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10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Difunden un video de soldados españoles en Irak maltratando prisioneros

Lunes, 18 de marzo de 2013 00:10
Primero, fueron los casos de marines estadounidenses, radi­cados en Afganistán, escupien­do y orinando sobre cadáveres. Ahora, una investigación del diario español El País reveló un video, en el que se muestra a soldados de su país infligiendo malos tratos y humillando a prisioneros en Irak .
Según se puede ver en la filma­ción, grabada en el 2004 en Diwaniya , la base principal de las tropas españolas en Irak, tres soldados le pegan patadas a un prisionero que está en el suelo, mientras otros dos observan desde la puerta de una celda, y un sexto graba la escena. De las víctimas sólo se es­cuchan los gemidos de dolor.
Un militar, al final, comenta: ‘¡Jo! A este se lo han cargado ya‘.
El miércoles próximo se cumple una década de la participación de las fuerzas españolas en la guerra de Irak, que, a diferen­cia de los sucedidos en Bosnia o Afganistán, no contó con el aval de la Organización de Na­
ciones Unidas (ONU) y fue re­pudiada por la opinión pública.
En septiembre del 2003, sólo un mes después de que arribasen las tropas de la Autoridad Provisional de la Coalición, en las cuales había 1300 españo­les, se repartió entre los militares una guía, llamada "Procedi­
mientos de detención y actua­ción con el personal detenido",  que ordenaba que "durante y después de la detención se em­pleara la violencia mínima imprescindible" y que se mantuviera "en todo momento el res­
peto a los derechos del detenido".
No obstante, el manual tam­bién indicaba que "cualquier persona puede ser detenida si crees que representa una ame­naza contra las fuerzas de la coalición" o si "tienes la sospe­cha razonable de que ha cometido un delito".
El manual incluía un catálogo de derechos del detenido y ad­vertía de que "no podrá invocarse circunstancia alguna co­mo justificación de la tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes".
Tampoco nadie podía ser so­metido, "durante su interrogatorio, a violencia, amenanazas o cualquier otro método de in­terrogación que menoscabe su capacidad de decisión o juicio".
Lo que no existía es control ju­dicial alguno, y el propio manual confiaba en "el buen juicio y sentido común‘ del oficial al mando.
Los papeles de Wikileaks sobre la guerra de Irak, difundidos en otoño de 2010, incluyen dos referencias a este centro de de­tención, al que denomina Detention Facility. En uno de ellos, de 7 de enero de 2004, se alude a un registro de una casa en el noroeste de Diwani­ ya, donde se encontraron armas "que podrían ser usadas contra las fuerzas de la coali­ción". Un hombre y una mujer fueron arrestados, y el primero, conducido a Base España
"para ser interrogado en pro­fundidad". El segundo, fechado el 11 de febrero de 2004, da cuenta de un atentado con un artefacto adosado a una bicicleta contra militares españo­les que patrullaban a pie en Diwaniya. La explosión causó seis heridos, y dos presuntos insurgentes fueron llevados a Base España "para un interrogatorio adicional"..
Fuente: La Nación
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Primero, fueron los casos de marines estadounidenses, radi­cados en Afganistán, escupien­do y orinando sobre cadáveres. Ahora, una investigación del diario español El País reveló un video, en el que se muestra a soldados de su país infligiendo malos tratos y humillando a prisioneros en Irak .
Según se puede ver en la filma­ción, grabada en el 2004 en Diwaniya , la base principal de las tropas españolas en Irak, tres soldados le pegan patadas a un prisionero que está en el suelo, mientras otros dos observan desde la puerta de una celda, y un sexto graba la escena. De las víctimas sólo se es­cuchan los gemidos de dolor.
Un militar, al final, comenta: ‘¡Jo! A este se lo han cargado ya‘.
El miércoles próximo se cumple una década de la participación de las fuerzas españolas en la guerra de Irak, que, a diferen­cia de los sucedidos en Bosnia o Afganistán, no contó con el aval de la Organización de Na­
ciones Unidas (ONU) y fue re­pudiada por la opinión pública.
En septiembre del 2003, sólo un mes después de que arribasen las tropas de la Autoridad Provisional de la Coalición, en las cuales había 1300 españo­les, se repartió entre los militares una guía, llamada "Procedi­
mientos de detención y actua­ción con el personal detenido",  que ordenaba que "durante y después de la detención se em­pleara la violencia mínima imprescindible" y que se mantuviera "en todo momento el res­
peto a los derechos del detenido".
No obstante, el manual tam­bién indicaba que "cualquier persona puede ser detenida si crees que representa una ame­naza contra las fuerzas de la coalición" o si "tienes la sospe­cha razonable de que ha cometido un delito".
El manual incluía un catálogo de derechos del detenido y ad­vertía de que "no podrá invocarse circunstancia alguna co­mo justificación de la tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes".
Tampoco nadie podía ser so­metido, "durante su interrogatorio, a violencia, amenanazas o cualquier otro método de in­terrogación que menoscabe su capacidad de decisión o juicio".
Lo que no existía es control ju­dicial alguno, y el propio manual confiaba en "el buen juicio y sentido común‘ del oficial al mando.
Los papeles de Wikileaks sobre la guerra de Irak, difundidos en otoño de 2010, incluyen dos referencias a este centro de de­tención, al que denomina Detention Facility. En uno de ellos, de 7 de enero de 2004, se alude a un registro de una casa en el noroeste de Diwani­ ya, donde se encontraron armas "que podrían ser usadas contra las fuerzas de la coali­ción". Un hombre y una mujer fueron arrestados, y el primero, conducido a Base España
"para ser interrogado en pro­fundidad". El segundo, fechado el 11 de febrero de 2004, da cuenta de un atentado con un artefacto adosado a una bicicleta contra militares españo­les que patrullaban a pie en Diwaniya. La explosión causó seis heridos, y dos presuntos insurgentes fueron llevados a Base España "para un interrogatorio adicional"..
Fuente: La Nación

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