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12 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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"La obra la ubico en un podio de gratitud por todo lo que me enseñó"

Julio Chávez llega este fin de semana a Salta a presentar el reestreno de "Yo soy mi propia mujer", una obra donde encarna a Charlotte, una travesti que vivió la época del nazismo y el comunismo. Será el sábado 3 de junio, a las 21, en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia.
Miércoles, 31 de mayo de 2023 15:46
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Julio Chávez llega este fin de semana a Salta a presentar el reestreno de "Yo soy mi propia mujer", una obra donde encarna a Charlotte, una travesti que vivió la época del nazismo y el comunismo. Será el sábado 3 de junio, a las 21, en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia. Anticipando su visita a la provincia, El Tribuno dialogó con el actor para conocer más sobre la obra y sobre su vida.

¿Qué es lo que van a ver los salteños en este espectáculo?

"Soy mi propia mujer" es un encuentro entre un escritor de teatro y una travesti alemana. Este encuentro es real y el espectador va a ver algo que sucedió. Este autor de teatro es convocado por un amigo que lo invita a Alemania para presentarle a la travesti y cuando la conoce queda fascinado. Ella se llama Charlotte y a los 14 años, estando bajo el régimen de Hitler se transforma y se viste de mujer y vive toda la época del nazismo en esa situación y al comunismo también. El autor queda deslumbrado y sigue indagando sobre la vida de ella y descubre que conserva un museo de muebles antiguos y que es su pasión. También observa que fue colaboracionista del régimen y eso la vuelve un personaje con una moral discutible.

El público salteño va a hacer el mismo proceso que hizo el autor, va a ir conociendo las diferentes aristas y paisajes de la vida de un ser humano tan particular como lo es Charlotte, que murió no hace mucho y que es digno de ser observado, estudiado y además muy divertido.

¿Tuvo que hacer modificaciones en la obra respecto a los estrenos de años anteriores?

Hice mínimos cambios en esta oportunidad porque el espectador del 2006 tenía más disposición de ver penumbras que el día de hoy. Pasaron 18 años y parece ser que hay que iluminar un poco más e hice cambios de esa naturaleza, después mínimas palabras y por supuesto en la ejecución como intérprete empiezo a advertir que ciertas partes del espectáculo yo podía transitarlas de otra manera y ciertas frases podrían ser moduladas de otra manera.

¿Y cambios en la recepción del espectador?

Yo creo que si, hoy por hoy el espectador está más avivado, despierto e involucrado que hace 18 años en el tema de la inclusión, de la aceptación y la vivencia de lo diferente, del diálogo y de la advertencia, porque hoy es un tema de la sociedad, ya no es un asunto de minorías.

¿Encontró nuevos desafíos o descubrió facetas que no conocía de usted mismo con este proyecto?

Sí, absolutamente. Cuando yo tomé este material en el año 2006 y lo leí, me di inmediatamente cuenta de la dificultad y de la exigencia que tiene el material. Y en un momento me atemoricé mucho y creí que no iba a poder resolver los pedidos del material porque te piden versatilidad, humor, mucha memoria. Pero gracias a Dios tuve el coraje de atravesarlo, es un material que me enseña, me ha puesto en un lugar de mayor conocimiento y me ha dado mucho también, así que es un espectáculo que lo ubico en un podio de agradecimiento por todo lo que me enseñó.

¿Se considera una persona sencilla o compleja?

Soy complejamente sencillo y sencillamente complejo. Soy un ser humano que tiene la dicha de tener un oficio que no me permite no ser complejo. Soy una persona curiosa y si sos curioso es muy difícil que no entres en zonas complejas porque la curiosidad se lleva por laberintos desconocidos.

¿Le gusta estar de gira?

Me gusta mucho y me cansa mucho también. El único camino que hago es del hotel al teatro y del teatro al hotel porque no hay tiempo. Llego al hotel a las 12 de la noche después de mi función muy cansado y a las 4.30 de la mañana arriba para seguir en viaje.

¿Tiene algún ritual antes de salir a escena?

Yo llego al teatro dos horas y media antes y repaso toda la obra con un botón entre los dientes o con un lápiz entre los dientes para articular, para preparar mi articulación. Me gustan los rituales y la templanza que te pide y cómo me dispone para hacer un espectáculo. Y para terminar mi regalo es un buen vino y comida.

Es uno de los mejores actores de Argentina ¿cómo hace para que la gente consuma sus obras por el contenido y no porque usted es el que la protagoniza?

Ahí tengo una doble responsabilidad de que cuando el espectador se vaya sienta justificada su compra y que trascienda el nombre. Siempre me digo: protagonizo, estoy delante, tengo el cartel mas grande, lo tengo que justificar y lo hace mi trabajo.

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