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Vecinos de la villa San Lorenzo elevaron dos presentaciones formales al Gobierno de la Provincia para exigir medidas urgentes que frenen el deterioro ambiental y urbano en la zona de la reserva Las Costas y el cauce del río San Lorenzo. Los planteos fueron dirigidos al gobernador Gustavo Sáenz y al secretario de Recursos Hídricos, Mauricio Romero Leal, con reclamos que abarcan desde la contaminación por camiones areneros hasta el estado de las calles, canales y el control de asentamientos. Las notas se presentaron el año pasado y aún no tienen respuestas.
Los habitantes de la calle Virgilio García, que desemboca en el río San Lorenzo, advirtieron que el tránsito de camiones de recolección de áridos provoca contaminación sonora y ambiental, además de riesgos sanitarios. Los vehículos —según denuncian— circulan a gran velocidad, levantan polvo, derraman material en la vía pública y generan una situación peligrosa para niños y personas asmáticas.
"Se torna insoportable la contaminación sonora por el ruido permanente y la contaminación ambiental", señalaron en la nota, donde pidieron el cambio de recorrido y la erradicación de esta actividad en la zona urbana.
Otro de los puntos señalados fue el adoquinado o asfaltado de la calle Virgilio García, que en época de lluvias se vuelve intransitable y presenta zanjas de hasta un metro de profundidad. Los vecinos responsabilizan a la mala compactación del terreno tras la colocación de cañerías cloacales y al tránsito constante de camiones.
También reclamaron la canalización adecuada del canal ubicado en esa arteria, cuya precariedad y estrechez generan desbordes durante las crecidas estivales, afectando a las viviendas colindantes.
Las presentaciones advierten, además, sobre el accionar de "personas inescrupulosas" que arrojan desechos orgánicos, restos de obras en construcción y poda en distintos puntos de la villa. La proliferación de basura, el mal olor y el riesgo sanitario para niños y vecinos son una preocupación central. En ese marco, solicitaron refuerzo de controles y la instalación de cartelería preventiva.
Otro aspecto alarmante es la proliferación de asentamientos y el avance de la deforestación en la reserva, pese a tratarse de un área protegida bajo la Ley de Bosques N.º 7.543. Los vecinos remarcaron que se han detectado incluso depósitos de materiales para la construcción dentro de la zona de resguardo hídrico.
"Elegimos la Villa San Lorenzo por su tranquilidad y seguridad, pero hoy nuestra calidad de vida está gravemente deteriorada", afirmaron los vecinos, quienes también señalaron que la situación redujo el valor inmobiliario de sus propiedades.
En sus escritos adjuntaron fotografías como prueba del abandono, con imágenes de calles destruidas, canales desbordados y residuos en la reserva.