Una multipremiada deportista salteña de tan solo 19 años fue secuestrada la noche del sábado por dos sujetos que se trasladaban en un automóvil de color negro en la intersección de calles Uriburu y J. A. Fernández.
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Una multipremiada deportista salteña de tan solo 19 años fue secuestrada la noche del sábado por dos sujetos que se trasladaban en un automóvil de color negro en la intersección de calles Uriburu y J. A. Fernández.
Minutos después, cuando los secuestradores se hallaban sobre avenida San Martín al 2700 intentando comunicarse telefónicamente con la ciudad de Tucumán, la joven deportista logro huir saltando del auto en movimiento, sufriendo graves lesiones en la caída. Aún así, corrió al menos cinco cuadras hasta Moldes y San Martín, donde finalmente fue hallada en estado de shock por sus familiares, a quienes había enviado un mensaje a través de su celular.
La increíble historia fue relatada ayer mostrando la denuncia penal, radicada oportunamente en la comisaría 5, que no tomó estado público por recortes o censura previa que la Policía ejerce al suministro de información sobre estos hechos, que se entienden de gravedad absoluta.
La abuela y la madre de la joven relataron ayer a El Tribuno que la multipremiada deportista salteña, integrante de la selección local de básquet femenino y elegida como la reina de los juegos deportivos que tuvieron como sede la ciudad chilena de Arica, meses pasados, salió el sábado poco después de las 22 al encuentro de su novio, para lo cual salió vestida de jean y zapatillas, y una campera deportiva.
Sobre esquina de Uriburu y J. A. Fernández se detuvo de pronto un automóvil, que la chica describió como un Fiat Uno de color negro, uno de cuyos ocupantes descendió, simuló taparse la cara para estornudar y la sorprendió desde atrás, alzándola, mientras otro sujeto abría la puerta de atrás del vehículo, donde uno de los secuestradores la hizo entrar, poniéndole la mano en el cuello para impedirle que grite.
Tirada sobre el asiento trasero, vio claramente -según su relato- tal cual lo denunció, las arboledas del parque San Martín y reconoció algunos edificios de la avenida del mismo nombre. En su relato asegura que los delincuentes, de 30 y 40 años, llamaban insistentemente a un teléfono de Tucumán. “Llamá a "Yayo', decile que ya la tenemos”, escuchó decir.
En ese momento el secuestrador que la tenía recostada sobre el asiento la soltó e intentó marcar un número telefónico. En una esquina de San Martín al 2700 frenó el automóvil, la deportista aprovechó el momento y se tiró del mismo, rodando de manera espectacular, según su versión.
Shockeada y sin asistencia
“Lamentablemente, denunció ayer su madre, no pudimos por tercer día consecutivo recibir ayuda psicológica. No hay turno, no hay nada, tuvimos que usar para sus males la obra social de mi esposo -su padre-. El Estado está ausente en seguridad y pintado en asistencia a la víctima”, explicó algo indignada.
“No quisimos hacer público este hecho, pero no es posible que en nuestras calles estén secuestrando menores, que las chicas se desaparezcan y todo pase a ser parte del folclore de Salta. Hoy tenemos miedo, no fue al azar, porque cuando uno de ellos le pidió al otro hablar con un tal "Yayo' le dijo "decile que ya la tenemos'. Qué es esto! Ayer a la dos de la mañana nos caen tres o cuatro personas para hablar con nosotros, eran policías de la Brigada. Cuántos otros más vienen diario por una u otra causa, mientras nuestra pequeña sigue sockeada; no hay derecho”, se quejó