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A pesar de un intenso y espectacular operativo, dos pilotos bolivianos supuestamente lograron eludir el cerco de las fuerzas federales y provinciales a solo 100 kilómetros de la ciudad capital de Santiago del Estero.
La frenética búsqueda se concentró sobre la ruta nacional 34 y los montes circundantes a la localidad de Garza.
En la noche del jueves, una avioneta aterrizó en un campo de esa zona. Testigos presenciales relataron que era demasiado tarde y oscuro para tratarse de un avión fumigador, y que tras el aterrizaje vieron a los dos pilotos descender de la aeronave, internarse en el monte, volver luego al avión y prenderle fuego. Se presume que se comunicaron con los dueños de la nave, quienes habrían ordenado incendiarla para no dejar rastros.
Tras este hecho, los testigos dieron aviso a la policía. Las fuerzas federales llegaron primero, pero los pilotos ya habían sido evacuados, aparentemente ilesos.
Garza se ubica dentro del departamento Sarmiento, a la vera de la ruta nacional 34, en el centro de la provincia de Santiago del Estero.
Pese al hermetismo, trascendió que el caso es investigado por el fiscal de turno de la Justicia ordinaria, Martín Silva, y también por el titular del Juzgado Federal, Sebastián Argibay.
Al lugar arribaron unidades de Gendarmería, Policía Federal y la división Drogas Peligrosas. En paralelo, y de forma preventiva, la comisaría 38 de Garza estableció un perímetro en el sector donde quedó la nave, cuyo contenido se mantenía en misterio hasta el amanecer.
Voceros señalaron que la avioneta aterrizó en un campo trabajado, semitrillado, poco después de las 20. Los pobladores aseguraron luego haber visto a dos hombres descender, tomar algunas pertenencias y ocultarse en el monte. Con esa versión, una hora después, fuerzas federales coparon la zona.
"Vimos a un avión sobrevolar y luego se cayó", relató un vecino. Mientras algunos hablaban de una caída accidental, otros sostuvieron que se trató de una maniobra intencional previa a la fuga.
Sin combustible
Para los expertos, los ocupantes se habrían quedado sin combustible tras realizar un presunto sembrado de droga. Buscaron un lugar para el aterrizaje forzoso y huyeron tras incendiar la aeronave.
Lo cierto es que, pasada las 21, la región estaba rodeada por efectivos de seguridad. Se dispuso un cierre en la ruta 34 y en otros accesos estratégicos.
Los policías trabajaron con tecnología de punta: celulares satelitales, cámaras de infrarrojo, y más tarde, drones y perros rastreadores. Sin embargo, durante 48 horas de rastrillajes en un radio de 20 kilómetros —que luego se amplió— no lograron dar con los fugitivos.
La incógnita creció aún más cuando se empezó a sospechar que los pilotos recibieron ayuda externa para escapar y fueron trasladados hacia el norte del país, posiblemente a la provincia de Salta. Se estima, además, que la aeronave habría sobrevolado previamente el Chaco salteño.
Número de motor ahora es la clave
La tecnología será vital para identificar propietario y origen de la nave. Se sabe que habría partido de algún lugar de Bolivia, atravesó el chaco salteño y llegó quizá al sur de la provincia de Santiago del Estero.
Al mismo tiempo, gendarmes ya cuentan con la numeración del motor de la avioneta. Y en las últimas horas reconstruían e indagaban en las condiciones legales del vuelo y a quién o a quiénes les habría sido otorgado el permiso de vuelo, si es que existe tal permiso. Se cree que todo es ilegal y profesional.