¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una aberración que se agrava por falta de autocrítica

Martes, 30 de octubre de 2012 06:00

El informe del CIF que culpabiliza a nenas de nueve años que fueron abusadas por un transportista escolar causó un escándalo a nivel nacional.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El informe del CIF que culpabiliza a nenas de nueve años que fueron abusadas por un transportista escolar causó un escándalo a nivel nacional.

Resulta inadmisible que, una vez más, se busque en las víctimas la culpa de las conductas perversas de los degenerados.

En todos los medios los periodistas expresaron especial repugnancia por el hecho de que quien firma el informe sea una mujer, Gabriela Buabse, que por añadidura está a punto de ser incorporada como fiscal.

Salta acredita la triste celebridad de ser una de las provincias con mayores índices de violencia de género y de femicidio. Así consta en los informes internacionales, incluidos los de la ONU y de la Organización Mundial de la Salud.

Con lo ocurrido ayer, resulta fácil explicarse el doloroso fenómeno. El Cuerpo de Investigadores Fiscales, que dirige Buabse, depende del Procurador Pablo López Viñals.

No hubo explicación alguna para los dislates que contiene el informe - no podría haberla - pero en cambio emitieron un comunicado camuflado en el que pretendieron ocultar la contundencia del documento, que está a la vista, descalificando al diario que publicó el facsímil, El Tribuno.

Solamente un medio digital paraoficial publicó el comunicado, redactado como si se tratara de una entrevista con Buabse, pero que fue enviado desde su dirección digital por el operador de prensa de López Viñals.

El comunicado describe a la funcionaria “sorprendida” debido a que “este tipo de actuaciones deberían mantenerse en reserva en resguardo, tanto de los menores como también del imputado”.

Lo que debe mantenerse en reserva, como hizo El Tribuno, son los nombres de las víctimas y cualquier otro dato que pudiera producirles una estigmatización o un daño moral, pero lo que no debe mantenerse en reserva es que un degenerado como el que allí se describe esté llevando chicos a la escuela y que el organismo de investigación opine que “tiene buen concepto por parte de la mayoría de los entrevistados”.

Las declaraciones atribuidas a la funcionaria agregan que “ llama la atención que el diario adopte una postura defensiva del acusado” y añade que “el diario tergiversó los detalles del reporte para justificar la conducta delictiva”. No dice cuál sería la tergiversación, simplemente, porque la tergiversación no existe; en cambio, lo que se evidencia en la página 45 de nuestra edición de ayer es la complacencia del informe del organismo fiscal frente al investigado. Justamente, lo que muestra es un escrito impropio firmado por la futura fiscal penal.

El comunicado atribuido a Buabse no responde a falencias que están a la vista y que fueron puntualizadas ayer por numerosos periodistas.

El protocolo internacional para tratar a los menores víctimas de violencia sexual requiere la participación de profesionales psiquiatras y psicólogos expertos en las técnicas necesarias para descubrir la verdad. La fiscal María Gabriela González pidió, en marzo de 2012, que las niñas abusadas fueran entrevistadas por el cuerpo de peritos psicólogos del Poder Judicial. Los niños no pueden ser entrevistados sino es en presencia del asesor de menores y en cámara Gesell. El CIF, en cambio, encomendó la tarea a aficionados.

Buabse, en ese comunicado, supone que la publicación de El Tribuno apunta a frenar su designación como fiscal. “...se vale de este informe para desprestigiarme”, dice. Cabría repreguntarle si lo que la desprestigia es la publicación del informe o el informe en si mismo. También arroja sombras sobre los psicólogos del Poder Judicial y atribuye a El Tribuno “una campaña sistemática de desprestigio del CIF”.

Si eso fuera cierto, ¿que hay de la frase “no se muestra como niña, sino que se ubica más bien en un lugar de mujer, mostrando un cuerpo desarrollado que puede llegar a ser objeto de deseo”?.

Está hablando de una nena de nueve años y lo firma Gabriela Buabse.

La violencia de género es una tragedia que estigmatiza a Salta. Sin duda, se trata de un fenómeno cultural y, desde ayer lo sabemos, institucional.

No solo se ha hecho un disparate sino que además se elude la más mínima autocrítica.

 

PUBLICIDAD