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Los vecinos del barrio Grand Bourg y zonas aledañas manifestaron su creciente preocupación ante la ola de robos y hechos de violencia que afectan a la zona. En una reunión realizada el pasado 14 de marzo con autoridades policiales y municipales, expusieron su reclamo por mayor patrullaje, mejor equipamiento para la subcomisaría local y una respuesta más eficiente del sistema de emergencias 911.
Desde hace más de dos años, los residentes denuncian un incremento constante en la cantidad de delitos, que incluyen asaltos violentos con armas de fuego y armas blancas, arrebatos callejeros y robos a viviendas. En este contexto, expresaron su malestar y exigieron soluciones concretas a las autoridades, ya que consideran que las medidas de seguridad actuales no son suficientes para contener la inseguridad que padecen a diario.
Uno de los principales reclamos que surgieron en la reunión fue la necesidad de un patrullaje preventivo permanente en el barrio. Los vecinos señalaron que los recorridos policiales son escasos y no abarcan todas las zonas críticas. Solicitaron un esquema de vigilancia constante con operativos las 24 horas, especialmente en los horarios más conflictivos, entre las ocho de la noche y las diez de la mañana, cuando ocurren la mayoría de los delitos. Explicaron que, en muchas ocasiones, los delincuentes aprovechan la falta de presencia policial para cometer sus ataques con total impunidad.
Otro de los pedidos planteados fue el refuerzo de los recursos de la subcomisaría local. Los vecinos demandaron la provisión de móviles policiales en cantidad suficiente, así como personal capacitado y mejor equipamiento, incluyendo chalecos antibalas y sistemas de comunicación modernos. Denunciaron que, actualmente, los efectivos asignados a la subcomisaría no cuentan con los elementos básicos para desempeñar su labor de manera eficiente y que, en muchas oportunidades, las respuestas a los llamados de emergencia se ven demoradas debido a la falta de recursos operativos.
También pusieron en discusión la articulación entre el sistema de emergencias 911 y la subcomisaría, ya que sostienen que, en múltiples ocasiones, los móviles policiales llegan tarde a los hechos delictivos. Aseguraron que la demora en la respuesta permite que los delincuentes escapen y que, en algunos casos, la presencia policial llega cuando la situación ya se ha resuelto por medios propios de los vecinos. Ante esto, exigieron que se optimicen los tiempos de asistencia y que se establezca un sistema de coordinación más efectivo para garantizar una acción policial inmediata.
Otra de las medidas solicitadas fue la instalación de cámaras de seguridad en distintos puntos estratégicos del barrio, especialmente en avenidas principales, plazas y calles con alta circulación peatonal. Propusieron la colocación de domos de videovigilancia de alta tecnología y la instalación de garitas con sistemas de comunicación directa con la policía para reforzar el control en los accesos al barrio. Indicaron que la falta de monitoreo en la vía pública facilita la impunidad de los delincuentes y que contar con un sistema de cámaras ayudaría a disuadir el accionar delictivo y permitiría identificar con mayor rapidez a los responsables de los hechos de inseguridad.
Uno de los planteos más insistentes de los vecinos fue la necesidad de elevar la categoría de la subcomisaría a una comisaría, lo que permitiría una mayor dotación de efectivos y más recursos para atender la creciente demanda de seguridad en la zona.
Sigue el riesgo
Durante la reunión, varios residentes expusieron casos concretos de violencia e inseguridad que han sufrido en los últimos días. También manifestaron su frustración al destacar que, a pesar del encuentro con funcionarios, en los días siguientes se registraron al menos siete hechos delictivos en distintos sectores del barrio, lo que pone en duda la efectividad de las medidas anunciadas.
Esperan mejoras en el corto plazo
Relataron el caso de una joven que fue golpeada contra el asfalto por delincuentes que le arrebataron el celular y la denuncia de una vecina que alertó la presencia de tres desconocidos merodeando su vivienda, sin obtener una respuesta inmediata de las autoridades. Los residentes pactaron una nueva reunión con las autoridades para el próximo 10 de abril, en la que esperan recibir respuestas concretas sobre la asignación de más recursos y la implementación de un plan de seguridad que brinde soluciones sostenibles a largo plazo. En tanto, continúan organizándose a través de grupos de alerta vecinal en WhatsApp