Adrenalina y mucha incertidumbre era lo mínimo que se podía esperar del último partido de la serie final en la NBA entre San Antonio Spurs y Miami Heat. La franquicia de Miami vuelve a escribir y dejar su huella imborrable en la historia de la liga más espectacular del mundo. Sumó su tercer anillo para el equipo y el segundo para la figura inobjetable LeBron James (2012 y 2013). Al igual que en el penúltimo e infartante sexto juego, donde los Heat ganaron en suplementario 103-100, el partido final se disputó en American Airlines Arena, de Miami.
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Adrenalina y mucha incertidumbre era lo mínimo que se podía esperar del último partido de la serie final en la NBA entre San Antonio Spurs y Miami Heat. La franquicia de Miami vuelve a escribir y dejar su huella imborrable en la historia de la liga más espectacular del mundo. Sumó su tercer anillo para el equipo y el segundo para la figura inobjetable LeBron James (2012 y 2013). Al igual que en el penúltimo e infartante sexto juego, donde los Heat ganaron en suplementario 103-100, el partido final se disputó en American Airlines Arena, de Miami.
En términos generales la serie tuvo vaivenes en cuanto al dominio de uno y otro en el desarrollo de los distintos juegos que comenzaron en Texas, cancha de San Antonio. Esas diferencias mínimas hicieron que por séptima vez en la historia de la liga la final se definiese en el séptimo partido.
El último fue una verdadera batalla, así cerró el primer tiempo. La defensa fue, otra vez, uno de los factores que trascendieron en más de una oportunidad en la serie. LeBron James volvió a brillar y eregirse como la figura y el mejor jugador del mundo con 37 puntos en Miami, mientras que Tim Duncan, de 37 años, también terminó con 24 unidades. El Manu, lejos de estar ausente, sumó 18 y tuvo un final que no olvidará jamás.
El segundo tiempo con aciertos y errores ambos dejaron todo, hasta la última gota de su esfuerzo. A falta de 4’del último cuarto el Manu clavó un bombazo de larga distancia para acercar a tres puntos a los Spurs. Luego no aprovecharon el robo y Battier, actor de reparto, metió su sexto triple (terminó con 6-8). Con 39’’ para definir la temporada los Spurs perdían por un doble (90-88), apareció la Bestia, James, primero con un doble y luego recuperó tras una mala maniobra de Manu para terminar con el 100% desde los libres (7-7). De esa forma James y compañía volvieron a llevar a lo más alto del básquet mundial a Miami, con su tercer anillo (segundo consecutivo).