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Tres preguntas vertebraron la disertación de Augusto Salvatto en el Centro de Convenciones de Salta. Tres dudas que muchos repiten en voz baja frente a un escenario de transformaciones tecnológicas sin precedentes: ¿La inteligencia artificial es solo para empresas como Netflix o la NASA? ¿Sirve para una PyME del norte argentino? Y si quiero empezar a usarla, ¿cómo hago? ¿Abro una cuenta y ya está?
Salvatto —politólogo, docente y especialista en tecnologías emergentes— se propuso responder con precisión. "No estamos aprovechando esta tecnología", comenzó. Con datos duros, sostuvo que el 92% de las empresas están invirtiendo en IA, pero apenas el 1% tiene una estrategia clara. "Lo que falta es visión, estrategia y formación. No es una cuestión de enchufar y usar, sino de cambiar la forma de pensar", advirtió.
El error
Uno de los ejes más potentes de su exposición fue la crítica a las implementaciones mal concebidas: "La IA no es lo importante. Lo importante son tus problemas, tus procesos, tu objetivo. A partir de ahí, la herramienta se adapta. Pero si empezamos al revés, fracasamos".
El 74% de las empresas, según distintos reportes citados por Salvatto (BCG, Deloitte, McKinsey), no logra extraer valor real de sus inversiones tecnológicas. Y muchas veces, dijo, no es por falta de recursos, sino por falta de conversación seria. "El entusiasmo sin estrategia no sirve", lanzó.
¿Es para mí? Tres razones para decir que sí
Salvatto se encargó de desmontar la idea de que la IA es sólo para grandes ligas. Dio tres razones clave para afirmar que esta tecnología también es para PyMEs, docentes, estudiantes y trabajadores independientes:
Porque la barrera de entrada bajó: "Lo que hace unos años era caro y complejo, hoy es accesible. No hay excusas", sostuvo el especialista.
Porque sirve para optimizar: "Si querés reducir costos, ser más productivo, hacer más con menos, entonces es para vos".
Porque tenés una ventaja sobre las grandes empresas: "Las grandes organizaciones tienen más recursos, pero también más trabas burocráticas para adoptar cambios. Vos podés moverte más rápido".
El trabajo y la IA
Uno de los pasajes más aplaudidos fue cuando Salvatto se metió de lleno en el mito más instalado: "¿La inteligencia artificial me va a dejar sin trabajo? No. Lo que va a pasar es que tu trabajo va a cambiar, como cambió siempre con cada revolución tecnológica".
Y fue más allá: explicó que el error es pensar el trabajo como una lista de tareas. "Tu tarea puede ser escribir una nota, pero tu propósito es contar una historia, investigar un tema. Quizás pronto ya no escribas letra por letra, pero seguirás siendo quien cuente".
Insistió en que no se trata de que la IA reemplace personas, sino de que las personas entiendan el nuevo ecosistema. "Se van a crear más empleos de los que se van a destruir. Pero no serán los mismos. Vamos a tener que aprender, desaprender y volver a aprender".
El peligro de pensar como pavos
Con humor y contundencia, Salvatto trajo una metáfora que dejó huella en el auditorio: "Pensamos como pavos", dijo. Y contó la historia del pavo que, al ser alimentado todos los días por su dueño, asociaba la visita con comida... hasta que llegó el Día de Acción de Gracias.
"El problema es que tomamos decisiones de negocio, de carrera, de inversión, pensando que lo que funcionó en el pasado va a seguir funcionando. Pero el mundo cambió, y no podemos seguir tomando decisiones con mentalidad de estabilidad en un contexto de cambio vertiginoso".
Tres claves de la economía del siglo XXI: datos, personalización y cambio de procesos
La disertación avanzó con una radiografía precisa de los motores que mueven la economía actual:
El dato como recurso estratégico: "Hoy todo genera datos. Un swing de golf produce entre 60 y 70 variables. Lo mismo pasa cuando vendés un producto o hacés una compra. Si no los analizás, estás desperdiciando oro".
La hiperpersonalización: "Instagram sabe quién sos. Pero un hotel todavía te pide que llenes un formulario en papel. Si no te conocen, están fallando".
La necesidad de repensar los procesos: "No se trata de enchufar IA en un sistema viejo. Hay que rediseñar el sistema".
Dejar de ser fanáticos de la tecnología
Salvatto también propuso un cambio cultural: "No sean fanáticos de la tecnología. Sean fanáticos de sus problemas, de sus proyectos. La tecnología es solo una herramienta".
"No hay que estudiar un máster en IA, hay que saber usarla"
Augusto Salvatto señaló un riesgo evidente: la sobreexposición y dependencia de herramientas digitales, que muchas veces consumen horas improductivas en lugar de generar valor. "Pasamos ocho horas en el teléfono. Eso también hay que mirarlo críticamente".
Dijo que hay que formarse en contexto: "No hay que estudiar un máster en IA. Hay que entender cómo esta herramienta mejora mi trabajo".
Animarse a cambiar: "No hace falta ser joven. Hace falta estar dispuesto a pensar distinto".
Consultado sobre el potencial del país, Salvatto fue categórico: "Tenemos uno de los mejores talentos del mundo. A pesar de todo, el ecosistema emprendedor argentino es increíble".
Explicó cómo, en muchos casos, problemas estructurales (como la inflación) empujaron a las personas a adoptar soluciones digitales antes que en otros países. "La inflación destruye valor, sí. Pero también genera adopción de soluciones como cuentas digitales, billeteras o cripto".
Una de las reflexiones más profundas de la jornada fue sobre los riesgos. "Lo que más me asusta no es la IA. Son las personas. El mal uso, el uso irresponsable. La IA no piensa, no razona, no entiende. Es un loro estocástico. Parece humana, pero no lo es. La responsabilidad está en nosotros".
Con su estilo ágil, directo y didáctico, Salvatto no solo dejó respuestas. Dejó preguntas. Y, sobre todo, sembró conciencia sobre un punto clave: el futuro no está escrito. Pero se está escribiendo todos los días. Y cada uno, con sus decisiones, con su formación y con su mirada crítica, es parte de esa escritura.
Salvatto también se refirió al concepto de "pensamiento adaptativo", clave para sobrevivir y prosperar en un entorno de cambios vertiginosos. "No es solo cuestión de adquirir habilidades técnicas, sino de cultivar una mentalidad abierta al cambio. El problema no es no saber, sino no querer aprender". Subrayó que la capacidad de adaptación será más valorada que cualquier título, y que quienes hoy no entiendan de inteligencia artificial, mañana pueden quedar tan fuera de juego como quienes en su momento no aprendieron a usar una computadora.
En otro tramo, reflexionó sobre el rol de los líderes y tomadores de decisiones. "No pueden delegar la comprensión de estas tecnologías. Tienen que ser los primeros en usarlas, entenderlas y fijar criterios éticos". En su visión, no basta con crear áreas de innovación o tercerizar soluciones: el cambio tiene que empezar desde la conducción. "Si los líderes no entienden la IA, la empresa no la va a entender. La estrategia digital empieza en el directorio, no en el departamento de sistemas", advirtió con claridad.
Hacia el final de su exposición, Salvatto dejó un mensaje que combinó esperanza y urgencia: "No se trata de temerle a la inteligencia artificial, sino de construir una sociedad más preparada, más consciente y más equitativa en su uso". En ese sentido, llamó a pensar políticas públicas que cierren la brecha digital, fortalezcan la educación y promuevan el desarrollo de talento local.