Mientras la policía asegura que los Colque ya se encuentran en Bolivia, una vecina entrevistada ayer por El Tribuno dijo que no cree que la familia que habitaba una vivienda en el asentamiento Gauchito Gil, y de la que nada se sabe desde hace nueve días, se encuentre sana y salva en Bolivia.
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Mientras la policía asegura que los Colque ya se encuentran en Bolivia, una vecina entrevistada ayer por El Tribuno dijo que no cree que la familia que habitaba una vivienda en el asentamiento Gauchito Gil, y de la que nada se sabe desde hace nueve días, se encuentre sana y salva en Bolivia.
Ana Figueroa (22) dijo: “Huyeron. Detrás de su fuga escondieron algo espantoso. En esa casa yo vi con mis propios ojos lonas con sangre, cuchillos clavados en la tierra; las puertas abiertas de par en par y los electrodomésticos encendidos”.
“Todo estaba dispuesto para que alguien entrara a robar y así tapar otro delito, en el que no quiero ni pensar”, alcanzó a decir antes de quebrarse en llanto. La vecina aseguró a este matutino que le regalaba ropa para las mellicitas de la familia, integrada por Rodolfo Colque y Valeriana Delgado, pero que el viernes y el sábado últimos cayó en cuenta de que la mujer se desplazaba con una sola de las mellizas y sus otros tres hijos. “Era raro porque siempre andaba con las dos”, graficó.
En tanto, otro vecino integrante de la comunidad boliviana de la zona dijo que el sábado anterior a su desaparición -el mismo día que solicitó un adelanto a su patrón Sebastián Cupari-, Rodolfo Colque pidió prestado $1.500 a otro ladrillero boliviano, conocido como don Macario, quien ayer se presentó en la vivienda que habitaba Colque a cobrar la deuda. Cuando llegó se dio cuenta de que también había sido timado.
Migraciones determinó que Rodolfo Colque Monte (26) y Valeriana Delgado Pancara (30) cruzaron a Bolivia por Salvador Mazza, pero sin los hijos, el jueves 29 de marzo, a las 8.59.
La División Homicidios de la Brigada de Investigaciones viajó y corroboró la especie.
En tanto, El Tribuno tuvo acceso a la vivienda de Colque y pudo constatar que en el fondo quemaron ropa de nena, fotografías y papeles, mientras que en el frente de la casa se halló una lona con enormes manchas de sangre, que dan crédito a la sospecha de Ana Figueroa.
Tres de los cinco hijos de la familia Choque-Delgado concurrían a la escuela Joaquín Durand y desde el miércoles pasado están registradas sus ausencias.
Otra vecina, Angela Correa, también dijo que corre el rumor de la muerte de una de las nenas aunque ella no puede dar fe. “Por la manera en que se comportaron, algo horrible les sucedió y no sé por qué se me hace a mí que murió un angelito”, dijo.
“Ojala nos equivoquemos”
La comunidad boliviana del asentamiento Gauchito Gil está sumamente preocupada por los hechos de público conocimiento. “Nosotros tememos lo peor, ojalá nos equivoquemos y haya alguna explicación menos dolorosa para la sociedad. Nos parece raro que un potosino abandone su casa, por más humilde que esta sea, va contra nuestra cultura”, dijeron. Luego agregaron: “Que deje los pocos bienes que tenía y se lleve el dinero que todavía no había trabajado es grave. Debe haber una explicación”, afirmaron.