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Hoy se cumplen 75 años desde aquel 21 de agosto de 1949 en que la primera edición de El Tribuno salió a recorrer las calles, los barrios y los pueblos de Salta. Desde ese día asumimos sin ambigüedades nuestra pertenencia a la comunidad provinciana. A través de varias generaciones, en la edición impresa y ahora también en las distintas plataformas digitales, nuestro medio de comunicación cumplió el mandato que indica su nombre: escuchar a los salteños, compartir sus vivencias e inquietudes y expresarlas con objetividad y compromiso.
Esa visión, expresada desde el primer día por el diario, dirigido en ese momento por Ricardo Munir Falú, se mantuvo con firmeza y perseverancia en la nueva etapa iniciada en 1958, luego de la clausura dispuesta por una dictadura militar, con la impronta periodística y empresarial que inspiró Roberto Romero, figura protagónica en la historia del diario, quien también trabajó como gobernador en la construcción de un país auténticamente federal.
El Tribuno es un medio genuinamente salteño, forma parte de la comunidad y no se encasilló en la opinión de un sector, una elite o un partido. Se escribe pensando en el lector, cualquiera sea su visión o ideología.
La libertad de prensa, para este diario, va acompañada por la responsabilidad informativa; sin esta condición un medio no tiene posibilidad alguna de mantener la confianza a lo largo de tanto tiempo.
De ese modo, siempre se apostó a la verdad en la tarea de contribuir a la información de nuestros comprovincianos, con absoluta conciencia de que, con todas sus dificultades, la democracia es el sistema más justo, más eficiente y el único que ha logrado construir sociedades donde el Estado crea las condiciones que garanticen calidad de vida para todos.
El tiempo demuestra, cada día con más fuerza, la validez de ese principio y la importancia de la integración regional y la solidaridad de los pueblos para poder materializar lo que los presidentes, de cualquier signo o provincia, no parecen comprender ni compartir.
A lo largo de las 27 mil ediciones de nuestro diario hemos vivido el vértigo de una época de transformaciones. La premisa siempre fue la innovación, estar a la altura de cada circunstancia.
Hoy avanzamos a pie firme por los nuevos senderos de la comunicación digital, multiplicando las formas de acceso al contenido informativo. Pero el espíritu, es decir la línea editorial, es la misma, con nuevos recursos y lenguajes.
No es casual que la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) haya bautizado como "Declaración de Salta" al documento sobre principios de libertad de expresión en la era digital, el 22 de octubre de 2018, con El Tribuno como medio anfitrión.
Celebrar estos 75 años de historia compartidos con los salteños es para nosotros mucho más que una mera evocación del pasado: es el compromiso de seguir adelante pensando en las nuevas demandas de los lectores y estar preparados para las transformaciones, que serán muchas.
A lo largo de estos años pasaron cientos de valiosas personas que dedicaron gran parte de su vida a la redacción, corrección, armado, fotografía, paginado, a las coberturas de hechos periodísticos, a los talleres de impresión; a las oficinas administrativas y de publicidad. También columnistas y colaboradores, además de los canillitas. Sin cada uno de ellos, hubiese sido imposible mantener esta vigencia.
El Tribuno es la voz de los salteños, es un actor vivo en la sociedad que busca modificar la realidad de las personas, de la comunidad, de impulsar proyectos productivos innovadores, de poner en evidencia las injusticias. En este suplemento se reflejan algunas pocas historias y coberturas, pero son muchas más, que hacen a la historia reciente de Salta.
Queremos agradecer ese reconocimiento y el apoyo inquebrantable que nos permitieron seguir adelante. El interés de los salteños por la verdad, el aprecio al buen periodismo y su fidelidad a nuestra publicación nos han motivado a seguir adelante y a mantenernos fieles a nuestra misión.
Gracias por ser parte esencial de nuestra historia y por permitirnos formar parte de la suya. Tenemos la férrea voluntad de seguir acompañándolos en el futuro, que promete ser cada vez más dinámico, con la misma pasión y dedicación que nos han guiado durante todos estos años.