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Dirigentes, preocupados por una ola de robos a entidades

En el Club Normal Rosarino ya hubo cinco robos y en el Club Progreso al menos tres.
Domingo, 26 de febrero de 2023 01:32
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Una ola de robos, desde hace varias semanas, tiene en vilo a los vecinos de la Ciudad Termal. Los últimos días dos instituciones deportivas, el Club Normal Rosarino y el Club Atlético Progreso, fueron víctimas de robos. También trabajadores de deliverys sufrieron robos, cometidos en emboscadas.

"Otra vez nos robaron y no sabemos hasta cuándo vamos a seguir sufriéndolo. Linda sorpresa nos dimos cuando llegamos con los chicos a entrenar y vimos que unos malvivientes, por no decir algo fuera de lugar, sacaron uno de los postes que sostienen los reflectores para poder robarlo. Ya estamos cansados de vivir esta situación y la policía brilla por su ausencia. No nos dan soluciones de ningún tipo. Es lamentable que pasen estas cosas", manifestaron en la página oficial del Club Normal Rosarino, que está ubicado en la avenida Sarmiento de Rosario de la Frontera.

"Ya no tenemos ganas de invertir ni un peso más en ese predio, si todo nos roban y nadie ve nada. Nos quitan las ganas de seguir trabajando por la institución, nos desaniman. Si saben de alguien que les ofrezca algún reflector led o algún panel solar se comunican con nosotros", publicaron desde la institución, la cual ya fue víctima del quinto robo. Además, uno de los dirigentes confirmó a El Tribuno que hasta la fecha "no pudimos recuperar absolutamente nada de todo lo que nos han robado".

En el Club Atlético Progreso, ubicado en el barrio Villa Vivero, lo sustraído en el robo perpetrado días atrás pudo ser recuperado casi de manera inmediata por el personal policial, pero en robos anteriores el club no corrió la misma suerte y pudo recuperar solo una parte de los cerámicos y demás elementos que estaban destinados a la construcción de los baños de la institución.

"En el último robo ingresaron al club dos hombres que no sabemos quiénes son. Intentaron llevarse las gaseosas y bebidas alcohólicas que estaban adentro del club y que eran de las personas que alquilaron el lugar para el funcionamiento de las carpas de carnaval. Justo cuando los malhechores estaban huyendo fueron descubiertos por la policía y dejaron una moto afuera de la institución. A los días nos enteramos que la moto que habían dejado abandonada al salir huyendo la habían retirado los padres o los dueños de la moto", relató a El Tribuno Néstor Chávez, vicepresidente del Club Atlético Progreso

"Lo bueno es que la policía recuperó todas las bebidas, ya que los ladrones al momento que fueron sorprendidos salieron corriendo y no pudieron llevarse nada, ni siquiera la moto en la que circulaban", agregó.

Del robo anterior recordó: "Se robaron un ventilador, cajas de cerámicos y objetos para construir un baño; juegos de ducha y grifos, que son muy caros. Hicimos la denuncia y algunas cosas se pudieron recuperar".

"No tenemos tapiado"

Además, el dirigente, ante la reciente ola de robos lamentó que "siempre los clubes estamos expuestos a los robos porque, en el caso nuestro, al igual que muchas otras instituciones, está todo sin tapiar, puede entrar cualquiera y uno no sabe quién está adentro, ese es un gran problema, y casi imposible de evitar que alguien entre".

Chicos de delivery, también asaltados

Por otro lado, Chávez, además de dirigente de un club deportivo, se dedica a la actividad gastronómica. Y justamente, días atrás uno de sus empleados fue brutalmente asaltado en el barrio Los Inmigrantes, cuando llegó a un domicilio a entregar un pedido.

"La modalidad que usan es la siguiente: llaman de un número desconocido, que no tiene registro, dan la dirección de una casa desocupada, que fue lo que pasó en nuestro caso, y cuando llega el delivery lo están esperando: un chico lo obligó a frenar y por atrás salieron dos más que estaban encapuchados. Lo apuntaron con cuchillos y lo tiraron violentamente de la moto al suelo, le quitaron la billetera, la recaudación y la comida, y después se escaparon corriendo por medio del monte", contó.

"En este caso mi empleado se negó a hacer la denuncia, ya que teme alguna represalia por parte de los ladrones, que seguro lo reconocerían. Es una lástima que no haga la denuncia porque de esa manera estos ladrones van a seguir delinquiendo impunemente por toda la ciudad", expresó indignado el comerciante.

 

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