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Ante las últimas jornadas con temperaturas elevadas que superaron los 30 grados, se acrecienta el riesgo de casos de salmonella. Por este motivo desde el Ministerio de Salud Pública recomiendan reforzar las medidas de higiene para prevenir.
El director general de Coordinación Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Provincia de Salta, Francisco García Campos, explicó que a lo largo de todo el año hubo notificaciones de casos de fiebre paratifoidea, causada por bacterias del género salmonella. Estos casos requieren internación y la población infantil es la más afectada.
"En lo que va del año se registraron un total de 770 casos y en la última semana fueron 17 los notificados", precisó García Campos.
Las cifras corresponden tanto al sector público como privado y constan en el Sistema Nacional de Vigilancia en la Salud.
Mantener las pautas de higiene y una correcta manipulación de alimentos, a fin de evitar salmonelosis, que puede producirse por la ingesta de alimentos contaminados es clave. El lavado de manos es primordial.
Tomar precauciones como no mezclar alimentos, por ejemplo, carne cruda con verduras crudas a la hora de procesarlos es fundamental. Esto no solo previene salmonella, sino otras enfermedades transmitidas por alimentos.
A la hora de comprar productos que se conservan refrigerados es importante mantener la cadena de frío. "Debe transcurrir el menor tiempo posible desde que se lo saca de la heladera del comercio hasta que llega a la heladera de casa. No pueden pasar tres o cuatro horas. Por ejemplo, si hay que hacer varias compras, se debe dejar la carne para el último", indicó García Campos.
En el caso de consumir verduras crudas como lechuga, apio, perejil, espinaca, tomate, es recomendable lavarlas con agua potable y en lo posible dejarlas 25 minutos en un bowl con una solución de un litro de agua con dos gotas de lavandina. "Eso desinfecta y sanitiza a los alimentos. Luego los enjuagas y ya los podés consumir con seguridad", sostuvo el especialista.
La mayonesa es un producto que siempre debe estar refrigerado. Solo debe permanecer afuera para el momento del consumo y se debe guardarla inmediatamente tras este. De lo contrario proliferan gérmenes y no tan solo salmonella sino cualquier otro tipo de bacterias que pueden provocar una infección o intoxicación alimentaria.
Reproducción bacteriana
Las temperaturas elevadas, por ejemplo, entre 37 y 38 grados son óptimas para una mayor velocidad de reproducción bacteriana. "Por lo tanto, si vos tenías dos gérmenes con el aumento de la temperatura en menos tiempo posible vas a tener dos mil. Eso hace que se agrave la situación y puedas adquirir una intoxicación alimentaria", refirió García Campos. Por este motivo los alimentos se deben conservar refrigerados por debajo de los 8 grados centígrados ya que eso provoca que se detenga el crecimiento microbiano.
El concepto
La salmonella es una bacteria que suele vivir en los intestinos de los animales y humanos y se libera a través de las heces. Por ello, se debe poner especial atención a la limpieza de los baños y la correcta higiene de manos, a fin de evitar la contaminación fecal y el circuito para el ingreso de la enfermedad conocido como ano-mano-boca. La bacteria puede transmitirse también a través de alimentos, como carnes de vaca y ave crudas, que se hayan contaminado en el proceso de faenado, o pescados y mariscos provenientes de aguas contaminadas.
Las recomendaciones
- Las carnes, pescados y productos de repostería deben estar refrigerados. Descongelar carnes y pescados en recipientes cerrados dentro de la heladera.
- Se debe evitar que las carnes crudas entren en contacto con otros alimentos crudos. Toda preparación que lleve carne debe estar bien cocida, sin jugos rojos.
- No consumir alimentos elaborados que, precisando de refrigeración, estén expuestos a la venta a temperatura ambiente.
- Especial cuidado con los huevos. Deben ser frescos y tener la cáscara limpia. No lavarlos. No partirlos al borde del recipiente donde se los batirá. No comerlos crudos o mal cocidos.
- Las mayonesas y salsas caseras deben consumirse de inmediato y no conservar sobrantes más allá de 24 horas.