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29 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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Los peces fósiles del tiempo en que Salta tenía mar y aún no estaba la cordillera

Toda nuestra geografía, investigada por académicos de la provincia y de otras prestigiosas universidades, muestra valiosos yacimientos que revelan cómo era la vida desde antes de la era de los dinosaurios.
Lunes, 29 de septiembre de 2025 00:00
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Salta tiene en su extensa geografía tres grandes ríos como son el Pilcomayo, Bermejo y Juramento con una amplia riqueza ictícola, esto es peces de aguas dulces y de muchas variedades. Esos ríos palidecen cuando los comparamos con los grandes ríos que surcaron el territorio en tiempos remotos, de los cuales se han conservado solo sus capas sedimentarias de origen fluvial.

El espacio geográfico que hoy ocupa la provincia fue cubierto durante gran parte de su historia geológica, la cual se remonta al menos a los últimos 600 millones de años, por aguas marinas. Viejos océanos, en épocas con otros ensamblajes de los continentes, formaron parte de la paleogeografía. Y así han quedado registrados desde capas arenosas formadas en antiguas playas, pasando por plataformas y taludes hasta llegar a fondos abisales.

Tierra de pescadores

Tal vez resulte una curiosidad, pero, a lo largo de su historia geológica, la mayor cantidad de tiempo de lo que hoy es el espacio de Salta fueron mares y océanos.

Nuestros pescadores han dado sobradas pruebas de su capacidad para la obtención de las mejores presas en algunos de los caudalosos ríos de la provincia. Su espíritu y su pasión por el deporte forman parte indisoluble del folclore local. El viejo Club Tararira, el Club de los Mayuatos, el Club de Pesca Salta y los numerosos clubes de los barrios y villas de la ciudad y pueblos del interior, crearon una legión de auténticos hombres de río. Por mencionar sólo algunos tenemos a Luis Caratoni y a Fausto De Luca que hicieron del río una religión, así como Martín García Michel y Tomás Mena ("Tombolito") que fueron dos grandes difusores de la actividad.

La ictiofauna actual de los ríos salteños es muy variada, aunque las especies más buscadas siguen siendo los dorados, surubíes, bagres, bogas y dentudos, sin desechar mojarras, yuscas o viejas del agua. Ahora bien, en el pasado geológico de la región hubo peces distintos y muy curiosos. íLo que darían nuestros pescadores por viajar en la máquina del tiempo a la Salta de mares, lagos y ríos inimaginables en su extensión y riqueza en peces!

Investigadores de la fauna

Los estudios sobre peces actuales han sido una larga preocupación de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta, especialmente en los trabajos de las biólogas Gladys Monasterio de Gonzo y Virginia Martínez de Jiménez. Así lo remarca el Dr. Hugo Luis López del Museo de La Plata quien es una de las máximas autoridades argentinas en ictiología y el principal historiador argentino de esa disciplina.

Los peces más antiguos de América del Sur fueron descubiertos en Bolivia en capas del Ordovícico medio y clasificados como Sacabambaspis janvieri. Estos mismos peces se registraron en capas similares en la Precordillera de San Juan (Argentina) y fueron descriptos en 1995 por los doctores G. L. Albanesi, J.L. Benedetto y P.Y. Gagnier.

Recientemente, en un viaje de campo de alumnos de Geología, se encontró un rodado de conchillas fósiles (coquina) de una antigua playa marina del Ordovícico inferior, en el río Chamical en la sierra de Mojotoro, que tiene unas placas parecieran ser de peces marinos. Esas placas, actualmente en estudio, se remontarían a unos 470 millones de años atrás y en caso de pertenecer a peces, serían más antiguos que los Sacabambaspis de Bolivia y los registros más antiguos de Salta y de Argentina.

Por su parte las capas rocosas pertenecientes a los tiempos mesozoicos y cenozoicos, que están ampliamente distribuidas en la extensa geografía salteña han brindado restos bien conservados en unos casos o simplemente fragmentos en otros de peces que vivieron en aquellos tiempos pretéritos que abarcan al menos los últimos 75 millones de años de la historia de la Tierra.

Uno de los lugares con hallazgos es Puente Morales en la R.P. 68 a Cafayate dentro de la Quebrada de las Conchas. Allí entre grandes cerros de rocas rojas aparecen a orillas de la ruta capas hojaldradas gris amarillentas formadas en un antiguo lago cuando eso era una región volcánica, similar al actual rift africano. En las capas de ese lago se han encontrado restos fósiles de ranas, insectos, la pata de un ave Enantiornithes (Intiornis), un hueso de un dinosaurio carnívoro, plantas acuáticas y también pequeños peces.

Diez millones de años después, la región estaba cubierta por un extenso cuerpo de agua de escasa profundidad, cuya salinidad fluctuaba siendo a veces marino y a veces salobre, hasta dulce. La costa se localizaba donde hoy están los valles Calchaquíes y en las playas de arenas carbonáticas límpidas, batidas por un suave oleaje, correteaban los dinosaurios que dejaron grabadas sus huellas. Extensas playas blancas y aguas azules y cristalinas en donde vivían extraordinarias cantidades de peces era el ambiente que imperaba por entonces.

Reservorios maravillosos

Las rocas formadas en aquel tiempo constituyen la llamada Formación Yacoraite y son esas calizas que se explotan para cal en La Merced y que también se las ve en el dique Cabra Corral, Cuesta del Obispo, Maimará ("La Paleta del Pintor"), y muchos otros lugares. En dichas rocas calcáreas se encuentran abundantes restos fósiles de peces que permiten reconocer la calidad y variedad de la ictiofauna de ese entonces.

Una de las curiosidades es la presencia de aletas de peces conocidos vulgarmente como "peces voladores". Dada la cantidad de coracoides encontrados se deduce que hubo magníficos cardúmenes de esos pequeños peces. Reciben el nombre científico de Gasteroclupea branisai, como fueran bautizados por J. Signeux en homenaje al sabio checo-boliviano Leonardo Branisa. Recientemente la estudiante Magdalena Tapia hizo un hallazgo de esos peces fósiles en capas negras bituminosas de la Cuesta del Obispo. También se han encontrado restos del hermoso pez-sierra, que como se sabe, caso del género Pristis, vive actualmente en las aguas costeras de los mares cálidos y templados cálidos. A la especie fósil, el norteamericano B. Schaeffer que la estudió, la bautizó como Pucapristis branisi.

Otros peces curiosos descubiertos en Salta son los Pycnodontiformes, los cuales tenían una mandíbula triturante con dientes con forma de granos de maíz, que les servían para moler conchillas de las cuales se alimentaban. Estos eran bentófagos, o sea vivían en el fondo y se alimentaban fundamentalmente de gasterópodos, cuyas conchillas fósiles ("turritelas") son muy comunes en la Formación Yacoraite.

Fueron estudiados por los paleontólogos argentinos Juan L. Benedetto y Teresa Sánchez y bautizados como Coelodus toncoensis, esto último por el Valle del Tonco donde primero fueron encontrados. El estudiante Javier Palomo los descubrió en capas verdes del perilago de Cabra Corral.

Las primeras "chuzas" de bagres fósiles cretácicos fueron estudiadas por el Dr. Alberto Cione, paleontólogo de la Universidad Nacional de La Plata. Los bagres (siluriformes) viven tanto en ambientes de agua dulce como marinos.

Un capítulo especial lo merecen los peces que se han conservado en los esquistos bituminosos como los que supo explotar la artista salteña Lola Mora para la producción de petróleo y gas en Rosario de la Frontera. Esos esquistos negros han conservado finamente preservados esqueletos completos de peces.

La variedad de peces voladores, peces sierra, o los pycnodontiformes de hábitos arrecifales, nos maravillan al pensar como pudo ser la ictiofauna que convivió con los dinosaurios en la Salta de hace 66 millones de años.

Luego viene la era de los mamíferos, el periodo Cenozoico y también Salta es portadora de abundantes capas sedimentarias de aquella época. Entre los estratos rojos aparecen algunos de colores verdes que representan viejos lagos.

Cuando no estaban Los Andes

La Formación Lumbrera, del Eoceno inferior, es portadora de estas capas y en ella se han encontrado restos de peces varios, entre ellos mandíbulas de los peces pulmonados que recibieron el nombre de Lepidosiren paradoxa. Estos acostumbraban a enterrarse en el barro durante la época seca y esperar allí escondidos hasta que llegaran las lluvias. Su presencia es de gran valor para comprender el ambiente en aquella época, previa a que los Andes comenzaran su crecimiento expansivo. Similar en capas rojas y verdes, esto es de origen fluvial y lacustre, son los depósitos de la Formación Anta, la que aflora ampliamente a lo largo de la ruta Salta-Tucumán, especialmente entre Lumbrera y Rosario de la Frontera. También allí se han encontrado restos de peces, generalmente espinas y escamas. Sin embargo, los principales hallazgos provienen de la Quebrada de la Yesera, cerca de Cafayate, donde se descubrieron peces completos y bien conservados. Comprenden elementos de una ictiofauna con representantes de los grupos esciánidos y cynodóntidos que actualmente habitan en ríos y lagos de regiones bajas en el Brasil Neotropical.

Los estudios de estos peces fueron también realizados por el Dr. Alberto Cione del Museo de la Plata, el principal especialista argentino en peces fósiles. Salta y el norte argentino es un rico reservorio de restos peces fósiles de distintas edades y especialmente abundantes en las mismas capas que contienen las evidencias de los dinosaurios.

 

 

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