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Nuestro himno pertenece a la categoría de "Símbolos Nacionales", al igual que la escarapela, la bandera, el escudo y el mapa. Su letra nació de entre muchas estrofas de marchas y canciones patrióticas que fueron escritas en tiempos de la revolución como forma de enaltecer los ideales de libertad, igualdad, confraternidad y solidaridad, en párrafos escritos para una canción de guerra en una época dominada por la exaltación de los valores patrióticos.
En aquellos momentos de gran incertidumbre, varios poetas rioplatenses clamaban su oposición abierta a la continuidad del régimen español, contraponiendo un abanico de ideas de emancipación en sus obras literarias. Algunos historiadores investigaron sus orígenes, siendo quizás la versión más polémica, aquella que aseguraba que, gran parte de las estrofas que originalmente formaron parte de nuestro himno, pertenecían a la inspiración y pluma de don Ambrosio Morante; actor, autor y archivero del teatro de Buenos Aires; luego que en la noche del 24 de mayo de mayo de 1812 llevara a escena su obra "El 25 de Mayo". Ardiente melodrama que rememoraba las escenas de mayo de 1810, girando entre el pueblo, sus oradores, el cabildo abierto y la plaza y las expresiones "abajo el virrey, Viva la Patria". Lo cierto es que, la Marcha Patriótica del Dr. Vicente López y Planes surgió en 1813 por pedido de la Soberana Asamblea, apelando a su talento y patriotismo junto al del Fray Cayetano Rodríguez para componer un canto popular que alentase a nuestros soldados y mantuviese encendido el entusiasmo de libertad. Una enorme responsabilidad para un escritor talentoso que debía enlazar en un solo cuerpo la profundidad de los sentimientos con palabras certeras, disipando dudas, aclarando y afirmando ideas que coordinas en con las pasiones del Pueblo.
Los escritos
Una comunicación del 11 de mayo de 1813 expresa: "Aprobada por esta Asamblea la canción que por encargo de este soberano cuerpo en 6 de marzo último ha trabajado el diputado López y Planes, téngase por la única marcha nacional, debiendo ser la que se cante en todos los actos públicos y acompañase en copia certificada al Superior Poder Ejecutivo al efecto de lo prevenido en el presente decreto. Lo tendrá así entendido el S.P.E. para la debida constancia y cumplimiento. Juan Larrea, presidente; Hipólito Vieytes, secretario". Por su parte, el Triunvirato integrado por Álvarez Jonte, Rodríguez Peña y José Pérez, al día siguiente hizo circular a los gobiernos de Intendencia que: "Por decreto soberano del 11 del corriente se ha ordenado que la siguiente canción sea en las Provincias Unidas, la única Marcha Patriótica". Con el tiempo y por distintas disposiciones fue llamada "Marcha Patriótica", "Canción Patriótica Nacional" y "Canción Patriótica", hasta ser declarada "Himno Nacional Argentino", con música del Maestro y Compositor español radicado en Buenos Aires, señor Blas Parera. Fue cantado el 25 de mayo de 1813 por los alumnos de la Escuela Rufino Sánchez en la Plaza de la Victoria.
El Noroeste
En una carta que en su paso por Salta escribiera el periodista y editor Pedro Bourel, dirigida a don Adolfo Carranza; director del Museo Histórico Nacional; en el año 1886, le daba a conocer un bello relato que guarda un significado muy importante para los salteños. En ella le cuenta una extraordinaria versión que, según decía, le había sido repetida y confirmada como auténtica, "encontrándome en proximidades del Río de Las Piedras, lugar donde las armas de la patria alcanzaron la victoria el 3 de setiembre de 1812, el señor Martindale; vecino de la zona y ocasional guía; me llevó a conocer la Tipa de la Independencia". Y añadió "la gente del lugar y toda Salta tenía por seguro que allí, debajo de ese árbol, el Dr. Vicente López y Planes había escrito el Himno Patrio. Esta versión difundida y tenida por cierta, provenía porque el mismo Vicente López le dijo al gobernador Tomás Arias que volvía a Salta luego de haber asistido al Acuerdo de San Nicolás que, al pasar por el Río de Las Piedras se fijara si en tal paraje, todavía estaba aquella Tipa. Como el gobernador le preguntara porqué razón habría de fijarse en ese detalle, don Vicente le respondió que allí había escrito el "Himno Nacional". Concluyó la misiva "cuando Arias en su viaje de regreso pasó por Río de Las Piedras, encontró el árbol en el sitio indicado y desde entonces quedó consagrado como "la Tipa de la Independencia". Personalmente agrego que, quizás fue en esa tarde en que las armas de la patria vencieron al enemigo "con heroísmo y ambición de gloria", también terminaron de aportar el condimento de inspiración al gran poeta. Su nieto, Lucio Vicente López, ha narrado en un artículo publicado el 5 de mayo de 1884, "luego de ver la obra El 25 de Mayo, mi abuelo, al salir del teatro se sintió inspirado para producir su canción, basada en los pasajes patrióticos del drama eran de oportunidad y se aplaudían aplicados a las cosas y sucesos. Salió del teatro con el cerebro ardiendo, el corazón palpitante y el pecho henchido de inspiración. Puede decirse que el himno había nacido en aquel momento." Pero lo cierto, es que don Vicente López integró el ejército al mando del general Belgrano y participó en acciones armadas, siendo la voz auténtica de las emociones verdaderas, digno modelo del más noble y leal patriotismo. Posteriormente, el maestro Juan Pedro Esnaola, basándose en antiguos manuscritos de don Blas Parera y recuerdos que tenía de la música del Himno oída en su juventud, hizo arreglos de armonía e introdujo algunos adornos musicales que le asignaron una solemnidad adecuada. En 1944 un decreto del Poder Ejecutivo estableció "(...) Adóptase como único oficial el texto de la versión musical del Himno Nacional Argentino hecha por el maestro Blas Parera, corregida por Juan P. Esnaola, y editado en 1860 (...)". Partitura que se encuentra resguardada en el Museo Histórico Nacional.
Algunos versos
"El día 3 de Setiembre se hallaba el cuartel general al sur del Rio de Las Piedras, cuando el enemigo con una rápida acometida de sus primeras mitades dio contra nuestra retaguardia y la arrolló de tal manera que envueltos los unos con los otros vienen a dar con el grueso del ejército patriota; pero el general había tenido tiempo de prepararlo y de ponerlo en marcha contra el enemigo. Renovado el combate con una notoria ventaja de parte de los patriotas, la vanguardia realista fue sableada por largo trecho y perfectamente escarmentada: de allí la estrofa del Himno Argentino que uniendo en un mismo significado este feliz encuentro de Las Piedras de Salta, con el no menos feliz de Las Piedras a inmediaciones de Montevideo", los cantó diciendo: Ambas Piedras, Salta y Tucumán. Pocos documentos históricos podrán encontrarse más palpitantes de verdad y de pasión sobre los sucesos de 1812 y 13, que el Himno Nacional Argentino. Un extraordinario escrito que refleja ideales altísimos y una pasión contagiosa que revela su clara tendencia democrática. En 1893 el Himno Nacional fue reformado y se eliminaron varias estrofas; por lo que el abogado y escritor español Rafael Calzada, otros residentes españoles y la Sociedad Española de Socorros Mutuos, agradecieron por carta fechada el 12 de julio a Lucio Vicente López; (nieto de don Vicente). Además, hay otra carta con su respuesta al diputado entrerriano Osvaldo Magnasco, quién lo interpeló por su decisión. No conocemos el contenido de la primera, pero es de suponer que Rafael Calzada que contribuyó al mejoramiento de las relaciones hispanoamericanas, le agradecía por la eliminación de aquellas duras palabras, aunque verdaderas, que su abuelo enunció en su magnánima obra:
A vosotros se atreve, ¡Argentinos!,
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa
contando tantas glorias
hollar vencedor.
Mas los bravos, que unidos
juraron su feliz libertad sostener,
a esos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
San José, San Lorenzo, Suipacha, ambas Piedras, Salta y
Tucu mán, La Colonia y las
mismas murallas del tirano
en la Banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria su cerviz orgullosa dobló.
¡Al gran Pueblo Argentino, Salud!