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La Serenta llegó a su fin y con la "amanecida" de hoy del Chaqueño Palavecino, el medio de siglo de vida es la realidad de un evento único y lleno de historias. Ayer se cumplieron 50 ediciones de la Serenata a Cafayate y estas bodas de oro, son sin dudas un aniversario muy especial. El Tribuno en esta edición, aporta este documento que es parte de esta historia de cultura y pertenencia de todos los salteños.
La primera noticia sobre su realización se publicó en El Tribuno el 24 de enero de 1974 (Página 9, Sección Cartelera). Ese testimonio titulado "Serenata a Cafayate, una iniciativa en busca de concreción definitiva", era de la inconfundible pluma de César Fermín Perdiguero. Decía así: "La dirección de Radio Salta, (doctor Juan Antonio Urrestarazu, "Nacho" Altuna y Echardt) convocó en horas de la mañana de la víspera, a una conferencia de prensa. Fuimos y encontramos lanzada a todo vapor una iniciativa: la Serenata a Cafayate. Trátase –continua la crónica- de una gigantesca movilización artística desde y hasta Cafayate para las noches del 8 y 9 de febrero venidero. No hay de por medio interés ni lucro, solamente la intención de ofrecer al pueblo y turistas que van a Cafayate, una gran muestra cancionera y la oportunidad de revivir la añeja costumbre de dar serenatas. Cesar Perdiguero y Juan Carlos Lagomarsino estarán en la animación de la fiesta, habiendo ya prometido su participación los artistas Marcos Tames con El Chañarcito, El Cuarteto Salta, Los Hermanos Gutiérrez, Martín Bustamante , Alicia Aguilar, Martín Salazar, Víctor Ruíz, Alborada, conjuntos de Santa María (Catamarca) y bagualeros del valle".
Más adelante, El Tribuno cuenta que con motivo del festival se estaba convocando a todos los poetas del norte: "La comisión organizadora –dice- hace una convocatoria a los poetas del NOA para que participen de un certamen poético con importantes premios, sobre el tema "Serenata a Cafayate". Asimismo, existe la intención de organizar el Fogón de los Amigos y las recaudaciones que allí se obtengan, serán gestionadas como ayuda para el Hospital de Cafayate. También, y por inspiración de Pepe Lacasa, dilecto cafayateño, se instituirá una medalla de oro denominada "Juan Calchaqui" que será otorgada a aquellos que luchan por el engrandecimiento de Cafayate". Finalmente, este primer documento gráfico que hoy damos a conocer luego de cincuenta años, concluye: "La iniciativa ya está lanzada, mucha gente importante busca su concreción y por la finalidad que lleva, merece su apoyo".
Repercusiones
Días después del lanzamiento oficial, Cesar Perdiguero, periodista y entusiasta fogonero de las serenatas que solía dar desde el imaginario pescante de su "coche de plaza", escribe en El Tribuno: "La convocatoria ha encontrado un notable eco en todos aquellos que ven la gran oportunidad de restablecer una costumbre nostalgiosa y romántica cual es la de dar serenatas. Y será –prosigue- la "Serenata a Cafayate" una inmensa convocatoria cancionera de guitarras y bombos, con cajas y versos volando desde el corazón de la uva por el vuelo de cantores y poetas".
Un homenaje
Y mientras a fines de enero de 1974 crecía en Cafayate el entusiasmo por la fiesta, aquí en Salta nuestra música nativa sufría una dolorosa pérdida. Había fallecido el músico y maestro Pedro "Perico" Rioja (padre). Sobre su trayectoria, Cesar Perdiguero escribió entonces: "Perico Rioja ya no está entre nosotros, ha iniciado el camino para comenzar a ser algo más que un recuerdo. Salteño de nacimiento, con su bandoneón se convirtió en un verdadero "pionero de cacharpayas" y maestro de músicos del Ejército Argentino y también de maestros como Mario Vallejos, Martín Zalazar, Gustavo "Payo" Solá, Luis Pessini, Marcos Tames y tantos más. Seguramente que entre las uvas, el vino y las coplas de la Serenata a Cafayate, el canto nativo evocará el nombre de Pedro "Perico" Rioja".
Primer escenario
A días que comenzara la primera edición serenatera, El Tribuno, que a diario reflejaba detalles de la organización a través de una columna, anunció que en Cafayate ya se estaba levantando el anfiteatro. "Estará en una esquina céntrica gracias a la generosidad de la firma Antonio Lovaglio SA. y gracias también al entusiasmo y la capacidad técnica de los hermanos Lagomarsino".