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30 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
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Un poco de aliento para YPF

Jueves, 30 de octubre de 2025 02:01
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Avicena fue una de las figuras más influyentes del pensamiento medieval. Allá por el siglo X se destacó en todo, desde filosofía, pasando por psicología y llegando a la medicina. Fue de los primeros en hablar del sentido común, destacándolo como una de las virtudes ubicadas en una cavidad del cerebro.

En tiempos de sorpresas en Argentina, la última buena viene de una Cámara de NY, que escuchó los argumentos de las partes en la apelación de la sentencia que condenó por 16 mil millones de dólares a Argentina en el juicio por YPF. Los jueces de segunda instancia, con sus preguntas, dejaron entrever que el sentido común del sabio persa podría primar en este caso tan caro para el país. Sólo como referencia, el monto del swap con Estados Unidos es apenas superior al de la condena, si se consideran los intereses. Una triste paradoja: todo el financiamiento podría perderse por este juicio.

Venía cuesta arriba para Argentina, lo que alentó hasta propuestas de negociación apresuradas con el fondo reclamante, a las que por suerte se hizo oídos sordos. A una sentencia lapidaria en monto y argumentos, se sumaba el panel que se conformó para decidir el caso, con tres jueces (Cabranes, Chin y Robinson) designados por presidentes demócratas, en un ámbito de tensión judicial en los Estados Unidos, con tribunales inferiores no tan conformes con la actuación de la Corte Suprema, abocada como nunca antes a resolver casos polémicos pero centrales para el Poder Ejecutivo.

Es decir que la sentencia de primera instancia y los antecedentes de los jueces de Cámara parecían indicar un paso difícil para los intereses del país. Pero lo ocurrido en la audiencia dio indicios alentadores. La razón es que el tenor de las preguntas deja entrever qué les preocupa a los jueces, habiendo tenido la oportunidad de leer los argumentos escritos presentados por las partes con antelación.

La mayor parte de la audiencia giró en derredor de un argumento presentado por Argentina hace años, y desatendido olímpicamente por la jueza de primera instancia en su sentencia: forum non conveniens; traducido: Estados Unidos no es el ámbito judicial donde debe resolverse un caso en el que todos los hechos ocurrieron en otro país (Argentina) y la ley aplicable es extranjera (también argentina). El sentido común de Avicena dice a gritos que debería haber sido nuestra justicia la que resuelva este entuerto, y no un juez que no entiende la ley argentina por la sencilla razón que fue educado en otro sistema legal, donde por ejemplo, la expropiación es casi un arcano. Se suman dos argumentos de peso para, en el peor de los casos, reducir el monto de la condena: el tipo de cambio aplicable y la tasa de interés.

No se decidió nada, pero una lectura entre líneas de lo ocurrido en la audiencia de hoy da motivos de esperanza. Dato para destacar: se habló de la justicia argentina; lo que no se puede perder de vista es que hay un juicio sobre este asunto desde hace casi veinte años en los estrados del país sin resolver. Para que los argentinos empecemos a creer en nosotros como sociedad, el primer paso es una justicia expedita e independiente. Este triste capítulo de nuestra historia lo deja en claro. Tiempos de empezar a cerrar capítulos, haciéndonos cargo de lo nuestro.

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