Una simple recorrida por Buenos Aires, permite percibir la sensación que impera en la gente. La inflación es el tema principal, al igual que el dólar, aunque también existen otros temas que mueven el amperímetro de la sensibilidad popular. ¿Así que le realizó una entrevista a Cavallo?, -pregunta el taxista- como no lo acompañé para insultarlo, por lo que hizo durante su gestión, aunque también hay que escuchar otras campanas: “Para mi fue un tipo honesto. Se puede haber equivocado, pero ahora resulta que otros países le piden la receta”. Sin dudas, que Domingo Cavallo sigue siendo noticia. En una entrevista exclusiva con El Tribuno, habló de todo, con algunas definiciones que pueden gustar o no, pero lejos están de ser indiferentes.
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Una simple recorrida por Buenos Aires, permite percibir la sensación que impera en la gente. La inflación es el tema principal, al igual que el dólar, aunque también existen otros temas que mueven el amperímetro de la sensibilidad popular. ¿Así que le realizó una entrevista a Cavallo?, -pregunta el taxista- como no lo acompañé para insultarlo, por lo que hizo durante su gestión, aunque también hay que escuchar otras campanas: “Para mi fue un tipo honesto. Se puede haber equivocado, pero ahora resulta que otros países le piden la receta”. Sin dudas, que Domingo Cavallo sigue siendo noticia. En una entrevista exclusiva con El Tribuno, habló de todo, con algunas definiciones que pueden gustar o no, pero lejos están de ser indiferentes.
¿En que medida nos afecta el escenario internacional?
Argentina, desde el punto de vista financiero está aislada del mundo y en ese sentido, la crisis financiera como tal, no debería afectar mucho. En esta oportunidad, los productos que más exportamos, que son los alimenticios no han sufrido ninguna caída de los precios, al contrario subieron por una cuestión circunstancial, originada en la sequía en Estados Unidos; entonces el único efecto externo que puede impactar en estos momentos tiene que ver con los productos industriales que comercializamos hacia Brasil. En la medida que nuestros vecinos disminuyan su ritmo de crecimiento, afectará la demanda de nuestros productos industriales. Los problemas argentinos, que no son nada sencillo, para nada tienen que ver con las circunstancias internacionales, los problemas de la Argentina han sido generados por las políticas aplicadas en nuestro propio país.
Muchos afirman que no hay modelo económico ¿Usted que opina?
Para mi el término modelo no me gusta porque viene de la teoría económica que es un aspecto metodológico. Lo que no tenemos hoy es una buena organización de la economía. Así como una nación necesita una organización nacional que le otorga la Constitución, la economía tiene también una organización a través de las reglas de juego que rige la economía. Aquí nadie sabe cual son las reglas de juego, además el gobierno las cambia y las hace totalmente arbitrarias y por lo tanto impredecible. Nadie puede saber que hará el gobierno la semana que viene. Lo más grave es que lo hace violando derechos de propiedad y de seguridad jurídica. Entonces ese es el principal problema. Argentina no tiene una buena organización económica y sinceramente creo que es el gobierno más unitario de la historia. Hasta que no avance en una dirección coherente, similar a la que tienen los países exitosos del mundo, vamos a andar mal.
¿Se pueden comparar las crisis?
En el 2000 y el 2001 la Argentina pasó por situaciones muy difíciles a causa del escenario internacional, pero en aquel momento los precios de nuestros productos de exportación estaban por el suelo. Por ejemplo la soja valía 120 dólares la tonelada, hoy está a más de 600 dólares, por otra parte la tasa de interés en el mundo estaba en el 6%, hoy en los países más avanzados se paga menos del 1% y existe una liquidez enorme, aunque hay créditos para aquellos países que tienen credibilidad. Argentina no tiene posibilidad de gozar de esta bonanza y por eso no se beneficia del clima de liquidez internacional.
¿Que opinión tiene de la nueva estatización de YPF?
Lo que está muy mal es que se expropie una parte del capital accionario y que la empresa se retire sin la compensación que corresponde. Un hecho de estas características espanta a los inversores en cualquier rubro de la economía. Porque si el gobierno lo hizo con Repsol, que era el accionista principal, la misma regla se puede terminar aplicando a cualquier empresa extranjera o nacional, en cualquier sector de la economía, simplemente porque al gobierno se le ocurre dominar un sector estratégico. Por ejemplo, las empresas mineras tendrían que estar temerosa de que pase lo mismo, ni que decir de las empresas vinculadas al juego, aunque expropiar en este rubro habría sido más razonable.
Pero con YPF se recuperó un sector estratégico...
Yo no digo que no le convenga al país una mejor administración de los recursos petroleros y de la energía en general. El problema consiste que en la última década ha sido mala, pero no tanto por culpa de los empresarios, sean de Repsol o cualquier otra empresa, sino por las propias reglas de juego establecida por el gobierno.
¿Dónde está el error del gobierno?
El gobierno se queda con un alto porcentaje de lo producido en petróleo o gas y no alienta la producción ni la inversión. Desde 2002 en adelante no hubo inversión en el sector energético y hoy tenemos un déficit. Desde principio de los 90 hasta el 2001, Argentina exportó petróleo, gas y electricidad y ahora se importa por más de 15.000 millones de dólares. Será muy difícil revertir esa situación.
¿Este tipo de políticas no seduce al inversor?
Prácticamente no viene nadie a invertir, pero esto sucede desde hace varios años. Nosotros llegamos a ser el país que más inversión extranjera y nacional recibió en algunos años de los 90 y ahora estamos quinto o sexto lugar.
¿Como hará el gobierno para financiarse?
La estrategia de Néstor Kirchner y ahora de Cristina, que en cierta medida había comenzado con Duhalde es la de ir apropiandose de todas las cajas. Primero la caja de la producción agropecuaria, el sector más eficiente, cuando aplicaron las retenciones y que se coparticipa muy poco, siendo que la producción agropecuaria, está casi toda en el interior del país. Por ejemplo, una barbaridad para una provincia como Salta, que además de pagar costos de transporte, de flete, le quitan a su producción un porcentaje muy alto a través de las retenciones.
¿Que le diría a la gente que confió en usted?
Yo fui ministro hasta agosto del 96 con Menem, obviamente faltaba hacer mucha de las reformas que hubieran devuelto total competitividad y hubieran permitido resolver el problema de la desocupación de manera genuina y sostenible en el tiempo.
¿Cuál es su asignatura pendiente de esos tiempos?
Yo creo que debería haber explicado más a la gente y a toda la dirigencia. Especialmente en destacar la importancia de persistir en la búsqueda de la eficiencia. Insistir en remover todos los obstáculos que enfrentaban los empresarios y particularmente los pequeños y medianos para organizar sus empresa de manera eficiente y competitiva. Personalmente podría haber insistido más en la eficiencia de la administración del gasto público, sobre todo en las provincias. Creo que hubo avance en aquella época, pero no lo suficiente en áreas de la educación, la salud, la seguridad, la justicia, que son responsabilidades claves de los gobiernos.
¿Se arrepiente de haber vuelto durante la gestión de Fernando De la Rúa?
Uno no se tiene que arrepentir de los actos y de las decisiones que toma en los momentos críticos, suponiendo que lo hace con la mejor de las intenciones. Yo percibí que estábamos viviendo un momento muy complicado en el país. Yo me jugué para sacar al país de la crisis, pero saliendo en forma ordenada y para que no ocurriera lo que sucedió a partir de enero de 2002. Bueno salí del gobierno el 19 de diciembre, al día siguiente lo sacaron a De la Rúa y no pudimos hacer nada. Después el país entró en una vorágine autodestructiva.
¿Volvería a participar en política?
No en el sentido de ser candidato a algo, aunque tampoco lo descarto, sino que voy a tratar de explicar como veo la realidad política, económica y social y tratando de ayudar que se concrete una buena propuesta de organización económica para el país, con una instancia superadora a partir del 2015.