inicia sesión o regístrate.
El contador Víctor Hugo Claros se despide hoy de la gestión en la Universidad Nacional de Salta, luego de tres períodos como rector, tres como decano de la Facultad de Ciencias Económicas y uno como consejero. Fueron 21 años y quizás un poco más dedicados por completo a la casa de altos estudios, donde también se graduó. Si bien confluyen en él emociones encontradas está orgulloso por la tarea cumplida de todo un equipo que lo acompañó estos años, no deja de repetir los nombres de cada una de las localidades de la provincia (seis) donde ahora los chicos pueden estudiar en la universidad y por ende tener un futuro mejor.
Claros, durante su gestión, logró además una mayor presencia de la UNSa en organismos e instituciones provinciales y nacionales. En 2014 se integró al Consejo Económico y Social de la Provincia, fue designado entre 2015 y 2019 miembro del Consejo de la Magistratura. Luego fue elegido presidente del Consejo de Planificación Regional de la Educación Superior (CPRES) del NOA, y en plena pandemia, designado como presidente del Consejo de Rectores por la Integración de la Subregión Centro Oeste de Sudamérica de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Ecuador y Perú.
“Somos muchos los que venimos de hogares de alta pobreza y de escasos recursos y el poder estudiar nos dio la posibilidad de tener una mejor vida, y lo único que a mi me queda es un infinito agradecimiento a la universidad pública”, destacó Víctor Claros.
¿Qué balance hace de su gestión?, ¿cuáles fueron sus principales logros?
Acá se juntan más cosas cuando hablamos de 50 años de la universidad. Soy estudiante egresado de esta universidad, he sido el primer rector egresado de la misma universidad. En mi recorrido tuve tres períodos de decano y tres de rector, entonces, estamos hablando de 18 años, que si a eso le sumamos al menos un período de consejero que me acuerdo, pueden ser más, hablamos que más del 40% de los años de la universidad he estado en gestión. Se cambiaron muchas cosas, en Ciencias Económicas una de las primeras fue el poder conseguir 200 cargos docentes, tanto en transformaciones como cargos, la licenciatura en Economía cuando yo llegué a decano no tenía ni un docente y ahora está todo completo. Y como rector, para no ser tan reiterativo pero creo se merece recordar, tuve que llevar a Metán, Rosario de la Frontera las sedes, la de Cafayate, Santa Victoria Este que hoy tiene 33 recibidos de pueblos originarios y criollos. También en este período llevamos a San Antonio de los Cobres la carrera de Electromecánica y a Joaquín V. González la de Sistema Productivo Ganadero. Si bien existían Orán y Tartagal, en Orán había tres carreras y yo les llevé seis más. Y en Tartagal, consolidamos el presupuesto para Enfermería, reafirmamos Santa Victoria.
La gestión anterior había conseguido aproximadamente 800 cargos docentes y en este último período 530 cargos. Es una cantidad muy fuerte porque además por primera vez en la historia en un año se consiguen 50 cargos para el personal no docente, de apoyo universitario.
Toda esta vivencia más la infraestructura como las Aulas Norte, que antes eso era todo yuyos y ahora tiene hasta un ingreso; también el edificio más alto que va a tener la universidad que es Electromecánica en Ingeniería que ya se está construyendo, hicimos el albergue. La biblioteca central que ya está inaugurada, ahora se tienen que trasladar todas las facultades. Se están terminando de colocar las estanterías móviles que la empresa tendría que haber terminado el 31 de marzo.
Si tuviera que elegir una cosa, ¿qué es lo que le da más orgullo haber hecho?
Yo creo que esto puede afectar a mucha gente, ha sido muy importante la extensión áulica y hasta recibí un premio para la universidad por la de Santa Victoria Este. En 2017, en Milán Italia, nos dieron un reconocimiento, a mi como Embajador de la Paz Dr. Honoris Causa y un reconocimiento a la universidad por la extensión áulica para los pueblos originarios, hay muy pocos ejemplos, no sé si son dos en el mundo, de haber llevado carreras a los pueblos originarios. También había situaciones difíciles en Metán- Rosario de la Frontera cuando llegamos, y ahora en los Andes, a lo mejor va a ser la gran salida laboral con las mineras. Otra cosa que a mi me deja tranquilo es todo lo que incrementamos en becas, cuando yo llegué el 12 o 13% del presupuesto de funcionamiento era para becas, lo duplicamos y más todavía porque entre el 25 y 26% de todo el gasto de funcionamiento anual de la universidad se ha puesto en becas, además se ha incrementado la cantidad de chicos que comen, también es un orgullo haber podido habilitar el comedor de Orán, de Tartagal, de Rosario de la Frontera. En Santa Victoria, donde cerró en otro período, ahora están comiendo.
Elegir una sola cosa es difícil, pero yo creo que la extensión territorial, la cantidad de laboratorios, albergue, vestuarios, sanitarios. También es un orgullo Medicina, va a ser la solución no solo para estudiantes que tengan vocación de ser médicos, sino la solución sanitaria para la provincia, eso se va a ver dentro de unos años. La extensión áulica que traje de Tucumán en el 2015 ya tiene para fin de año 16 médicos recibidos que estudiaron en Salta y hay otros 10 que pueden llegar para 2023, o sea, 26 nuevos médicos muy pronto.
¿Qué falta para que la UNSa tenga la carrera de Abogacía? Usted dijo que podría estar lista a partir de 2023?
Estamos dejando casi lista la carrera de Abogacía, viene para ser doble titulación. Ciencias Económicas está trabajando con Jujuy, eso está avanzado y dependerá de si la nueva gestión quiere avanzar o frenar. La decisión será de ellos.
Y qué cuentas pendientes le quedaron...
Tantas cosas. En Medicina, por ejemplo, queríamos llevar cupos para el interior. Me gustaría que se estudie la posibilidad con la condición de que después esos jóvenes se queden a ejercer en sus zonas de origen. También queda para firmar el comodato por 20 años de la hostería que será la sede de la UNSa en Cafayate.
¿Cuánto dinero queda en las arcas de la universidad?
Los fondos que quedan aproximadamente en plazos fijos son 1.500 millones de pesos, eso está casi totalmente destinado a cubrir los concursos que se tienen que empezar hacer. Las facultades y las sedes son las que tienen los cargos docentes, no el Rectorado. Hay como 800 cargos docentes y con las creaciones de los nuevos cargos no docentes 190, todo eso puede implicar un costo de 1.500 millones de pesos, que es el dinero que queda.
Hay que tener cuidado con lo que se quiere hacer porque uno dentro de todo va resguardando el dinero y además nosotros teníamos un disponible en cuenta corriente de aproximadamente 400 millones. El dinero que viene para sueldos se deposita entre el 8 y el 10 de cada mes y teníamos esa disponibilidad en el banco para que puedan cobrar el último día del mes o a más tardar el primero. Eso después se cubría de nuevo con los fondos nacionales.
¿Qué universidad le está dejando a la próxima gestión?
Dejamos una universidad organizada, sin sobresaltos financieros ni económicos, está todo controlado, los sueldos se pagan al día, incluso a veces se pagan antes de que termine el mes cuando hay un feriado. Se están dando planes de mejora, se han acreditado muchas carreras, hay que continuar con los planes de mejora, se está dejando una universidad con muchos comedores para estudiantes, un comedor que me tocó inaugurar para los trabajadores en sede central. Becas, importantes fondos para becas, casi 190 millones de pesos corresponden a este año.
Cuando nosotros llegamos a la gestión en el 2010 nos encontramos con una deuda a la AFIP de 100 millones de pesos, cuando el presupuesto anual de la universidad era de 38 millones de pesos. Eso todavía se está terminando de pagar después de tantos años y sin ningún sobresalto. Me tocó en los nueve años de rectorado, con pandemia de por medio, entregar casi 8 mil títulos, es decir, duplicamos la entrega. Otra cosa, hubo que ir y pelear fuerte por el presupuesto. Este año con la política salarial estamos hablando de un presupuesto que va superar los seis mil millones de pesos, eso no se lo podían ni imaginar.
Antes de esta preinscripción 2022 ya teníamos aproximadamente 40 mil alumnos, ahora de los 30 mil preinscriptos de este año, quedando un tercio nomás, llegamos a 50 mil. Ya somos una universidad muy grande, 4 mil trabajadores.
Su mensaje por los 50 años de la universidad...
Esta joven universidad que ya tiene huellas muy marcadas, en el territorio nacional y por qué no también a través de sus egresados, internacional. Que realmente siga creciendo, que ha hecho mucho bien a la comunidad incluso en la pandemia se puso a la altura de las circunstancias, no solo de forma interna sino ayudando al Gobierno, a los municipios, a mucha gente.
Entre todos tienen que seguir trabajando, que realmente sea muy importante, que le vaya bien a todos, en cada uno de los lugares de las unidades académicas, tanto facultades como sedes. Ahora también es importante ver lo que son las aulas híbridas porque vimos que la bimodalidad llegó para quedarse. Dejamos 20 aulas híbridas con la tecnología necesaria. Para aquellos que somos los primeros en generaciones de familias el haber llegado a la universidad pública que tanto hace por los más vulnerables, por los que menos tienen. Somos muchos los que venimos de hogares de alta pobreza y de escasos recursos y el poder estudiar nos dio la posibilidad de tener una mejor vida, lo único que me queda es agradecimiento a la universidad pública. En algún momento yo dije, dejo la vida por esta querida UNSa y casi fue una realidad el año pasado cuando tuve una situación de emergencia sanitaria. Si lo tendría que volver hacer no tendría ningún reparo de dar todo mi tiempo y esfuerzo para que sea así.