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Fundamentalismos sin proyecto de país

Jueves, 04 de septiembre de 2025 01:33
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El cierre de campaña de La Libertad Avanza, en Moreno, uno de los municipios más postergados del conurbano bonaerense, permitió a Javier Milei demostrar su tenacidad para soportar climas adversos y enfrentar al activismo violento del kirchnerismo, que allí se siente en territorio propio.

No hubo demasiada gente en el acto, lo que era previsible, entre otras cosas, porque Axel Kicillof y su gobierno enviaron mensajes amenazantes.

La presencia de fuerzas federales garantizó la seguridad en el área, ante la reticencia del gobierno bonaerense. Probablemente, en ese barrio de Moreno, nunca haya habido una presencia de uniformados tan abundante como la de anoche. La inseguridad es la mayor demanda de los bonaerenses en estos días que preceden a la elección legislativa.

El resultado es que solo hubo escarceos menores y hace falta mucha imaginación para ver en lo ocurrido anoche en la cancha del Club Villa Ángela ni fervor popular ni indignación masiva.

Milei y Kicillof son los únicos que se muestran indignados uno contra el otro. Los dos se presentan como economistas, pero en la realidad son dos políticos que intentan afianzar su liderazgo polarizando entre sí, con lenguaje y tono de jefes de barrabravas.

Las legislativas bonaerenses del domingo definirán 46 diputados y 23 senadores, la mitad de cada cámara. La primera y la tercera sección electoral (en especial esta última) son las más adversas para los libertarios. Ninguna encuesta arriesga más allá de anticipar un empate técnico.

Las denuncias por presunto cobro de coimas en la compra de medicamentos, que involucran al núcleo duro del gobierno, desencadenaron una secuela de torpezas en las que el oficialismo, no solo despejó dudas, sino que las alimentó y prolongó el tema en la agenda pública. No parece que el episodio vaya a afectar a los votantes. Simplemente, porque el kirchnerismo no puede sacar rédito, ya que su trayectoria acumula una infinidad de hechos similares o peores.

Si el discurso anticasta y anticorrupción se desvanece con los audios de Diego Spagnuolo sobre el manejo de los fondos por discapacidad, la política del "plan platita", que repartió subsidios y pensiones a diestra y siniestra tuvo como resultado la derrota peronista de 2023.

En realidad, el elector no tiene opciones ni expectativas, y por eso, uno de los datos importantes del próximo domingo será conocer el número de votantes.

El escrutinio del domingo será un sondeo sobre el ánimo y las expectativas de los 15.000.000 de ciudadanos empadronados en la provincia. El interrogante será si esa elección servirá como preludio de los comicios nacionales del 26 de octubre. No hay respuesta segura. Las dificultades del ministro Luis Caputo para mantener un equilibrio cambiario, el aumento de tasas y los reclamos de los empresarios pyme comienzan a producir turbulencias en el costado más sensible del gobierno libertario, que es el logro en materia de credibilidad y confianza para inversores y consumidores. Un punto crítico, porque el achicamiento del Estado y la reducción del gasto público no se van a lograr si la sociedad resulta castigada con desempleo, desatención médica y educativa, ignorando a los excluidos y apostando todo a la mágica mano invisible del mercado.

La realidad, cruda, en este año electoral, es que el país es escenario de una pelea entre fundamentalismos que ignoran, por completo, que las leyes del mercado y la responsabilidad del Estado son igualmente imperativas e insoslayables.

Dos fundamentalismos y ningún proyecto de país.

 

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