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Una joven trabajadora sexual mantuvo encerrado a un cliente en su departamento luego de que el hombre se negara a pagar por el servicio y dio aviso a la policía de Santiago del Estero, con la intención de que el sujeto accediera a abonar lo adeudado.
Sin embargo, el hombre sostuvo ante los efectivos que no había ocurrido ningún acto consumado y que, por lo tanto, el servicio no se había prestado en los términos que él pretendía.
Tras un altercado verbal y con la presencia policial en el lugar, el sujeto salió del departamento. La mujer fue conminada a radicar una denuncia, aunque de manera sorpresiva desistió de hacerlo. Pese a ello, la fiscalía interviniente dispuso medidas cautelares para evitar nuevos episodios, luego de que la joven denunciara que el hombre, mientras permanecía privado de su libertad, la habría amenazado con "hacerla detonar".
El episodio ocurrió cerca de las 6.30 del domingo en un departamento ubicado sobre calle Sáenz Peña, en el barrio Centro de la capital santiagueña.
Encuentro a través de la aplicación Skokka
El caso tomó estado público cuando efectivos de la Comisaría 1ª recibieron un llamado de la mujer, de 20 años, quien solicitó ayuda al manifestar que su cliente se negaba a pagar por los servicios sexuales y la mantenía amenazada. Al arribar al lugar, la damnificada explicó que se dedica a brindar servicios sexuales a adultos y que alrededor de las 5.15, a través de la aplicación Skokka, el acusado —un hombre de 44 años, residente en el barrio Los Inmigrantes— había solicitado un encuentro.
Según su relato, el sujeto se presentó en el domicilio y, una vez dentro, comenzó a tocarle sus partes íntimas. Posteriormente manifestó su intención de consumir bebidas alcohólicas, lo que fue rechazado por la mujer al indicarle que no estaba permitido. Ante esa situación, el hombre intentó retirarse del lugar.
La joven le exigió entonces el pago del servicio, argumentando que ya había existido contacto físico. El acusado negó esa circunstancia y, ante la falta de acuerdo, ella le impidió abandonar la vivienda. Fue en ese contexto cuando el cliente la habría amenazado diciendo: "Ya vas a ver, las voy a cagar detonando", lo que motivó el llamado a la policía.
La fiscal Silvia Jaime ordenó que se recibiera la denuncia de la mujer y que se notificara al acusado una prohibición de acercamiento y de contacto por cualquier medio.