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"Paco, el Guanaco, y Muña, la Vicuña" es el nuevo título de la serie Fauna Nativa de Ediciones "Amar lo nuestro". Escrito por la ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente salteña Mariana Elisa Raposo e ilustrado por el artista plástico y diseñador jujeño Juan Manuel Tanco, llega precedido de "Nina, la flamenco andina", "Amir, el tapir", "Teté, la yaguareté", "Cristal, la ranita marsupial", "Tito, el murcielaguito", "Baldomero, el chanchito quimilero" y "Fran, la tucán".
Este flamante tomo será presentado en sociedad en un doble evento gratuito y con cupos limitados: uno se realizará el sábado 5 y otro el sábado 12 de este mes, a las 17, en el salón Amancay del Hotel Casa Real (Mitre 669, 1er. piso).
El 5 asistirá la doctora Yanina Arzamendia, asesora científica del libro, junto a otros miembros del Vicam (Vicuñas, Camélidos y Ambiente), un grupo interdisciplinario de investigadores que convergen en sus intereses acerca de la biodiversidad andina, las culturas de los pueblos originarios, su historia y problemáticas actuales.
Además el taller "Música para todos" participará con sus alumnos más pequeños, quienes interpretarán música andina para los asistentes, en consonancia con el Mes de la Pachamama y el inminente festejo del Día de las Infancias. Por último, los niños podrán conocer a los personajes de los libros e involucrarse en actividades lúdicas y educativas propuestas por los organizadores.
Estos señalaron que así mismo, se hará el lanzamiento oficial del programa "Hoteles guardianes de lo nuestro", impulsado por el emprendimiento social, que tiene como objetivo "promover el conocimiento y la valoración del patrimonio local en los turistas que llegan a la región, especialmente en los niños".
Pintacaritas y actividades acompañan las presentaciones de la saga "Amar lo nuestro".
Cabe recordar que Casa Real Hotel cuenta con Certificados de Normas de Calidad ISO 9001 / 14001 y Nivel Oro de Hoteles Más Verdes. Y en consonancia con ello se suma a "Amar lo nuestro" para contribuir con la valoración del patrimonio local.
Profesional bipasional, Raposo está casada y es madre de cuatro hijos. Ingeniera especialista en Turismo Sustentable y consultora ambiental, a la par es escritora de libros de divulgación científica para niños.
En diálogo con El Tribuno señaló que desde pequeña le atrajeron los libros y las enciclopedias, en cuya compañía podían escapársele las horas sin que ella lo percibiera, sumida en la lectura, o antes de eso, mirando sus fotos e ilustraciones.
"Al ser hija única, pasaba muchas horas sola y disfrutaba realmente de 'zambullirme en los libros' para explorar el mundo. Me gustaban los cuentos de ficción, pero más me atraían los libros que explicaban el mundo, sus fenómenos, su gente, etcétera. Sentía que mediante su lectura me transportaba a diferentes regiones, conociendo sus paisajes, su biodiversidad y sus culturas", señaló.
Luego valoró su experiencia en el Bachillerato Integral Raúl Scalabrini Ortiz (Birso), al que recuerda como "un proyecto piloto con una enseñanza innovadora y pionera en el ámbito educativo". "Allí pude aprender y valorar, durante los primeros años, la maravillosa diversidad natural y cultural de nuestra región. Y hasta nos llevaron en el tren de carga General Belgrano a conocer la Puna salteña", rememoró.
Añadió que los alentaban a embarcarse en la producción literaria de grandes escritores locales. Sea en la lírica de alto vuelo, ligada al paisaje y al hombre, de Manuel J. Castilla, sea entre las páginas de Juan Carlos Dávalos, aquel "buscador de belleza en el paisaje natal y en las almas ingenuas de los comprovincianos", sea con la producción del creador popular César Fermín Perdiguero.
Todo ellos fueron como una hojarasca, que lejos de ser una inútil frondosidad de árbol se transformó en sustancia con la que Raposo abonaría su programa cultural. Así como la máxima del gran novelista ruso León Tolstoi: "Quien conoce su aldea conoce el universo", el Birso, dijo Raposo, "nos enseñó a valorar nuestro territorio en primero lugar. Luego, aprendimos del resto del mundo, algo también fascinante, pero sabiendo el valor de lo nuestro".
Al terminar el secundario la autora estudió Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente en la Universidad Nacional de Salta. En los trabajos de campo, recorrió las diferentes regiones del país junto especialistas como botánicos, ecólogos, geólogos, edafólogos, sociólogos, etc., con un profundo conocimiento del territorio. "Esto me despertó una gran admiración y valoración de nuestro patrimonio natural y cultural", sintetizó.
Un inicio
Raposo contó que la colección de libros infantiles sobre fauna nativa surgió en 2017 "de la inquietud personal al observar que la mayor parte de la población desconoce y/o subestima el valor de 'lo nuestro', lo que genera una subvaloración y el escaso cuidado de los bienes ambientales y culturales". Añadió que entonces el Conicet había divulgado un informe en el que contaba un dato alarmante. "La provincia de Salta tenía la tasa de deforestación más alta del planeta y a muy poca gente parecía importarle… Entendí que nos faltaba conocer para 'amar lo nuestro'. Esta situación, también, la observaba en casa, con mis propios hijos, ellos conocían muy escasamente nuestra fauna nativa. Yo pensaba que en la escuela podían aprender sobre estos temas, pero me di cuenta de que ni los docentes contaban con una formación ambiental local sólida. Me sentí muy responsable, como madre y como profesional y fue a partir de allí que nació el proyecto de educación ambiental denominado 'Amar lo nuestro'", explicó.
Esta es la tapa del octavo volumen de la serie.
Añadió que actualmente se ha convertido en un emprendimiento social de triple impacto cuya misión es "dar a conocer y hacer valorar el patrimonio de la región, en especial del NOA, desde la niñez". "Junto a un equipo interdisciplinario de ingenieros en Medio Ambiente, psicopedagogas, docentes, ilustradores y diseñadores generamos materiales educativos de divulgación científica sobre temas ambientales locales para un público infantil en un lenguaje simple y ameno", definió.
Luego aclaró que no se trata de cuentos de ficción, sino de libros educativos que cuentan sobre nuestro entorno local. Precisó que en ellos el personaje, un animal nativo, cuenta en primera persona su biología: características generales y distintivas, hábitos, reproducción, alimentación, amenazas, etcétera y que para obtener la información científica de base se generan alianzas estratégicas con centros de investigación, como el Conicet u organismos gubernamentales como la Administración de Parques Nacionales (APN). "Ellos nos brindan la información de investigaciones sobre las especies de primera mano e incluso en algunos casos, gestionan los fondos para editar los libros. Dicha información es sistematizada y adaptada a un público infantil para que sea accesible y entendible para todos", afirmó Raposo.
Añadió que contratan dibujantes de la región, quienes les dan vida a los personajes y muestran las características más relevantes de las especies y sus ambientes. "El trabajo con estos artistas plásticos es fundamental para lograr un libro educativo que a la vez resulte interesante y entretenido para los lectores. Es decir, que los textos informativos y las ilustraciones 'van de la mano' y resultan totalmente complementarias", concluyó Raposo.
Los personajes de la serie hablan en primera persona.