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A partir del jueves por la tarde las estaciones de servicio de Rosario de la Frontera se quedaron sin combustible y la venta recién pudo reanudarse el sábado a última hora, cuando llegó un camión cisterna.
Solamente un establecimiento no tuvo inconvenientes con el suministro y quienes pudieron cargar, tuvieron que armarse de paciencia y esperar su turno ante las interminables colas. Teniendo en cuenta que la falta de combustible se dio justo en las fechas de fin de año, con la llegada de parientes y de rosarinos que trabajan en otras localidades y provincias, el casco céntrico se transformó en un caos para poder conseguir nafta o gasoil.
Ante esta situación, en diversos barrios de la comunidad muchos aprovecharon para comercializar y vender el combustible en sus domicilios, ya que a varios se les dificultaba ir hasta la única estación que estaba en funcionamiento, por la distancia que implicaba llegar a la misma.
"Ayer llegaron mis parientes del sur y cargaron nafta por última vez en Tucumán, un rato antes de llegar a Rosario, el problema es que como no están vendiendo acá, no sé cómo vamos a hacer ahora con las compras para la cena de fin de año y con todo los preparativos de la fiestas", expresó Julia el viernes, en uno de los expendios ubicados en el casco céntrico cuando El Tribuno realizaba un recorrido.
"Encima mi hermana, mi cuñado y mis sobrinos que viven en El Calafate y hace un año que no vemos, aprovecharon estas fiestas para venir y estar todos juntos. La idea era ir a pasar la fiesta en El Naranjo, pero si seguimos sin combustible, seguramente tendremos que cambiar de planes", agregó molesta.
Otra de las usuarias comentó que "en mi casa todos tenemos motos, en total hay cinco, que usamos para ir a trabajar y para todo. Hoy vinimos a cargar por lo menos el tanque de tres y nos dimos con la novedad de que ni siquiera sabían cuándo iba a llegar el camión con nafta. Es un desastre; casi todo el año hubo el mismo problema. De un día para el otro dejan de vender y nadie explica nada".
"Me dijeron que en la YPF que está sobre la ruta 9/34 hay nafta, pero nosotros vivimos en el barrio Palermo, que queda en la otra punta y así no nos conviene. Por eso, directamente vamos a tener que ir a comprar unos cuántos bidones en la casa de un señor que vende en otro barrio cerca de donde vivimos nosotros. Es un poco más caro, pero tampoco podemos quedarnos a pata y menos un fin de semana como éste", agregó.
Cabe señalar que pocos días atrás por los medios se anunció otra suba de combustible, por lo que también hubo quejas. Varios vecinos, molestos, aseguraban que "todo es una estrategia de especulación con los nuevos precios. Qué casualidad que cada vez que anuncian que va a subir la nafta o el gasoil, nos quedamos sin combustible. La verdad es que no sabemos qué pensar, porque siempre pasa lo mismo", manifestó el sábado un pequeño productor.
El Tribuno, ayer, pudo constatar que se normalizó la venta sin aumentos en dos y en una tercera sí subieron los precios.