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Convocan a un abrazo simbólico al monumento de Manchalá

Miércoles, 17 de abril de 2013 10:07

“Homenajeemos a nuestros héroes salteños” es el evento que un grupo de jóvenes crearon a través de las redes sociales para repudiar el desmantelamiento del Monumento a Manchalá.

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“Homenajeemos a nuestros héroes salteños” es el evento que un grupo de jóvenes crearon a través de las redes sociales para repudiar el desmantelamiento del Monumento a Manchalá.

Esta tarde, desde las 19, se concentrarán en la intersección de las avenidas Arenales y República de Siria, donde está ubicado el monumento, y realizarán un pequeño acto.

Pablo Rodríguez, uno de los impulsores de esta iniciativa, le explicó a El Tribuno que son un grupo de jóvenes que “tenemos la iniciativa de hacer este homenaje a los excombatientes de Manchalá y surgió la idea de manifestarlo a través de un abrazo simbólico al monumento que está en el Ejército”. Sin embargo, aclaró que no van a ingresar al predio sino que se concentrarán en la vereda.

Rodríguez señaló que la idea “surge porque notamos que no se está valorando el coraje y la muestra de valor de nuestros comprovincianos en Tucumán. Los argumentos que utilizaron para agraviar a los exconscriptos están errados porque el hecho ocurrió durante un gobierno constitucional, no durante la dictadura como se dice por ahí. Ellos eran conscriptos en esa época y habían hecho el juramento de defender al país y allí cumplieron con su promesa”, aseguró Rodríguez.

El acto

La actividad de esta tarde consiste en una convocatoria a la ciudadanía para que asista con banderas argentinas y carteles de apoyo a los excombatientes y para los familiares de los que ya no están. “Vamos a compartir una reseña histórica que aclare cómo fueron los hechos realmente”, anticipó el joven.

Luego habrá testimonios de excombatientes que van a contar cómo vivieron aquel momento y cómo lo viven ahora, ante la modificación del monumento que homenajeaba su gesta, señalándolo como un símbolo del Plan Cóndor.

Tras estas actividades, los presentes van a entonar el Himno Nacional.

“El desmantelamiento del monumento deja ver una situación muy profunda que tiene que ver con la falta de reconocimiento que tienen algunos dirigentes políticos y la sociedad en general”, lamentó Rodríguez, quien agregó que los propios exconscriptos que participaron de esa batalla “contarán cómo viven ese honor no rendido”. Finalmente, aclaró que “somos ciudadanos salteños jóvenes y apartidarios unidos por la inquietud que nos genera la poca información sobre nuestra historia en general y sobre lo que fue Manchalá en particular”.

“Nos sentimos agraviados”

Marcelo Dorado es un exconscripto del Batallón de Ingenieros y, si bien no participó del grupo que resistió el ataque de Montoneros, sí fue uno de los jóvenes que reemplazaron a los heridos tras el enfrentamiento. Consultado por El Tribuno, Dorado dijo: “Nos parece muy buena la convocatoria. Como exconscriptos vamos a participar y a contar la otra parte de la historia, la otra campana que se le quiere ocultar a la ciudadanía”.

De la falta de conocimiento
a la polémica

El Combate de Manchalá es un hecho que pasó inadvertido para muchos argentinos e, incluso, salteños durante muchos años. Se trató de un enfrentamiento armado que tuvo lugar el 28 de mayo de 1975 durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Fue en cercanías de Famaillá, en la vecina provincia de Tucumán, y se inició cuando 117 miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se toparon con 12 colimbas y dos suboficiales del Ejército Argentino.

Los subversivos se dirigían a dar un golpe, se cree que para liberar a compañeros de militancia, cuando se toparon con los conscriptos que pintaban una escuela de la zona. Se dice que los miembros del ERP pensaron que estaban siendo emboscados por el Ejército y abrieron fuego contra los jóvenes que cumplían con sus tareas del servicio militar obligatorio.

Sorprendidos, los conscriptos atinaron a responder el fuego y resistir durante varias horas hasta que los subversivos emprendieron la retirada pensándose perseguidos por tropas del Ejército. Los conscriptos permanecieron agazapados hasta que otro grupo de colimbas llegó a las 18 para reemplazarlos en el trabajo que le habían asignado en esa jornada.

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