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Centenario de Félix Luna: el historiador que dejó huella en la historia argentina y en Salta

Fue entrevistado por El Tribuno cuando hace 50 años vino a Salta para dictar cursillos sobre la Década del 30.
Domingo, 23 de noviembre de 2025 00:52
Una foto del gran Félix Luna.
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En el centenario del natalicio del Dr. Félix Luna, hoy recordamos a este eminente historiador que aunque era descendiente de familia riojana, nació en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1925. Fue hijo de Carlos Luna Valdés, riojano, y de María Luisa Adriana Polledo Llames, de Buenos Aires. Por su abuela paterna descendía del soldado realista Tomás Valdez, quién luego de ser tomado prisionero en la batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812, fue remitido por orden del General Belgrano a La Rioja, ciudad donde se aquerenció, formó familia y vivió hasta su muerte. Por la rama de los Luna, su abuelo paterno fue fundador de la Unión Cívica Radical de la provincia de los llanos, y su tío, Pelagio Luna, fue vicepresidente de la Nación cuando el Dr. Hipólito Yrigoyen ejerció su primera presidencia. Don Pelagio falleció en el ejercicio de su mandato en 1919 pero durante su corta gestión como titular del Senado de la Nación, creó la Biblioteca del Congreso Nacional de la que fue su primer director.

Como decíamos al principio, Félix Luna nació en Buenos Aires, ciudad donde estudio primero en el Colegio del Salvador y luego en la Facultad de Derecho de la UBA donde se graduó de abogado en 1951. No sabemos si, como decía el Dr. Gustavo "Cuchi" Leguizamón, alguna vez Luna "vivió de las discordias ajenas", pero sí se sabe, porque sus obras están a la vista, que fue escritor, músico, docente, periodista y fundamentalmente historiador e investigador, especialmente cuando dejó el activismo político al alejarse del MID en 1971.

Hoy, sin temor a equivocarnos, podemos decir que Félix Luna tuvo una especial estima por Salta, ciudad que visitó en reiteradas oportunidades como amigo y también para participar de distintos eventos relacionados con lo que fue la pasión de su vida: la Historia. Y esas asiduas visitas le dieron la oportunidad de encontrar por estos lares, amigas y amigos que, allá por los años de 1960 y 1970 enseñaban o estudiaban en la recordada Cátedra de Historia del Departamento de Humanidades de Salta. Y en esa labor, pudo cosechar amigos, colegas y discípulos, varios de los cuales fueron luego valiosos colaboradores de emprendimientos como "Todo es Historia. Revista mensual de divulgación histórica", cuyo N°1 traspuso la calle en mayo de 1967. Edición que en su portada interior lleva una cita de Cervantes (Quijote I, XI): "Historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir…".

En ese primer ejemplar y cuya portada se ilustró con el rostro de don Juan Manuel de Rosas, Félix Luna explica en la columna INTENCIÓN, lo que en el futuro sería la línea editorial de su revista. De ella rescatamos este párrafo: "El título de nuestra revista establece con claridad cuál es la intención que nos anima. Por historia no entendemos solamente los sucesos que tienen acogida en las crónicas más o menos notorias. Historia es todo; y todo es historia. Historia no es solamente la línea de las grandes efemérides: es también el amor y los crímenes, las modas y las costumbres, las formas de vida, las creencias, hasta las mentiras… "Todo es historia". Todo nos interesa porque todo se refiere a nuestro país y a su pasado".        

Por último, en este modesto recordatorio, trataremos de enumerar parte de su prolífera labor: nueve libros de historia: "Yrigoyen" (1954), "Alvear" (1958), "El 45" (1968), "De comicios y entreveros" (1977), "Ortiz" (1978) y "Perón y su tiempo" (tres volúmenes, 1984, 1985 y 1986); "Historia integral de la Argentina", diez volúmenes (1994-1998); "Club el Progreso: 1852–2002 (2002), con María Sáenz Quesada, e "Historias de un años sin historia" (2005). Escribió además, trece ensayos históricos; cinco de ficción; seis canciones y poesías; seis direcciones de obras; y prologó dos libros: "Savio, acero para la industria" de María Ghirlanda (1999) y "El pensamiento del desarrollismo"(2010).

Félix Luna y El Tribuno

En octubre de 1975, el Dr. Félix Luna llegó a Salta para dictar tres cursillos sobre la "Década del 30 en perspectiva histórica" que se concretaron en el auditorio de L.V.9, Deán Funes 28 y que contaron con el auspicio del Instituto Salteño de Cultura Hispánica. Fue en esa oportunidad que El Tribuno conversó con el historiador por intermedio de un periodista cuyo nombre, como era habitual, no se incluyó. Y así fue que cuando el periodista le preguntó a Félix Luna si prefería hablar de política presente o política pasada, dijo: "Aunque no he abandonado mi preocupación por los grandes problemas del país, no tengo actualmente militancia política y hace cuatro años que he abandonado el MID porque creo que la orientación impresa por Frigerio desvirtúa lo que debe ser un partido político nacional".

Década del 30

"Hablamos pues –dice el periodista- de política retrospectiva y del tema del cursillo de la década del 30. "Trato de hacer –señaló Luna-una vivisección de esa época y no he querido llamarla Década Infame, tal como la denominó el tucumano José Luis Torres, porque pienso que debemos abandonar los esquemas rígidos y situar el problema en el contexto mundial y nacional sin preconceptos".

Para Luna la época que se abre con el derrocamiento de Yrigoyen inauguró un ciclo caracterizado por la afirmación de los lazos de dependencia de la Argentina respecto de Gran Bretaña, a la cual los actores conservadores eligieron como aliados. "Se modifica –dijo- la tradicional posición librecambista y el dirigismo es ejercido por estos grupos cuya fórmula económica consistió básicamente en descargar el peso de la crisis en los sectores populares y apoyar con toda clase de medidas a los grupos de la pampa húmeda". Y añade que en lo político la década que concluyó en 1943, se caracterizó por el fraude electoral y la llamó "la época de la hipocresía" por esas prácticas políticas que desvirtuaron el culto del liberalismo de los grupos conservadores que dieron una respuesta pragmática a la crisis.

Más adelante, señaló que en el aspecto cultural e ideológico se verificó el surgimiento de un vasto movimiento que dio expresiones importantes de la cultura que van desde los niveles tradicionales hasta la cultura popular que se expresó en el tango y que mostró los primeros atisbos de manifestaciones folclóricas, pero "no existió una conciencia de lo que se hacía y menos expresiones autocriticas. La revista "Sur" fue lo que representó el trasplante de la cultura europea. En la producción historiográfica apareció la Academia Nacional de la Historia que constituyó el "non plus ultra" de la historia oficial, la que también vio el surgimiento de los cuestionamientos desde el nacionalismo revisionista". Luego indicó que el proceso industrial, "un proceso dado y no buscado", llevó a 100.000 argentinos anualmente a dirigirse a la Capital Federal para ocuparse en las nuevas industrias y que serian la base del peronismo en el 45.

Finalmente Luna contó a El Tribuno, que trabajaba en la nueva etapa de "Todo es Historia", la revista que acababa de lanzar las 100 apariciones mensuales. "Ahora abriremos la revista a la problemática latinoamericana". También trabajaba por entonces en "Memorial de la Patria" y "Gaceta de Historia", un periódico apoyado por la Fundación del Hombre y que se distribuía gratuitamente en las escuelas.

Finalmente señaló: "Estamos llegando a la síntesis en historia. Ni la historia oficial ni el revisionismo demoledor de mitos son los términos de la polémica sino una historia sin prejuicios y asentada no en la justificación política sino en la investigación, tarea de los historiadores jóvenes del interior del país", concluyó.

Felix Luna falleció el 5 de noviembre de 2009, a los 84 años y estaba casado con Felisa De la Fuente, media hermana del exgobernador riojano y exsenador nacional Héctor María De la Fuente.

La llegada de "Todo es Historia"

Cuando el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía prohibió la actividad política, el historiador Félix Luna se preguntó: "¿Qué es lo más próximo a la política? La historia". Y así nació la revista "Todo es Historia" en 1967. Se trató de la publicación de divulgación histórica más importante y longeva de la Argentina, y una de las más destacadas de América Latina. Fue una publicación fundamental para la cultura argentina de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.

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