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Un confuso y violento episodio ocurrido en la localidad salteña de Santa Victoria Este dejó como saldo un hombre muerto y otro herido de bala. El hecho se registró el lunes pasado, cerca de las 11.20, en una finca ubicada en el kilómetro 90 de la ruta provincial 54, conocida como "Finca Timotea", a pocos kilómetros de Campo Durán.
Fuentes primarias de la investigación identificaron a la víctima fatal como Miguel Ángel Barrozo, mayor de edad, con domicilio en Finca La Invernada. Estaba junto a Martín Castillo, de 54 años, quien también resultó herido trasladado al hospital local.
De acuerdo a lo denunciado por uno de los tres detenidos, los hombres fueron sorprendidos por los propietarios del lugar dentro de predio, en ese sentido los ahora imputados señalaron y acusaron a los sujetos de intentar sustraer animales.
Según las fuentes, personal de la Subcomisaría de Santa Victoria Este arribó al lugar alrededor de las 12.40, tras una denuncia que advertía sobre disparos de arma de fuego. Al llegar, los efectivos encontraron a tres personas: dos hombres y una mujer armada, identificada como Adelaida Ruiz, de 58 años, quien portaba una pistola Bersa Thunder.
Ruiz declaró que observó a Barrozo y Castillo dentro de su propiedad, cerca de unas ovejas, y sospechó que intentaban robar. Al increparlos con el arma en la mano, según relató, Barrozo la habría agredido con un golpe de puño, lo que desencadenó una serie de disparos. Uno de ellos impactó en la cabeza de Barrozo, causándole la muerte en el acto. Castillo logró huir herido hacia la zona del monte.
A los pocos minutos se hicieron presentes Rafael Rodríguez (62) y su hijo Rafael Javier Rodríguez (39), esposo e hijo de Ruiz, quienes también fueron demorados por la policía. Los tres fueron trasladados en un móvil oficial para su resguardo, ante la presencia de familiares del fallecido que comenzaban a rodear la finca.
Entre las hipótesis, surgió la versión que la mujer de 58 años habría decidido autoincriminarse.
Confuso siniestro vial
Durante el traslado hacia la dependencia, el móvil policial volcó a unos cinco kilómetros del lugar del homicidio, por causas que aún se investigan. Afortunadamente, tanto los efectivos como los trasladados resultaron con lesiones leves. Una ambulancia que pasaba por la zona brindó asistencia médica inmediata.
Por orden del fiscal penal de Salvador Mazza, doctor Armando Cazón, se dio intervención a Criminalística para peritajes en el sitio del hecho y también en el lugar del vuelco. Además, se ordenó la autopsia del cuerpo de Barrozo, extracción de muestras a los acusados, y exámenes médicos y toxicológicos correspondientes.
La causa está caratulada como "homicidio y tentativa de homicidio". La justicia deberá determinar si se trató de un acto de legítima defensa o de un exceso en el uso de la fuerza. Por el momento, los tres acusados permanecen a disposición judicial.
Denuncia
Tras el violento y al mismos tiempo milagroso siniestro vial el chofer, policía de Salta, realizó la denuncia correspondiente dado que mientras conducía el móvil junto a sus pares y los tres demorados, tres personas se interpusieron en la ruta teniendo que maniobrar de manera brusca, acción que provocó el vuelco del rodado.
Investigadores buscan las razones por las que dichas personas pusieron en riesgo sus vidas y las de terceros, entre las sospechas señalaron que podría tratarse de personas vinculadas al fallecido.
Sargento
El hombre de 39 años, identificado como Javier Rodríguez, pertenece a la Gendarmería Nacional Argentina, con el rango de sargento. En el momento de ocurrido el sangriento episodio el funcionario dijo estar de licencia.
Al ser consultado por el arma de fuego con la que Barrozo fue asesinado, el gendarme sostuvo que la compraron junto a su familia para utilizarla en defensa propia. Justamente, la justicia tratará de develar si en dicha acción, donde murió Barrozo, los ahora detenidos actuaron en defensa propia o no.
Trasladados al hospital de Tartagal
Fuentes consultadas por El Tribuno señalaron que Martín Castillo, el hombre que estaba junto a Barrozo, fue trasladado al hospital de Tartagal con tres heridas de arma de fuego. Ingresó al instituto médico custodiado por tres por policías. Luego, cerca de las 14.30, ingresaron a ese mismo instituto médico Adelaida y su esposo, tras haber sufrido un siniestro vial en la ruta provincial 54.