Las investigaciones para determinar las causas del accidente quedaron polarizadas pocas horas después de haber ocurrido el accidente de Castelar, el miércoles pasado, en el que murieron tres personas y hubo 315 heridos. Dos son las posturas: el Gobierno remarca que los trenes estaban en condiciones y que el motorman de uno de los trenes no respetó las señales de peligro; los gremios aseguran que se trató de una falla mecánica y que el tren Chapa 1 tenía problemas en los frenos. Ayer los maquinistas de ambos trenes declararon ante el juez de Morón.
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Las investigaciones para determinar las causas del accidente quedaron polarizadas pocas horas después de haber ocurrido el accidente de Castelar, el miércoles pasado, en el que murieron tres personas y hubo 315 heridos. Dos son las posturas: el Gobierno remarca que los trenes estaban en condiciones y que el motorman de uno de los trenes no respetó las señales de peligro; los gremios aseguran que se trató de una falla mecánica y que el tren Chapa 1 tenía problemas en los frenos. Ayer los maquinistas de ambos trenes declararon ante el juez de Morón.
Según dijo el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, poco después de ocurrido el fatal choque el maquinista del tren que embistió al que estaba parado en Castelar, “no respetó” una señal de prevención y dos de peligro.
Exactamente en la vereda opuesta, aunque sin lanzar fuego abierto contra el Gobierno, los gremialistas sostienen que el Chapa 1 tenía problemas de frenos y ellos se oponían a que saliera a las vías a pesar de que se le habían realizado reparaciones.
En diálogo con El Tribuno, el auditor general de la Nación, Horacio Pernasetti, opinó que “cuando hay un accidente se busca determinar de quién es la responsabilidad buscando siempre responsabilidades en otros y no asumiendo las propias”.
“Creo que la responsabilidad es de quien administra el sistema ferroviario, porque hay previstos sistemas técnicos que ante una distracción humana deberían funcionar y automáticamente parar el tren para evitar este tipo de tragedia”, afirmó ayer.
Pernasetti reconoció que “las fallas humanas siempre pueden existir, pero hay previsiones técnicas que están disponibles y que no sé si se usan o por qué no se usan, pero que permitirían enmendar esas fallas”.
Sus palabras le dieron la mano a las afirmaciones que dio Rubén Sobrero a El Tribuno: “El guarda que estuvo en el Chapa 1 dijo que de ida habían tenido un problema porque se accionaron los frenos de emergencia en la entrada de Morón y a la vuelta se accionó el freno automático en la estación de Liniers, a mitad del andén”.
Según el delegado gremial de la línea Sarmiento, ambos hechos demuestran que “había problemas técnicos” en la máquina. Sostuvo que como pruebas tienen “la documentación interna de la empresa, el problema del frenado de los trenes, que este equipo (el Chapa 1) lo venía teniendo, informes de los mecánicos e incluso del mecánico que atiende exclusivamente a este equipo”.
El jefe del gremio de maquinistas La Fraternidad, Omar Maturano, coincidió con Sobrero y desmintió ayer que el maquinista haya pasado tres señales de peligro
CNRT: no hay signos de frenado
Según la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, “no hay evidencias de que el conductor (del tren Chapa 1) haya frenado”. Eso dijo ayer el titular de la CNRT, Ariel Franetovich ante la Justicia y presentó tres fotografías para descartar una falla mecánica.
Con esto el Gobierno lanzó una nueva embestida que haría recaer la responsabilidad del choque en el conductor del tren que embistió a otro en cercanías de la estación Castelar, el miércoles pasado, y que provocó la muerte a 3 personas.
“No existe evidencia alguna, ni electrónica ni física, de que el conductor haya intentado maniobra alguna de frenado”, dijo el interventor, luego de hacer la presentación al juez federal de Morón, Jorge Rodríguez.
Como pruebas mostró fotografías en las que se ve que no se accionó el freno de emergencia, que la palanca de velocidad quedó al máximo y que el tacómetro se detuvo en más de 60 kilómetros por hora cuando se produjo el choque. Además, aseguró que “desde el tren no hubo ninguna comunicación sobre alguna falla”.