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Un ciudadano paraguayo fue detenido en un control ubicado en Caraparí cuando transitaba en un remise desde la frontera de San José de Pocitos hacia la localidad de Aguaray, Salta.
En el control federal, el sujeto se mostró nervioso y rápidamente los gendarmes le comenzaron a hacer preguntas. Una y otra vez el ciudadano paraguayo se contradecía hasta que finalmente los efectivos federales comenzaron a hacerle una requisa, primero personal para luego pasar a su equipaje.
Allí el personal de Gendarmería halló en el interior de una campera varias cápsulas de las que utilizan las "mulas" (personas que transportan droga en sus intestinos) y tras el hallazgo el sujeto confesó que ya había ingerido 84 cápsulas y que las portaba dentro de su humanidad.
Con la premura del caso, porque se trata de salvar una vida humana, el hombre fue trasladado hacia un centro asistencial para su examen radiológico y una vez confirmado que llevaba la carga ilegal, se le hizo un tratamiento para que expulsara las cápsulas de manera natural.
Los traficantes de drogas, cualquiera sea la dimensión de los mismos, explotan la tragedia de la pobreza para ensanchar negocios.
Luego se comprobó que el sujeto llevaba en total 113 cápsulas de cocaína de alta pureza, pero sorpresivamente el hombre aseguró que estaba algo apurado porque debía abordar un vuelo desde Ezeiza hacia Alemania y que el mismo tenía fecha para hoy sábado.
La justicia federal ordenó su detención por el término legal correspondiente y se informó al consulado de Paraguay el estado de detención del hombre, cuya identidad no fue revelada por la fuente.
Trascendió que al paraguayo se le dictó prisión preventiva por el tiempo de 60 días y su traslado hacia el penal federal de la provincia.
Antecedente
En abril de 2020, un fiscal federal pidió el sobreseimiento de una persona que había ingerido cápsulas con cocaína y además solicitó que se la considere víctima de trata de personas y su percepción del delito se replica una y otra vez en el tráfico de cocaína a través de personas vulnerables.
El caso lo presentó el fiscal federal Jorge Gustavo Onel de la Fiscalía de Rafaela; allí postuló el sobreseimiento de un imputado que había ingerido cerca de 80 cápsulas con cocaína y que pase a ser considerada una víctima del delito de trata de personas, al tener en consideración sus condiciones particulares -que estimó en un considerable grado de vulnerabilidad-, las especiales características del hecho analizado y los principios jurídicos involucrados.
El negocio del narcotráfico no tiene límites en su búsqueda de lucro. La destrucción social es uno de sus rostros más visibles.
El 9 de diciembre del 2019 un operativo efectuado por la Sección "Rafaela" de Gendarmería se detuvo un ómnibus proveniente de Jujuy con destino a Retiro. En dicho procedimiento se incautó en poder del ciudadano boliviano ocho cápsulas, ocasión en que manifestó que "había ingerido cápsulas de droga, que las venia despidiendo y que había ingerido 84". Además, se hallaron otras trece entre las vestimentas que llevaba en su equipaje de mano. Tras ello fue internado en calidad de detenido en Rafaela, donde terminó de expulsar las cápsulas. Los informes preliminares químicos determinaron que los envoltorios contenían cocaína por un peso total de 1104 gramos.
Para el fiscal Onel, en el caso se debía realizar un análisis integral de la causa partiendo de tres aspectos fundamentales, como son las condiciones particulares del imputado, las especiales características del hecho analizado y los principios jurídicos que se encuentran involucrados.