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Diciembre se encamina a cerrar con lluvias superiores a lo habitual en Salta y el escenario meteorológico no muestra señales de alivio inmediato. Las precipitaciones acumuladas durante el mes ya superaron la media histórica y duplican ampliamente lo registrado en el mismo período de 2024, en un contexto marcado por tormentas recurrentes, alta humedad y alertas activas en gran parte de la provincia. En las últimas horas, las lluvias derivaron en episodios de temporal, con incremento del caudal de arroyos y ríos, lo que generó intervenciones preventivas. En el municipio de La Caldera, la crecida del arroyo Guaranguay generó complicaciones viales y una camioneta quedó atrapada en el cauce y debió ser rescatada.
De acuerdo con datos brindados por el meteorólogo Edgardo Escobar, hasta el cierre de esta edición habían precipitado 173,7 milímetros en lo que va de diciembre, cuando la media histórica para este mes es de 138,4 mm. La diferencia se vuelve aún más significativa al comparar con el año pasado: en diciembre de 2024 se habían registrado apenas 74 milímetros.
En cuanto a los registros más recientes, hasta las 9 de ayer se acumularon 25 milímetros, correspondientes al día 27, mientras que entre las 9 y las 15 hs. de ayer precipitaron otros 7 milímetros.
"Estamos claramente por arriba de la media. El factor fundamental es la actividad del Alta Boliviana más el fenómeno de La Niña, que estadísticamente genera precipitaciones superiores a lo normal", explicó Escobar, al analizar el comportamiento climático de este cierre de año.
La Alta Boliviana es un sistema de alta presión que se forma en verano sobre el Altiplano y favorece el ingreso de humedad, generando lluvias más frecuentes e intensas en el norte argentino.
El panorama, lejos de revertirse, se mantendría durante los próximos meses. Según el especialista, enero y febrero continuarían con lluvias por encima de los valores habituales, mientras persista el fenómeno de La Niña que va de la mano con el Alta boliviana.
Ingreso de sistemas frontales fríos
A este escenario se suma el ingreso frecuente de sistemas frontales fríos o pulsos de aire frío, que favorecen la formación de tormentas en el norte argentino. En cuanto a las temperaturas, Escobar aclaró que se mantienen dentro de los valores normales para la época.
"Por ahora, los modelos indican que esta situación seguirá durante el verano. Recién hacia marzo podríamos entrar en una etapa neutra, para luego evolucionar hacia el fenómeno de El Niño", señaló.
El pronóstico cobra especial relevancia en la previa de Año Nuevo. Hasta el miércoles se prevén jornadas con probabilidad de precipitaciones y tormentas, con temperaturas que irán en ascenso: máximas entre 25 y 29 grados y mínimas que se ubicarían entre los 17 y 18 grados. Para el miércoles 31, en particular, hay probabilidad de precipitaciones y tormentas por la tarde y la noche. El jueves se anticipa una mejora.
Al cierre de esta edición regía alerta meteorológica amarilla por lluvias y tormentas de variada intensidad en distintas zonas de la provincia: la Puna, los Valles, Capital y otras del centro, sur y el este.