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En la semana más fría del año es el mejor momento para comenzar a aprovechar las rebajas que se están experimentando en las prendas de abrigo en la ciudad de Salta. Es que, a pesar del abaratamiento de la indumentaria de invierno, los comerciantes coinciden en destacar la preocupante baja en las ventas.
Para el que tiene un margen del aguinaldo, es el momento propicio. El Tribuno salió a recorrer algunos negocios del centro de la ciudad en donde ya hay vidrieras con porcentajes de entre un 10 y un 20 por ciento de descuento.
"Mantenemos los precios de las promociones por el Día del Padre. Son precios rebajados, que a partir de la semana que viene van a tener más descuentos. Y para agosto vamos a tener otra liquidación. Esa será la única forma de vender todo", dijo un comerciante de un "outlet" de la peatonal Florida. En ese comercio de venta de productos en inventario o de una temporada anterior, ya de por sí tiene precios inferiores a las tiendas tradicionales.
Las camperas muy abrigadas van desde los 60 a los 80 mil pesos, los buzos de peluche a 20 mil pesos y los pantalones abrigados desde los 30.000 pesos. Cuando se compra por cantidad las rebajas son mayores.
Zapatillas. Mientras que en nuestro país las zapatillas sigue aumentando, muchas por arriba de los 100 mil pesos, en Bolivia, una docena de zapatillas sale tan solo $100.000, lo que da un valor de $8.333 por par.
Con esos precios, son muchos los turistas nacionales que visitan Salta y de paso se compran ropa para llevar a sus destinos.
En las grandes tiendas de la peatonal Alberdi tienen la ventaja de las "12 cuotas sin interés". Camperas que van desde los 60 mil a los 100 mil pesos se exhiben en las vidrieras con rebajas en torno del 20 por ciento. La gente entra mira, compara precios y muy poca compra.
"Las ventas no remontan a pesar de las rebajas. La única herramienta que tenemos es la ventaja de comprar ropa en 12 cuotas sin interés. No tenemos monto mínimo y casi todas las ventas que realizamos por medio de las tarjetas. Ahora estamos preparando los descuentos para el mes de julio, que comienza la semana que viene, y también apuntando a la temporada alta de turismo; veremos qué pasa", dijo un gerente de una de las grandes tiendas de la peatonal.
Opciones económicas
Ni las opciones más económicas de la ciudad, de venta de ropa, la están pasando bien, a pesar del frío. Lucrecia es una joven que vende sus accesorios de invierno en un "changuito" entre las calles de las peatonales. "Tenemos los precios al mínimo y aún así no vendemos", dijo la joven de no más de 20 años. Ella vende guantes de capibara a 4 mil pesos, de peluches a $3000, medios con corderito a 5.000 pesos y gorros con orejas súoer abrigados a 6 mil pesos. No sólo que no vende sino también que anda gambeteando a la Municipalidad que le quita toda la mercadería.
En la Tavella, la otra opción es la feria de ropa americana donde las mejores camperas usadas, casi nuevas, van desde los 25 mil pesos hasta los 45. La única rebaja que se puede conseguir es parte de una dura negociación cara a cara en el regateo. Hay chalecos de $15.000, pero que se rebajan a 10 mil; todo depende de la cara del cliente. La feria de la Tavella está abierta de jueves a lunes, de 8 a 20. La amplitud horaria hace que la gente no se amontone. Sin embargo, sus puesteros aseguran que los grandes congestionamientos de gente que llega a comprar ya es una postal de un tiempo perdido.
Una nueva realidad
El mercado de la venta de ropa se desreguló hace tiempo y las ferias y los comercios del centro no saben cómo actuar para una competencia tan desleal.
En primer lugar, los supermercados comenzaron a vender ropa desde hace más de una década. Ahora, cada vez más son las opciones gracias a apertura de las importaciones. Los precios y las formas de pagos son una de las mejores opciones para comprar.
Los feriantes de la ropa americana están desesperados porque ahora hasta una familia compra los bolsones de ropa a través de internet. Cuando se compra de ese modo, el valor de costo de cada prenda que en 3 mil pesos cada una. Las ganancias son astronómicas, el precio de venta no es alto y la gente la vende en sus domicilios particulares; no pagan alquiler ni servicios.
Hoy se venden bolsones por una red social y las prendas individuales se pueden conseguir por otras redes sociales de fotografías y otra de video. Las compras por internet revolucionaron todo y hasta se comercia por los grupos de WhatsApp.
La otra opción que se destapó este año son las compras en Bolivia. Se compra las medias y la ropa interior por fardos. Una campera que soporta mucho frío en Bermejo cuesta 25 mil pesos, los pantalones abrigados cuestan menos de 10 mil pesos y los joggins (pantalones o buzos) para los chicos comienzan desde los 5 mil pesos. Lo mismo con el calzado donde las botas de abrigo puede costar 25 mil pesos