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Crimen de las turistas francesas: "Es bueno que investiguen, Dios quiera que se haga justicia"

Tras los dichos del Procurador, Clemente Vera habló desde la paz de su hogar. Recuerda con nostalgia a sus padres y trata de ser feliz con su familia.
Domingo, 16 de febrero de 2025 01:55
Santos Clemente Vera volvió abrir las puertas de su casa en San Lorenzo para recibir a El Tribuno.
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Vive en un lugar privilegiado, a metros del tan transitado "Elefante", un cerro de moda por donde a diario caminan salteños y turistas haciendo senderismo en San Lorenzo. "Lo conozco muy bien", señala con el dedo índice Santos Clemente Vera, el hombre de 45 años que estuvo privado de su libertad más de una década, acusado de ser uno de los asesinos de las francesas en 2011.

En el 2014 Vera fue absuelto a través del beneficio de la duda por la Sala II del Tribunal de Juicio, en el 2016 la Sala III del Tribunal de Impugnación lo encontró culpable y lo condenó a prisión perpetua. De esa manera quedó condenado junto al confeso asesino de las turistas, Gustavo Lasi.

En diciembre del 2023 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó sin efecto la pena impuesta y la causa pasó a la Sala IV del Tribunal de Impugnación en Salta, desde donde el 30 de diciembre último decidieron el sobreseimiento de Vera basado en el "principio de la insubsistencia de la acción penal" o el plazo razonable-.

El miércoles último el procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella, informó que tras recibir lo dictado por la Sala IV en Impugnación, "continuarán con la investigación que se viene haciendo en el caso del doble crimen de Cassandre Bouvier y Houria Moumni".

Hace 14 años que Santos Clemente Vera transcurre entre la injusta acusación por el doble crimen de las turistas francesas. 

El jefe de los fiscales habló de crear una Unidad Especial de investigación si así hiciera falta, para apoyar lo que se viene haciendo, como ocurrió en el caso de Jimena Salas. Al respecto, Santos Clemente Vera sostuvo: "Me enteré por noticias, escuché algo pero no completo, estaba el informativo y escuche sobre el final que quieren continuar con la investigación y bueno bienvenido sea para que se haga justicia. Yo soy inocente, conmigo se equivocaron y si ahora dicen que seguirán investigando sería bueno para saber la verdad. Dios quiera, se haga justicia".

Tras recuperar su libertad, su prioridad ha sido su familia. "Gracias a Dios estoy bien, en familia, hay que seguir adelante porque ya perdí mucho tiempo". Con una mezcla de alivio y resignación, reflexionó: "Fueron muchos años perdidos, y ahora es mirar hacia adelante, seguir y lo único que quiero es eso, disfrutar de mi familia, estar en paz, ser feliz y hacer mis cosas".

Pérdida irreparable

"Lo que sí, el tiempo que perdí ya no vuelve, es algo que ya superé aunque me costó mucho". La pérdida de su padre mientras estaba preso es una de las heridas más profundas. "Mi papá falleció hace dos años, un año antes que saliera. Quizás costó tanto porque no lo pude despedir como uno hubiese querido".

En libertad busca reconstruir lo que la vida le arrebató. "Yo pienso en mi familia y seguir adelante". Para Vera, ese es el camino.

La fe como sostén en el penal

La devoción religiosa fue y es parte de su vida, incluso dentro del penal. "Tuve la posibilidad de volver a la fiesta del Milagro, la del Perpetuo Socorro, y seguir con mi vida de manera normal", contó Santos Clemente Vera en diálogo con El Tribuno. Consciente y seguro de su inocencia, sus días en prisión transcurrieron entre el pabellón "I" y sectores como la iglesia, "donde iba a limpiar y ayudar", apuntó.

El retorno a esas tradiciones significó reencontrarse con lo que había dejado atrás. "Nosotros en la casa de mis padres tenemos el Señor y la Virgen del Milagro, siempre fuimos caminando hasta la ciudad en épocas del Milagro", sostuvo y agregó: "En el penal también rezaba la novena, iba a la misa y hacíamos la procesión por los pasillos, los pabellones", contó Vera rememorando el tiempo de "milagro" en Villa Las Rosas.

En 2014 la justicia salteña condenó a Lasi a 25 años de prisión por el doble homicidio de Bouvier y Moumni, absolvió por la duda a Vera y Vilte Laxi.

Hoy, totalmente libre de culpa, ha retomado con entusiasmo su participación en las festividades. "Una vez afuera, este año la Agrupación Madres tenía que llevar unos cuantos gauchos que les hagan custodia y me tocó ser el elegido, salí en la procesión". Entre desfiles y peregrinaciones, el gaucho encontró una forma de reconectar con su identidad y con su comunidad.

En el penal, hizo amistades y se mantuvo alejado de problemas. "Siempre uno hace amistades, sí hice muchas. Por ahí me ven y me pegan el grito 'eh, tío Vera' como me decían todos ahí adentro".

La reconstrucción del tiempo perdido en familia y el campo

Su rutina hoy es simple pero valiosa. "Por la mañana me quedo en casa a cargo de los chicos, mi esposa se va al trabajo. Tengo cuatro hijos: Eduardo, Matías, Amanda y Victoria, que son gemelas". Sus días transcurren entre preparar comidas dentro de su hogar y trabajar en el campo. "A la tarde trabajo aquí en mi casa, sembrando maíz, salgo a ver los animales al campo, cuidar los caballos, las vacas, y así todos los días".

El campo, que siempre fue su refugio, le ofrece una rutina en la que encuentra paz. "Cada dos días o día de por medio salgo para arriba, al elefante, para ir a ver las vacas, son tiempos que tienen crías". La conexión con sus hijos también ha sido un pilar en su proceso de reconstrucción. "Perdí mucho tiempo con ellos, Eduardo está bastante grande, salí y tenía 12 años, le enseñé a andar a caballo para que ande conmigo por todos lados".

Nunca cruzó a Lasi

Consultado por si alguna vez dentro de Villa Las Rosas se cruzó con Gustavo Lasi, quien junto a su familia fueron por muchos años enemigos íntimos con los Vera entre los cerros, el "tío Vera", como le decían en el penal, apuntó que nunca se cruzaron.

"Estábamos bien separados, los jefes o los encargados sabían que no nos podíamos cruzar, por decisión de ellos no se o de él –por Lasi-, no se pero estábamos totalmente aislados uno de otro. Nunca pensé cómo hubiese reaccionado si me lo cruzaba, sabía que estaba aislado nada más, pero no nunca lo pensé", manifestó Vera.

Fue Lasi quien en el juicio se encargó de señalar y culpar a Vera y Vilte Laxi (absuelto por la duda). "Antes sí tenía muchísima bronca, después sabía que tenía que tratar de olvidar y seguir para adelante porque si seguís pensando en eso, no podés ir a ningún lado".

"Así que yo ni pienso en Lasi, si vos no lo nombras creo que ni me acuerdo, menos acordarme de una rata como él. Yo pienso en mi familia y seguir adelante, si no me lo mencionás ni me acordaba, nunca va a estar el nombre de él en mi cabeza", señaló Vera.

Desde el lunes su libertad es "cosa juzgada"

Después de ser sobreseído por la Sala IV del Tribunal de Impugnación de Salta, Vera quedó totalmente exento de culpa y cargo alguna respecto a la causa del doble crimen de las francesas. En el derecho existe un principio llamado "Non bis in idem", expresión que significa "no dos veces por lo mismo" en alusión a que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho. Con lo cual Vera fue apartado de la causa por el principio del plazo razonable y a partir del lunes es una cosa juzgada que nada ni nadie podrá modificar. Con lo cual el "tío Vera" podrá seguir en paz junto a los suyos y gozar de las maravillas de la naturaleza que Dios le regala a diario.

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