Un albañil de 42 años, identificado como Julio Salva, con domicilio en el barrio Solidaridad, en la zona sudeste de la capital, ratificará hoy , ante un escribano público, en un acta oficial, que él mantuvo una pelea a puñetazos con el rugbier salteño Gerónimo Saravia, antes de que este protagonizara una espectacular huida por las calles de Salta, seguido por 21 móviles policiales, entre autos camionetas y motos, el 22 de diciembre pasado, en la madrugada.
El rugbier, que no ha hecho denuncia y es estudiante de Medicina Veterinaria en la Universidad Católica, visiblemente lastimado y cuya fotografía con las lesiones fue distribuida por las redes sociales, dijo que había sido víctima de la violencia policial.
Sin embargo, según Salva, los golpes que presentaba en el rostro y cuerpo se los ocasionó él, durante una pelea callejera, realizada en la ruta 26 antes de que Saravia eludiera un control policial y se desatara una de las persecuciones más espectaculares de las que se tenga memoria, en esta capital.
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Un albañil de 42 años, identificado como Julio Salva, con domicilio en el barrio Solidaridad, en la zona sudeste de la capital, ratificará hoy , ante un escribano público, en un acta oficial, que él mantuvo una pelea a puñetazos con el rugbier salteño Gerónimo Saravia, antes de que este protagonizara una espectacular huida por las calles de Salta, seguido por 21 móviles policiales, entre autos camionetas y motos, el 22 de diciembre pasado, en la madrugada.
El rugbier, que no ha hecho denuncia y es estudiante de Medicina Veterinaria en la Universidad Católica, visiblemente lastimado y cuya fotografía con las lesiones fue distribuida por las redes sociales, dijo que había sido víctima de la violencia policial.
Sin embargo, según Salva, los golpes que presentaba en el rostro y cuerpo se los ocasionó él, durante una pelea callejera, realizada en la ruta 26 antes de que Saravia eludiera un control policial y se desatara una de las persecuciones más espectaculares de las que se tenga memoria, en esta capital.
La versión del albañil, de ser cierta, echa por tierra la hipótesis de que fue golpeado por efectivos de la fuerza de seguridad.
Un sumario realizado por el abogado Federico Jorge Mateos, jefe del Programa Jurídico del Ministerio de Seguridad de la Provincia, a 60 efectivos que participaron de la persecución, atribuye, sin pruebas contundentes y en base a suposiciones, que los responsables de la golpiza fueron seis integrantes de la Brigada de Investigaciones 1: el oficial Juan Carlos Contreras, los cabos Cristian Nieva, Fabián Miguel Castillo y Gerardo Ramos y los sargentos Sergio Cruz y Jorge David Chilo. El sumariante reclama la baja inmediata de los involucrados, quienes niegan que le hayan pegado, y aseguran que las declaraciones realizadas por Saravia son falaces, lo que de alguna manera quedaría confirmado si es que los dichos de Salva son ciertos.
Este testigo clave se iba a presentar ayer a declarar ante el fiscal de Causas Policiales, Alberto Vilar Rey, pero no pudo hacerlo puesto que, según confirmó el defensor de los seis policías acusados, Santiago Pedroza, “la causa aún no le ha llegado. No tiene el expediente. Por ello es que mañana (por hoy) nos presentaremos ante un escribano para que labre un acta en la que queden certificados los dichos de Salva, quien asegura que su encontronazo con Saravia fue porque este casi lo arrolla en la ruta 26, donde él circulaba en su motocicleta roja. El relato de este señor es muy sólido y cuenta que Saravia se desplazaba a toda velocidad en un Toyota Corolla negro con los vidrios polarizados y que cuando casi lo embiste, lo insultó a viva voz, lo que motivó que el joven frenara, se bajara de su vehículo y se pusiera a pelear con Salva, aunque se llevó la peor parte”, comentó Pedroza. “Después de aquello, los amigos de Saravia, con quienes venía de una fiesta, se bajaron también, pero el testigo huyó en su moto. Después siguieron su camino a toda velocidad, se saltearon controles policiales y provocaron el tremendo incidente”, cerró.