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La ola de frío polar que afectó al país esta semana puso al límite el sistema de distribución de gas en el norte argentino. En Salta, estaciones de GNC e industrias recibieron notificaciones de restricción del servicio, lo que generó preocupación en sectores productivos clave como la minería y el transporte. Ayer volvieron a habilitar. El ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de la Provincia, Martín de los Ríos, brindó precisiones sobre lo ocurrido, reclamó por la falta de inversiones estructurales y reafirmó el compromiso del Gobierno provincial con la ampliación del acceso al gas natural.
"La regulación del suministro de gas es competencia exclusiva del Estado nacional, a través del Enargas. Las provincias no intervenimos en esa administración. Nosotros recibimos las notificaciones y gestionamos ante las distribuidoras, pero las decisiones se toman en Nación", aclaró el funcionario en diálogo con Radio Salta.
Según De los Ríos, la razón de las restricciones fue el fuerte aumento del consumo residencial por la crudeza del frío, lo que activó el mecanismo automático de priorización: primero los hogares, luego las estaciones de servicio y las industrias.
"Esto está previsto en la normativa nacional. Cuando hay un aumento estrepitoso de la demanda domiciliaria, el sistema corta a quienes no tienen contratos de suministro firme", explicó.
Más allá de las contingencias climáticas, De los Ríos subrayó que el fondo del problema es estructural: la cuenca del norte argentino —que históricamente abasteció al país— ya no produce el gas suficiente para cubrir su propio consumo, y las obras para revertir el flujo desde Vaca Muerta aún están en ejecución o sin finalizar.
"Nuestra cuenca llegó a producir 14 o 15 millones de metros cúbicos por día. Hoy no alcanza los 3. Y Salta sola consume alrededor de 10. Es decir, nos falta gas", detalló.
En ese contexto, la provincia reclama la finalización de plantas compresoras clave, como las de Frías (Santiago del Estero), Deán Funes (Córdoba) y Campo Durán (Salta), que permitirán que el gas extraído en el sur del país llegue de manera efectiva al norte.
"Hay que recuperar la soberanía energética. Tenemos uno de los reservorios más importantes del mundo, que es Vaca Muerta, y al mismo tiempo tenemos provincias del norte sin gas. Es una contradicción. Salta le dio gas a la patria durante 40 años, ahora nos corresponde recibirlo. Es una cuestión de justicia", remarcó.
El GNC y la industria, los más afectados
Uno de los sectores más golpeados por las restricciones fue el de las estaciones de servicio de GNC, que vieron interrumpido el suministro sin previsión ni margen de maniobra. De los Ríos fue contundente en su defensa: "No tienen cómo pagar la tarifa de suministro ininterrumpible", que sería la única forma de garantizar continuidad en contextos críticos.
"El contrato firme o ininterrumpible tiene otra tarifa, mucho más elevada. Y con la rentabilidad actual que tienen las estaciones de GNC, es imposible que puedan asumir ese costo. Por eso están sujetas a las reglas generales de corte", explicó.
Lo mismo ocurrió con algunas industrias mineras, en especial en La Puna y en la planta de Centenario-Ratones, que ya se encuentra en producción. Allí, según el ministro, el metraje cúbico diario se redujo y hubo "eventos puntuales", aunque la situación comenzó a normalizarse en los últimos días, gracias al ingreso de gas desde el sur del país.
El funcionario también enfatizó que, más allá de asegurar el abastecimiento, el gran objetivo a mediano plazo es ampliar la cobertura domiciliaria de gas natural en Salta, en especial si se avanza hacia una liberalización del precio del gas en boca de pozo.
"No podemos permitir que, con un precio liberado, haya ciudadanos sin acceso a la red de gas. Es una necesidad básica, y hay que avanzar en obras para conectar a más familias", sostuvo.
"Estamos pagando hoy la falta de inversión de muchos años", dijo.