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Las cinco razones para llorar

Domingo, 07 de julio de 2013 00:06

Diversos estudios sugieren que uno de los beneficios de llorar es la relajación, ya que con ellos podemos desprendernos de los sentimientos que dañan nuestro cuerpo. Las lágrimas, además de limpiar y mantener lubricados los ojos, calman el estado de ánimo y te generan una paz interior para recobrar fuerzas y afrontar cualquier tipo de situación.

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Diversos estudios sugieren que uno de los beneficios de llorar es la relajación, ya que con ellos podemos desprendernos de los sentimientos que dañan nuestro cuerpo. Las lágrimas, además de limpiar y mantener lubricados los ojos, calman el estado de ánimo y te generan una paz interior para recobrar fuerzas y afrontar cualquier tipo de situación.

El llanto libera el estrés. William H. Frey, bioquímico en el Centro Médico St. Paul-Ramsey de Minnesota, destaca que al llorar se eliminan las sustancias generadas por la tensión nerviosa como cloruro de potasio y manganeso, endorfinas, prolactina y adenocorticotropina.

Se estimulan las endorfinas. El cuerpo produce este tipo de hormonas durante el llanto, las cuales funcionan como un analgésico natural, al disminuir el dolor y mejorar el estado de ánimo.

Relajación profunda. En un estudio publicado en la Current Directions in Psychological Science se especifica que uno de los beneficios de llorar es que el cuerpo cambia de un estado de gran excitación a uno más relajado.

Evita los problemas gastrointestinales. Una investigación de la Universidad de Pittsburg señala que las personas que padecen úlcera o colitis crónicas derivadas del estrés, lloran menos que las personas sanas.

Mejora la respiración. Un estudio de la Universidad de Florida sugiere que el llanto calma las emociones y estabiliza el ritmo de la respiración de las personas estresadas, quienes regularmente tienen un ritmo cardíaco elevado y una sudoración excesiva.

Si estás en una situación muy estresante y no ves la salida, trata de alejarte y liberarlo a través de las lágrimas; te sentirás aliviado y mejorará tu perspectiva de la situación.

La contraparte de estos beneficios está justamente en aguantarse el llanto, ya que no favorece en nada a la salud. El llorar públicamente tiene una connotación social de “debilidad” y muchas personas, sobre todo los hombres, suelen no hacerlo. Esto también afecta a las mujeres, ya que al dar rienda suelta a sus emociones, corren el riesgo de ser catalogadas de sensibles, débiles e inseguras.

Es importante enseñar a los niños que llorar es una buena forma de expresar sentimientos, una válvula de escape. Los especialistas señalan, que, al igual que ocurre con una olla a presión, si una persona las reprime al límite y no se permite derramar lágrimas cuando lo necesita, cuanta más presión tenga, esa emoción se manifestará de forma incontrolable.

Los efectos del llanto dependen del estado anímico

“Llorar hace bien”, suele decir la gente al consolar a alguien. Pero según un estudio de la universidad estadounidense de Florida, los beneficios de llorar dependen por completo del qué, el dónde y el cuándo de un episodio particular de llanto. Aunque mentalmente no siempre resulta beneficioso, para el cuerpo un buen llanto siempre es bueno frente a un episodio de fuerte estrés y excitación.

Investigadores de EEUU y de la Universidad Tilburg de Holanda, han analizado los detalles de más de 3.000 episodios de llanto de voluntarios y descubrieron que el efecto del llanto dependía mucho de quién estuviese derramando las lágrimas. La mayoría de los voluntarios mostraron una mejora en su humor luego de haber llorado, posiblemente por haber recibido apoyo social durante ese episodio. Pero un tercio de los voluntarios reportaron no haber tenido mejoras en su estado de ánimo luego del episodio de llanto y una minoría se sintió peor.

La gente con desórdenes de ansiedad o de ánimo (depresión) eran menos propensos a experimentar efectos positivos con el llanto. También descubrieron que quienes no podían llegar a comprender su vida emocional, una condición conocida como alexitimia se sentían peor al llorar.

Esto sugiere que la falta de conocimiento sobre nuestro estado emocional, sin tener los elementos para comprender puede restringir la habilidad de la mente para transformar un momento triste en algo positivo.

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