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La foto del gobernador Gustavo Sáenz en Casa Rosada junto al jefe de Gabinete, Manuel Adorni y al ministro del Interior, Diego Santilli fue un paso más, pero trascendente, en el armado político del gobierno nacional con los mandatarios dialoguistas. El temario abordado —reformas laborales, tributarias y de seguridad, Presupuesto 2026 y cumplimiento de obras estratégicas— fueron el mascaron de proa para consolidar un acuerdo político de alcance nacional.
En un contexto de reconfiguración parlamentaria tras el triunfo libertario en las legislativas, la reunión colocó a Sáenz en el esquema federal que Milei y su equipo buscan desplegar con gobernadores que, sin alinearse plenamente, ofrecen respaldo a la agenda de reformas a cambio de federalismo y obras.
Tras el encuentro, el mandatario salteño calificó la jornada como "positiva" y reivindicó su compromiso con la construcción de consensos: "Creo profundamente en la construcción de consensos. Con responsabilidad y trabajo conjunto podremos avanzar en soluciones que ayuden a que el país crezca y a que Salta ocupe el lugar que merece", dijo.
El marco de las reuniones de ayer (a la tarde los funcionarios nacionales ser reunieron con Osvaldo Jaldo, de Tucumán) también tuvo derivaciones políticas inmediatas: gobernadores como Raúl Jalil (Catamarca) aguardaban los resultados de estos encuentros para definir sus movimientos en el Congreso. De prosperar las conversaciones, podría consolidarse un nuevo armado parlamentario de alrededor de 15 diputados, integrado por salteños, tucumanos, catamarqueños, misioneros y aliados provinciales, con capacidad de inclinar votaciones claves.
Una plataforma más estable
Ese reordenamiento daría al Gobierno libertario una plataforma más estable para aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas de segunda generación —nuevo Código Penal, modernización laboral, reducción de la carga fiscal—, y al mismo tiempo permitiría a los gobernadores asegurar un rol protagónico.
Sáenz llevó a la mesa un reclamo de hace meses: continuidad de la obra pública estratégica, radarización de los 750 kilómetros de frontera y una política de seguridad más efectiva para el norte argentino. En esa línea volvió a respaldar una ley de Derribo y pidió incluir la ley de Ficha Limpia en la agenda.
El Gobierno nacional, por su parte, avanzó con una señal concreta para Salta: se acordó que tres empresas salteñas ingresen al Régimen de Exportación en Planta, lo que permitirá agilizar exportaciones y reducir costos logísticos, en línea con el discurso libertario de "menos trabas y más competitividad".