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El Día Mundial del Ambiente se celebra cada 5 de junio. Este año marca el 50 aniversario de este día mundial establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 y celebrado por primera vez en el año 1973.
Celebrar es una forma de expresar la oportunidad de amplificar la información, el conocimiento y las medidas de acción para cuidar nuestro planeta, que es uno solo y, como dicen algunos, no hay planeta B.
Hasta hace poco seguían algunas pocas voces alzándose y negando el cambio climático, pero ya hay más que suficiente conocimiento y evidencia científica para dejar de cuestionar el cambio climático y sus efectos.
La comunidad científica ya (da por cierto) alcanzó un nivel muy alto de certeza sobre el calentamiento global como causante del derretimiento de los glaciares, del aumento del nivel del mar que provoca mayor cantidad de inundaciones en poblaciones costeras, del peligro de extinción de algunas especies animales, la pérdida de bosques y de biodiversidad, del crecimiento exponencial de sequías en el mundo, y de otra gran cantidad de daños globales que permiten afirmar que estamos atravesando límites en el uso de la tierra, cuyas consecuencias serán irreversibles.
Si sigue aumentando la temperatura y el calentamiento global supera el límite estimado por Naciones Unidas de 1,5º C con respecto a la era preindustrial, el daño será catastrófico.
"Hay que tomar medidas de acción para cuidar nuestro planeta, que es uno solo, y como dicen algunos, no hay planeta B".
Una de las principales metas comprometidas por los gobiernos firmantes de los diferentes acuerdos internacionales es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los compromisos asumidos por los países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se denominan Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional. Las contribuciones de cada país son establecidas en función de sus circunstancias nacionales y sus respectivas capacidades. Para cumplir con estas metas se necesita del compromiso de todos los actores, de los gobiernos, el sector privado y de cada habitante de este planeta.
En este orden de ideas y hablando de actores responsables, los gobiernos locales tienen un rol estratégico en la lucha contra el cambio climático. Es así que cada municipio puede y debe colaborar desarrollando programas de lucha contra el cambio climático y acciones de adaptación.
Aquí esbozaremos unas ideas y ejes de gestión ambiental que pueden ser de utilidad práctica y de aplicación concreta en nuestra provincia y en nuestro país.
Los Municipios podrán orientar su gestión con el fin de crear ciudades sustentables, desarrollando acciones de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático con datos concretos obtenidos por ejemplo de un Inventario de Gases de Efecto Invernadero. También podrían contar con observatorios meteorológicos.
Algo que no debe faltar en ningún plan es la mejora de la gestión de los residuos urbanos con un fuerte énfasis en el consumo responsable y el reciclado, el impulso al uso de las energías renovables y a las construcciones sustentables. Asimismo, trabajar por un ambiente sano y seguro, desarrollando planes de recuperación de espacios verdes, en espejos o cursos de aguas y en sus márgenes para lograr una convivencia pacífica con el ambiente y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Otro de los ejes de gestión podría estar vinculado a la creación de entornos saludables, cuyos puntos principales contemplan parquizaciones, embellecimiento, mantenimiento de espacios verdes y forestación, creando corredores ecológicos urbanos y microbosques nativos, que se relacionarán con las medidas sustentables a implementar mediante un intensivo plan de forestación. No quiero detenerme aquí a considerar los beneficios que genera una ciudad bien forestada, ya que son bien conocidos por todos.
Acciones como éstas, englobadas en un plan estratégico ambiental de orden local y que sean transversales a todas las áreas de gobierno, sumadas a un masivo programa de educación ambiental, creando promotores ambientales, concientizando alumnos de nivel primario y secundario y capacitando a maestros, serían un gran aporte para el cuidado de la tierra. No perdamos la oportunidad.