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Días atrás, el tribunal integrado por los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano publicaron los fundamentos de la sentencia del caso Jimena Salas. En esa resolución se consideró responsable penal del crimen ocurrido el 27 de enero de 2017 en Vaqueros a Javier Nicolás Saavedra. Los magistrados habían absueltos a los hermanos Adrián y Carlos Saavedra por el beneficio de la duda.
En una entrevista en el estudio de El Tribuno, la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, que supervisó la etapa de la instrucción, sacó a la luz que hubo ocultamiento de antecedentes de los hermanos absueltos, y que la fiscalía iniciará una investigación.
En el streaming también estuvo el abogado querellante, Pedro Arancibia, quien se mostró conformé con la declaración de responsabilidad de "Chino" Saavedra y dijo que la familia no apelará.
Al leer los fundamentos, queda claro que Javier Chino Saavedra fue el asesino de Jimena Salas ¿Es correcto que se declare responsable a una persona que está muerta?
Pedro Arancibia (PA): Nosotros, como querella y representantes de la familia de Jimena, consideramos que sí. El objetivo central del proceso penal es esclarecer los hechos: cómo se cometió el femicidio y quién fue el autor material. Ese objetivo está cumplido. El tribunal, en una sentencia larguísima, de casi 180 páginas, analizó cada prueba y concluyó, de manera contundente e irrebatible, que Javier Nicolás "Chino" Saavedra fue el femicida que le quitó la vida a Jimena.
Técnicamente no se habla de "condena" en sentido clásico porque no se le puede imponer pena a un fallecido, pero sí de declararlo responsable. En el derecho penal argentino ya hay antecedentes, como los juicios de la verdad por delitos de lesa humanidad. El hecho de que el autor se quite la vida no significa que el Estado no pueda decir, con base en prueba contundente, quién fue el responsable del crimen.
Ada Zunino (AZ): El proceso penal no es solo para castigar, también es para establecer la verdad histórica. En este caso, había una cantidad sobreabundante de pruebas recolectadas durante casi ocho años que no dejan lugar a dudas de que Javier Saavedra fue el autor material. Que él haya decidido quitarse la vida un día antes del juicio no borra esa realidad ni impide que se lo declare responsable.
¿Cuál fue la prueba clave que llevó a esa certeza sobre Javier Saavedra? ¿Era solo el ADN?
AZ: No fue solo un rastro aislado. El ADN de Javier Saavedra apareció en la escena del crimen, sobre el cuerpo de Jimena y en la ropa de sus hijas. Eso es devastador desde el punto de vista probatorio. Las niñas, por lo que muestran esas manchas, presenciaron el crimen de su madre. Es un dato terrible. Hay algo más: la defensa de la familia Saavedra ofreció una perito de parte, la doctora Alejandra Visich, para controlar la primera pericia de ADN. Ella trabajó junto al perito del CIF, con un procedimiento técnico objetivo, estandarizado. Ambos arribaron a una coincidencia prácticamente del 100%: la sangre era de Javier Saavedra.
Después, la perito empezó a sufrir presiones, su casa fue vandalizada, tuvo miedo de declarar y debió ir al juicio con custodia policial. Finalmente decidió no participar en más pruebas. Pero lo central es esto: la propia perito ofrecida por la familia Saavedra confirmó que la sangre en la escena era de Javier Saavedra.
Doctora Zunino, ¿qué rol tuvo usted en la etapa inicial?
AZ: Me tocó intervenir en la investigación penal preparatoria. Controlé que todos los elementos de prueba se incorporaran debidamente al expediente para luego poder ser reproducidos en el debate. Fui quien elevó la causa a juicio y otorgó arresto domiciliario a Carlos Damián Saavedra y Adrián Guillermo Saavedra. También ordené la detención de Javier Nicolás Saavedra, porque la prueba que presentaron los fiscales sobre su autoría en el femicidio de Jimena Salas era irrefutable. Llegamos al grado de probabilidad fundada que exige la ley para llevar a alguien a juicio. Después, en el debate, esa prueba se reeditó y alcanzó el estándar máximo: certeza.
Entonces no quedó alguna duda sobre la responsabilidad penal de Javier Saavedra...
AZ: No. En el juicio se trabajó con una cantidad sobreabundante de pruebas. Lo que se requiere para condenar en materia penal es certeza absoluta, no una mera probabilidad. Esa certeza se alcanzó con holgura respecto de Javier Saavedra como autor material.
Que él haya decidido quitarse la vida para no someterse al juicio es otra cuestión, pero no cambia el cuadro probatorio. La prueba ya estaba colectada y consolidada, y el tribunal la valoró en ese sentido. Se hizo un juicio anterior en el que se demostró que el viudo de Jimena Salas no tenía nada que ver, y luego se siguió investigando. El comisario Cordeyro realizó aportes, el tenía un lazo directo con la familia Saavedra y cumplió con su deber. Se arriba con absoluta certeza que Javier Saavedra es el responsable.
PA: El tribunal fue muy cuidadoso, respetó todas las garantías, dio amplitud probatoria a todas las partes y su razonamiento jurídico–lógico es, desde mi punto de vista, irrebatible: no hay margen serio para discutir que Javier Saavedra fue el femicida.
¿Qué pasa con los otros dos hermanos, Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra? ¿Por qué quedaron afuera de la condena?
PA: El tribunal consideró que, si bien hay situaciones que generan sospecha —teléfonos apagados, presencias extrañas, movimientos llamativos—, esa sospecha no alcanza para una condena penal. En un juicio no basta con que "parezca raro" o que uno intuya que sabían algo. Se necesita certeza. En este punto, el tribunal entendió que la prueba no lograba el grado necesario para afirmar, sin dudas, que participaron en el crimen. Y en un Estado de derecho eso hay que respetarlo.
¿Los tres tenían los teléfonos apagados?
AZ: Sí, los tres Saavedra tenían los teléfonos apagados en el momento del crimen, cuando normalmente tenían una actividad intensa. Los autos de los Saavedra fueron vistos en la zona del crimen el día del hecho. Vecinos declararon y describieron color, modelo, características, y esos autos fueron luego hallados en la casa de los Saavedra al momento de la detención.
PA: Y estos importante porque estas descripciones fueron dadas en 2017. Coinciden muchos datos pero aquí lo que importa es llegar a la certeza de que tal y tal persona "estuvieron en el interior de la casa y participaron del ataque". El tribunal concluyó que no se llegó a esa certeza. Los autos estaban, las sospechas existen, pero no fue suficiente jurídicamente para condenarlos.
Doctor Arancibia, como querellante, ¿van a apelar el fallo?
PA: No. Nosotros representamos a la familia de Jimena y debemos responder a lo que ellos consideran. El objetivo central era saber quién mató a Jimena Salas, y eso está establecido con claridad: fue Javier Saavedra. Desde nuestra perspectiva, eso significa que no hay impunidad.
Respecto de los hermanos, el tribunal dijo que la prueba no alcanzó. Podemos tener sospechas, pero no se logró certeza. En ese punto respetamos la decisión. Lo que sí haremos, si la defensa presenta un recurso de casación, es contestar los agravios para sostener la declaración de responsabilidad de Javier Saavedra.
"El femicidio de Jimena Salas no quedó impune. El femicida está claramente identificado y declarado responsable. El hecho de que el autor se quite la vida no significa que el Estado no pueda decir quién fue el responsable del crimen".
En los fundamentos y en la causa se habla de un "perfil genético H2" ¿Qué pasa con esa pista?
AZ: Ese perfil genético H2 indica un parentesco consanguíneo con los Saavedra. Durante la investigación penal preparatoria hemos hecho ADN a muchísimas personas que podrían encuadrar en ese vínculo. Se trabajó mucho en esa línea, pero hasta ahora no se logró identificar a esa persona.
El suicidio de Javier Saavedra un día antes del juicio generó dudas y sospechas en parte de la opinión pública. ¿Qué dice el expediente doctora Zunino?
AZ: Yo tengo a mi cargo la causa del suicidio. Y lo que surge de la investigación es claro: no hay ningún indicio de homicidio ni de responsabilidad del servicio penitenciario.
Saavedra se quitó la vida en el baño del penal. Se hizo un corte de unos siete centímetros de largo y tres de profundidad en el antebrazo, con fines de desangrarse. Un compañero detenido advirtió que no salía, dio aviso al personal penitenciario, se llamó al 911 y al SAMEC, pero ya no se pudo hacer nada.
Además, la pericia psicológica lo describió como un psicópata narcisista, manipulador, excéntrico, con baja tolerancia a la frustración y muchas ganancias colaterales. Ese perfil encaja con lo que se denomina "colapso narcisista": ante la inminencia del juicio, donde iba a quedar expuesto frente a una enorme cantidad de prueba en su contra, decide quitarse la vida. Hasta en esa decisión intentó manipular la escena.
"Los Saavedra se presentan en la plaza como buenos ciudadanos cuando, a la luz de sus antecedentes, eso no es así. El procurador instruyó una investigación. Quiere una explicación de por qué no figuraba nada en planillas de antecedentes".
"El procurador instruyó una investigación. Quiere una explicación de por qué no figuraba nada en planillas de antecedentesPor eso digo que es ilógico sostener que lo mataron. Ya estaba prácticamente demostrado que era el autor material, incluso según la perito ofrecida por su propia familia. Nadie tenía interés en "sacarlo del medio".
PA: Hay que ser muy responsables al hablar de esto. Cuando alguien insinúa "es raro que se haya suicidado", en los hechos está diciendo "lo mataron". Y esa frase corre como pólvora, hace un daño enorme al sistema de justicia y después es muy difícil revertirlo, aunque uno se desdiga.
Doctora Zunino, usted habló de antecedentes que "desaparecieron" de las planillas de los Saavedra. ¿Qué pasó con eso?
AZ: Es un punto gravísimo. Cuando en la investigación pedimos las planillas prontuariales de Carlos Damián Saavedra y Adrián Guillermo Saavedra, aparecían limpias: sin antecedentes. Después, a partir de otra tarea del CIF y de ir a los registros físicos —los viejos expedientes en papel— se comprobó que Carlos Damián Saavedra tenía al menos nueve causas: lesiones, amenazas, robos en banda, delitos contra la propiedad, un hecho sexual grave, entre otros.
Adrián Guillermo Saavedra tenía al menos tres antecedentes. En una de esas causas graves, de abuso sexual, Carlos Damián resultó sobreseído no porque se probara su inocencia, sino porque pasó el plazo razonable: la víctima declaró dos veces, a la tercera no quiso hablar más; después no pudo ser ubicada para ratificar y la causa terminó cayendo.
Que esos antecedentes no figuraran en el sistema informatizado es algo que no tiene justificación. Hoy cualquier persona, con causas de 2004, 1999 o años muy viejos, tiene esos antecedentes asentados en la planilla, aunque estén prescriptos o sobreseídos.
Acá no aparecía nada. Eso les dio a los Saavedra una impunidad judicial y social: se presentan en la plaza como "buenos ciudadanos y hombres de familia" cuando, a la luz de sus antecedentes, eso no es así.
¿Se está investigando ese posible ocultamiento de antecedentes?
AZ: Sí. El procurador (Pedro García Castiella) instruyó una investigación. Yo misma hablé con el fiscal que la lleva: quiere una explicación clara de por qué no figuraba absolutamente nada en las planillas cuando había tanto historial. No estoy en condiciones de decir quién lo hizo, pero alguien tuvo interés en que eso no apareciera. No es un error técnico menor: afecta decisiones sobre prisión preventiva, valoración de riesgo y, sobre todo, la mirada social sobre estas personas.
En paralelo, todos los jueves hay marchas en la plaza 9 de Julio reclamando la inocencia de los hermanos Saavedra. Me parece muy grave el mensaje. Las marchas son una herramienta legítima cuando se reclaman causas éticas, morales, patrióticas. Pero en este caso se enarbolan banderas por personas condenadas o fuertemente vinculadas a un crimen siniestro, y se corre el foco de lo esencial:
Aquí la víctima es una sola: Jimena Salas, y las víctimas secundarias son sus dos hijas, que —por las manchas en su ropa y en sus peluches— presenciaron el asesinato de su madre.
Al instalar supuestas "sombras", "oscuridades" o conspiraciones, se daña la credibilidad del Poder Judicial y del Ministerio Público en una sociedad que ya viene con crisis de confianza hacia todas las instituciones. Yo considero que en este caso se ha arribado a la verdad, y que esa marcha, tal como está planteada, es espuria y no debería suceder.
Doctor Arancibia, ¿qué significa este fallo para la familia de Jimena Salas?
PA: Para Nicolás Cajal, el viudo, y para las hijas de Jimena, lo más importante es poder tener una respuesta clara cuando ellas pregunten qué pasó con su mamá. Ellas eran muy pequeñas cuando presenciaron el asesinato; eso puede generar un trauma que emerja en algún momento. Pero al menos hoy pueden saber que hubo una investigación extensa, un juicio previo donde se demostró que Nicolás no tenía nada que ver, un segundo juicio que identificó al femicida, y una sentencia sólida. La memoria de Jimena merece paz y respeto, no que se cambie el eje para hablar del suicidio de un femicida en lugar del femicidio de una joven madre. Para la familia, el crimen está esclarecido y no hay impunidad.