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Un viernes 2 de febrero de 1968, Roberto Romero, fundador del diario El Tribuno, iniciaba su camino como presidente del Club Atlético Central Norte, sucediendo a Julio Cesar Gómez, quien estuvo frente al club desde 1966 a 1968. Su llegada fue sin lugar a dudas un cambio rotundo en la vida institucional del cuervo.
Ese mismo día y tras la asunción, Romero remarcaba su objetivo de aumentar la masa societaria y catapultar a Central Norte al fútbol nacional.
Su plan fue el famoso "Operativo Relámpago", que consistió en una masiva campaña de afiliación que buscaba llegar a diez mil socios, pero para eso realizó sorteos de autos, viajes a Brasil o dinero en efectivo.
Don Roberto fue presidente de Central Norte desde 1968 hasta 1974, y con él esos años pasaron a ser llamados los del "fútbol espectáculo".
Rompió con los moldes cuando dijo que "para competir con los profesionales hay que traer profesionales". Como tal, no dudó en recurrir al entonces presidente de Boca, Alberto J. Armando, quien a su vez lo contactó con su colega de Atlanta. Así recalaron en Salta en abril de 1968 el técnico Bruno Iezzi y cinco jugadores: Raúl "Fantasma" Savino (delantero), Ricardo "Heladera" Sassone (mediocampista), Benito "Maestro" Rodríguez (delantero), José "Tano" Caffaro (arquero) y Adolfo "Gallego" Fernández (defensor).
Esto le permitió no solamente a Central Norte crecer en lo deportivo, sino también al fútbol salteño, que se nutrió con los conocimientos de Roberto Romero y su revolución hizo que muchos equipos imiten el modelo de trabajo.
La gran visión empresarial de Romero cambió radicalmente la vida de Central Norte. Se hicieron inversiones que perduraron, como por ejemplo la ampliación del estadio Dr. Luis Adolfo Güemes, con la construcción de las plateas y las tribunas tubulares que llegaron a albergar hasta más de veinte mil hinchas en su cancha, que luego fue bautizada como "La Bombonera cuerva".
Sin lugar a dudas, una de las mejores épocas de Central Norte se vivió bajo el mando de Don Roberto, durante los seis años que estuvo al frente de la institución. Fue un adelantado para su época, e incluso durante muchos años una de las tribunas del estadio Dr. Luis Güemes, más precisamente la que da a calle Almirante Brown, llevó su nombre en homenaje a este gran presidente cuervo.
Cabe destacar que durante la presidencia de Roberto Romero el cuervo conquistó cuatro torneos locales, 1968, 1969, 1971 y 1973, este último le permitió disputar el Torneo Nacional de 1974.
La revolución del interior
En 1970 tuvo lugar el primer torneo Provincial. Romero siempre quiso darle participación a los clubes del interior y ese año logró que se disputara el primer torneo para clasificar a los regionales y/o nacionales de la AFA.
Pero ahí no terminó la revolución, porque apoyado por los presidentes de Boca, Racing y Atlanta, impulsó la Copa Argentina, en la que su Central Norte jugó en 1969 y 1970, siendo el único equipo salteño en disputarla en aquellas dos ediciones fundacionales. Como dato de color, en dicha competición se produce el debut profesional de Leopoldo Luque; un joven delantero santafesino que posteriormente se consagraría campeón del Mundo en 1978. Pero antes, en 1974, logró clasificar a Central por primera vez a un Nacional.
Gimnasia, éxitos con esfuerzos históricos
Gimnasia y Tiro, uno de los clubes más longevos de Salta (121 años) y con mayor historia en lo que refiere a logros deportivos, transitó por diferentes momentos que lo marcaron y convirtieron en una de las instituciones más prestigiosas de la provincia, El club de calle Vicente López disfrutó su época de gloria al llegar a la cúspide del fútbol nacional (Primera División) en la década de los 90, pero también padeció su peor pesadilla cuando todo lo que "construyó" se comenzó a desmoronar hasta tocar fondo. Del estrellato pasó a la sombras y no solo en lo deportivo, económicamente llegó a estar prácticamente fundido, aunque en los últimos años logró recuperarse y volvió a ocupar un lugar que jamás debió perder: competir en la Primera Nacional.
El albo escribió el primer capítulo de su memorable historia en 1992, cuando ascendió a la segunda categoría del fútbol argentino de la mano de Aniceto Roldán, al eliminar a Gimnasia de Jujuy, en la final del Torneo Zonal Noroeste. En el primer partido, que se jugó en la Tacita de Plata, se impuso por 4 a 2, y en la revancha empató 2 a 2 en el Gigante del Norte.
Pero esta parte de aquella época dorada, no termina ahí, gracias a una magnífica campaña en la B Nacional, ya como Ricardo Reza como técnico, ascendió a Primera División para codearse con la élite del fútbol nacional. El sueño no duró mucho, ya que esa misma temporada descendió a la B Nacional, donde esperó una nueva oportunidad, que llegó en el Nacional 1996-97.
Una vez más, su paso en la máxima competencia fue muy breve ya que nuevamente perdió la categoría. De ahí en más todo se comenzó de desmoronar, Gimnasia y Tiro continuó en caída libre: solo logró mantenerse dos años en la B Nacional, descendió al Argentino A y luego al Argentino B, una categoría que sufrió porque estuvo varios años hasta que finalmente pudo ascender (Argentino A) en la temporada 2010/2011.
Pero en la final del Federal A 2023, en La Rioja, derrotó a Douglas Haig por penales, se consagró campeón y después de 10 largos años volvió a la Primera Nacional.