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"El Materno Infantil está abarrotado: no hay clínicas que den respuesta a la interrupción del embarazo"

Esteban Rusinek, gerente del Hospital Público Materno Infantil.
Martes, 17 de enero de 2023 20:29
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El flamante gerente del Hospital Público Materno Infantil, Esteban Rusinek, quien asumió el cargo hace tres semanas, dialogó con El Tribuno sobre los desafíos para su gestión.

Se refirió a problemáticas sanitarias que impactan en el nosocomio, como el embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual, y consideró que es fundamental la educación sexual para prevenirlas.

Habló sobre la interrupción voluntaria del embarazo y dijo que este hospital es uno de los pocos que la garantiza desde hace dos años, cuando se reglamentó la Ley N° 27.610.

El funcionario comentó acerca de las enfermedades transmitidas por alimentos y la desnutrición infantil, una problemática que afecta, sobre todo, al norte provincial. La mortalidad infantil y materna es una preocupación, aunque aseguró que hay una leve mejora.

Por último, se refirió al conflicto con médicos y otros profesionales de la salud que trabajan en la parte pública y reveló que están "en compás de espera".

¿Cómo viene el proceso de cambio de gestión?

Muy desafiante, porque implica ver desde otro lugar. Los últimos tres años, yo estaba como director de Perinatología, acompañando al doctor Mangione (exgerente del HPMI y actual ministro de Salud Pública). Al asumir esta gran responsabilidad, entiendo el "sillón" del gerente y es desafiante, pero trataré de estar a la altura.

¿Cuáles son los temas que le preocupan o le parecen desafiantes?

Cuando asumí, planteé que una de las cosas más importantes que quiero es mejorar la accesibilidad de la salud: tratar de llevar el hospital a la gente. Por eso, trabajamos en mejorar la gestión de turnos. Sabemos que tenemos problemas con el 0800, así que vamos a aumentar herramientas y a trabajar en eso para mejorar.

El hospital es grande y tiene una demanda muy alta. Tenemos 6 mil partos anuales; se hacen por día unas 550 consultas y, aparte, vemos 150 pacientes en la guardia de adultos y 300, en la pediátrica. Tenemos muchos internados y más de 15 cirugías por día. Se trabaja mucho en el hospital.

Desde la pandemia, el hospital Papa Francisco dejó de atender obstetricia... ¿Esto los afecta?

Sí, eso nos afectó mucho porque, en un principio, el trabajo estaba bastante dividido y, ahora, somos el último lugar y la referencia en la provincia, así que vemos todo lo que es Capital, sumado a los pacientes que se complican en el interior.

¿Debería retomarse la atención obstétrica allá?

Eso lo estamos evaluando, porque quizás se puede compartir un poquito el trabajo. Va a depender de la situación epidemiológica y de las posibilidades, de si el hospital Papa Francisco puede volver a retomar esto.

El embarazo adolescente siempre preocupa. ¿Cómo está la situación?

Nosotros trabajamos hace varios años en la atención de los pacientes de transición y hay un servicio de adolescencia en el hospital que trabaja mucho con esta problemática.

Sin dudas, la planificación familiar, que es una de las premisas nacionales, es muy importante y tiende a disminuir también la mortalidad de prematuros porque las adolescentes tienen un alto riesgo de tener chicos prematuros y con complicaciones. Es una herramienta que debe ser fuerte.

El hospital trabaja mucho en planificación familiar posparto. Toda paciente que ingresa al hospital, así como se va con todas las vacunas, se va con un método anticonceptivo propuesto. Muchas veces salen con un DIU (dispositivo intrauterino) colocado, con implantes o con medicación anticonceptiva. En nuestra área operativa, trabajamos en red con 32 centros de salud y hacemos mucho hincapié en la planificación familiar.

Para que esto prospere, la clave es la educación: por eso, planteamos estrategias educativas firmes.

¿Es posible acceder a métodos anticonceptivos?

Nosotros tratamos de que el paciente se vaya con el método. Hay momentos en que tenemos de todo y hay otras épocas en que varían, pero siempre le damos alguna solución al paciente.

Hace unos días, se conoció sobre el aumento de casos de sífilis en Salta. ¿Esto lo ven en el hospital?

Sí, lo vemos. Trabajamos por métodos de detección de enfermedades de transmisión sexual. Tenemos un laboratorio de biología molecular que trata de hacer los estudios de forma más rápida para tomar medidas de acción lo antes posible, ya que la sífilis es una patología que crece y que, por la contaminación de la madre al bebé, genera complicaciones graves en los chicos.

Con educación sexual, eso cambiaría muchísimo. El hincapié que hacemos acá con eso lo queremos hacer también en el norte. El trabajo extramuros que hacemos se va a intensificar. En 2022, hicimos 7.400 consultas y eso lo vamos a tratar de replicar y duplicar, porque aumentaremos la frecuencia de estas asistencias y el apoyo a las clínicas del norte para lograr algún efecto, siempre con ayuda del Ministerio y del Gobierno.

¿Cómo va la aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo?

Bien. Desde que la ley entró en vigencia y, una vez reglamentada, se debía hacer efectiva, en el área operativa del hospital formamos equipos interdisciplinarios de interrupción del embarazo, compuestos por ginecólogos, clínicos y psicólogos, que atienden a estos pacientes, dan la consejería en opciones y, dependiendo de si es una interrupción legal o voluntaria, los asesoran y les dan solución.

En su momento, Mangione dijo que las obras sociales no respondían y que el hospital era el único que lo hacía...

Ahora seguimos peleando por lo mismo. Espero que desde el Ministerio nos den una mano porque seguimos igual. El hospital queda abarrotado por estos casos de interrupción que tienen que resolverse rápido y no hay instituciones privadas que den respuesta.

Por casos de salmonella e intoxicaciones, las enfermedades transmitidas por alimentos estuvieron muy en boga. ¿Sigue el problema?

Sí, tratamos de hacer campaña de manipulación de alimentos, de información a la gente. Trabajamos fuerte la prevención. Con el Ministerio, buscamos formas de diagnóstico precoz, que nos permitan diferenciar el tipo de salmonella, para identificar pacientes infectados con la más peligrosa, tomar medidas preventivas y disminuir el riesgo de vida.

¿Reciben muchos casos de desnutrición infantil?

La mayor cantidad de pacientes en estado de desnutrición vienen del norte. Es un estudio que vio el doctor Mangione y, por eso, tenemos apoyo y fortaleza para prevenir y ayudar.

La desnutrición no es una patología que aparezca sola, sino que tiene que ver con un problema social y entendemos que la forma de solucionarlo es que intervengan varios ministerios. No es solo la parte médica. Se necesita agua, alimentos, vivienda... El doctor Mangione trabaja mucho con esto y nosotros lo vamos a seguir apoyando, como hicimos con Esteban (exministro de Salud Pública).

¿Cómo viene la mortalidad infantil y materna?

En 2022, tuvimos seis muertes maternas: dos fueron por causas tumorales, un Hodgkin de tumor abdominal, dos casos de neumopatías por COVID-19 y uno, por un mal epiléptico.

El año pasado, murieron 74 niños desde el nacimiento hasta el mes; 30, entre el mes y el año y 144, entre el primer año y los 15, de toda la provincia. Son números similares a los de los últimos cinco años, incluso mejorando levemente.

Los últimos meses hubo reclamos de médicos y profesionales de la salud. ¿Hay alguna novedad?

Estamos en un compás de espera. Gracias a Dios, los médicos entendieron que el doctor Mangione, quien negoció esto, nos va a ayudar mucho. Los entiendo, así es que tenemos que ver la forma de llegar a buen puerto.

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