sello de la madrina y yo contenta cuando me dicen: “Yo quería tenerte en mi cumpleaños”, “yo quería que vengas a mi despedida de soltera”. No sabés cómo me elevan el alma, cómo se me ensancha el     corazón.
 

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