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Este año las jornadas se realizaron en julio. Los colegios en los que se trabajó fueron dos: el Juana Manuela Gorriti, de Parque Belgrano, y la Escuela de Comercio Islas Malvinas, de Chicoana. Cada año aumenta el número de jóvenes que participan. Este año lo hicieron cerca de 800 chicos, con más de 300 trabajos.
Filosofía para la vida
“¿Qué significa hacer filosofía con jóvenes?”, planteó retóricamente la directora del Centro de Filosofía con Niños y Jóvenes. “Significa despertar el interés de los jóvenes por el conocimiento de esta disciplina porque se sienten escuchados, respetados, valoran la palabra del otro, pueden disentir, pensar distinto. En término de los jóvenes implica un "aquí estoy, te escucho, tu palabra me importa, sé que tenés algo importante para decirme y yo también tengo algo importante para decir'”, explicó luego.
Los profesores que acompañan a sus alumnos en esta propuesta manifiestan que hay un cambio en los jóvenes luego de las jornadas. Dicen que su po
El ser humano necesita ser escuchado, quiere ser escuchado; el saber que otro lo escucha implica que ese otro lo reconoce, que es presencia en el otro. En esta relación con la alteridad, reflexionamos sobre nuestras vidas, sobre la sociedad, sobre el mundo. Este es el pensamiento que dio origen a una interesante propuesta: Jornadas de filosofía con niños y jóvenes, del Centro de Filosofía con Niños y Jóvenes que depende de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNSa.
El Tribuno dialogó con Analía Manzur, directora del centro, para entender de qué se trata este proyecto que se desarrolla hace ya ocho años en distintos establecimientos educativos de la ciudad y el interior de la provincia.
“Se trata de espacios en donde se habla acerca de filosofía y en los que los jóvenes expresan sus pensamientos, dialogan con el otro y reclaman ser escuchados por la sociedad. Los jóvenes tienen algo que decirnos”, dijo Manzur.
Durante las jornadas de trabajo escriben sobre su vida, las relaciones con los padres, la sociedad, la droga, el embarazo adolescente, las redes sociales, el medioambiente, la música, la vida, el amor, la muerte, entre muchos otros temas. Luego comparten los trabajos con sus compañeros y profesores, discuten, reflexionan y sicionamiento en el aula es distinto, que comienza a adquirir sentido y relevancia la actividad áulica y profesores y alumnos investigan juntos.
La docente explicó que en muchos casos las jornadas son un modo de descubrir la filosofía como reflexión para la vida, es decir, se descubren como seres humanos que quieren, que valoran, que sienten, que esperan del otro y de los otros.