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3 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Pese al Indec, para los salteños los precios continúan subiendo

"No vemos en las góndolas lo que dice el Indec. Llegamos arañando a fin de mes". Las quejas se dan en torno a lo que cuesta la carne. No ven estabilidad.
Jueves, 16 de enero de 2025 01:22
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Pese a que el Indec anunció que la inflación fue 2,7% en diciembre pasado y que incluso los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron tan solo 2,4% en la región noroeste, que incluye a la provincia de Salta, los clientes de supermercados capitalinos manifestaron que la mayoría de los precios de los productos siguen subiendo, muy pocos se mantienen estables y no existe una merma generalizada.

"No vemos reflejado en las góndolas lo que dice el Indec. Para los festejos de fin de año todo aumentó muchísimo y nada bajó. El café está super caro, la carne sigue subiendo. Está a 11 mil pesos el kilo. Es una locura. Soy trabajadora independiente y la verdad es que llego arañando a fin de mes", contó Lucrecia, de 58 años, peluquera, mientras recorría los pasillos de un supermercado ubicado sobre la avenida Ex Combatientes de Malvinas, en la zona sur de la capital salteña. La mujer reside en el barrio Aráoz.

Añadió que en su caso, dejó de comprar determinados productos y marcas para hacer economía en su hogar.

En tanto, Ana, de 66 años, docente jubilada, expresó que "las cosas siguen aumentando, pero también hay bastante especulación porque hay negocios y supermecados que te cobran mucho más caro por el mismo producto, el doble o más".

Agregó que optó por comprar menos cantidad y reemplazar productos. "Cada vez llevo menos cosas y la carne de vaca la reemplazamos por pollo. Además busco oferta por todas partes y trato de aprovechar", contó.

Relevamiento

Según un relevamiento efectuado por El Tribuno en supermercados del macrocentro y sur de la ciudad, la mayoría de los productos esenciales que se venden en los locales registran subas, en promedio, de unos 100 pesos cada mes, durante los últimos dos meses.

Una botella de 900 ml. de aceite cuesta 1.714 pesos. En noviembre pasado salía 1.600 pesos. Un kilo de azúcar sale 900 pesos. Hace dos meses salía 699 pesos.

Un paquete de un kilo de harina de trigo 0000 tiene un precio de mil pesos. En noviembre salía 750 pesos.

Una caja de un litro de leche cuesta 1.600 pesos. Hace dos meses tenía un valor de 1.400 pesos.

Una bolsa de un kilo de arroz largo fino sale 2.100 pesos. En noviembre costaba 1.950 pesos.

Un paquete de medio kilo de fideos ya sea tallarines o mostachol tiene un valor de 1.200 pesos. Hace dos meses costaba mil pesos.

Un paquete de medio kilo de yerba cuesta ahora 2.500 pesos. En noviembre pasado rondaba los 1.700 pesos.

El café, que se ha convertido, en un nuevo "lujo", se mantiene en esa categoría y continúa en alza: un pack "ahorro" de 170 gramos de café instantáneo sale 5.850 pesos. Hace dos meses costaba 4.450 pesos.

En el caso del té, una caja de 50 saquitos sale 1.900 pesos. En noviembre pasado costaba 1.600 pesos.

"Sigue subiendo"

Gladys Flores de 67 años, jubilada, pensionada y residente en el barrio El Tribuno, manifestó que "uno se da cuenta enseguida que las cifras del Indec son mentira, la inflación sigue subiendo, no bajó nada ni tampoco se mantiene y no entiendo la situación porque todos nos allanamos al silencio, esa es la realidad".

Expresó que "500 mil pesos de ingresos no alcanzan para nada. Tengo que andar buscando ofertas, pero tampoco puedo alimentarme mal por mis problemas de salud. Las verduras cuestan una barbaridad. Es una vergüenza este Gobierno. No existe la libertad ni para comer bien".

La mujer había comprado un pollo pequeño, por 5.200 pesos. "Si tengo que comprar carne solo llevo medio kilo. Ni hablar de pagar la luz, el gas, ahí se me van unos 90 mil pesos. No se puede vivir así", sostuvo.

Roberto, de 49 años, quien se desempeña como herrero y vive en el barrio 14 de Mayo contó que "compro lo que puedo y sinceramente ya no me importa si sale el doble o triple. Me cansé de renegar ya. No tengo fe en que la economía va a mejorar".

Por el contrario, María, de 62 años y quien reside en la zona céntrica, expresó que "pienso que esta situación va a mejorar. Por lo menos no nos hundimos en diciembre como decían. Hay que tener paciencia".

Por su parte, Daniel, de 76 años, jubilado y propietario de un taller mecánico, contó que "yo busco las ofertas. Ahora noto que puedo comprar un poco más de cosas que antes, pero los precios no bajan entonces no entiendo la economía. Comprarse ropa está imposible".

 

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